
El fascismo, al ser un producto de la endogamia, tiene la carencia de la inteligencia.
La inteligencia para crear una vacuna que sirva para vacunar y la inteligencia necesaria para pensar que si la vacuna no vacuna, no es vacuna.
El fascismo, al ser un producto de la endogamia, tiene la carencia de la inteligencia.
La inteligencia para crear una vacuna que sirva para vacunar y la inteligencia necesaria para pensar que si la vacuna no vacuna, no es vacuna.