
Pues no sé si será mejor que una vacuna, una bala o un cepo para combatir la nueva mutación del coronavirus.
Iba yo tan tranquilo cruzando el puente cuando lo vi: a Michael Myers, aunque no era La Noche de Halloween.
Parecía esperarme al otro extremo del puente, cruel, voraz y nocturno.
Así que no me arrepentí de no llevar mascarilla; pero sí que tuve el súbito deseo de tener una granada de fragmentación en la mano. Así que me encendí un cigarrillo antes de enfrentarme a él…
Luego me gritó: “¡Coño! ¿vas a pasarte toda la noche en el puto puente?”.
Los hijos y su impaciencia… Siempre consiguen romper el romanticismo que da un simple resfriado.