
Está bien, no puede ser más cara la tontería que viajar a La Luna o soñar con llegar vivos a Marte.
Son cosas que pueden hacer con el dinero que no se destina a la pobreza, banalidades propias de quienes más que trabajar, cobran por pasarlo lo mejor posible con el mínimo esfuerzo.
Ciertamente, donde nació el arribista y lameculos de reyes, el tal Colón, me importa lo mismo que el rabo de la vaca si está limpio, sucio o si sigue o no pegado a su culo.