
La imaginación es el más poderoso y maravilloso don de la especie humana, el único que excusa a algunos individuos de su existencia.
El resto sería un buen paliativo a la hambruna mundial si se les dedicara a la industria conservera cárnica.
La imaginación es el más poderoso y maravilloso don de la especie humana, el único que excusa a algunos individuos de su existencia.
El resto sería un buen paliativo a la hambruna mundial si se les dedicara a la industria conservera cárnica.