
Y es que quien gana dinero con el fascismo y sus bozales (mascarillas en jerga nazi), patalea y rabia con la libertad. Para el usurero y estafador, así como para los burócratas del estado, la libertad y la decencia son cosas que afectan directamente a sus bolsillos delincuentes.
Por ello, se inventan nuevas olas de coronavirus, que su riqueza no mengüe.