No hay nada que idiotice tan bien a las clases bajas como unos buenos calimochos en vaso de plástico reutilizado y unos porros de marihuana.
Y luego a pagar ebriamente y sin protestar los impuestos de extorsión al Nuevo y Normal Estado Penitenciario Fascista Español del Coronavirus y de la guerra rusa-ucraniana.
Los caciques autonómicos de la corrupta España ya deben estar frotándose las manos al imaginar el dinero que van a robar e ingresar en sus cuentas por colilla de porro.
Fumar algo que no coloque y no haga babear estúpidamente al personal, es algo que va contra los dogmas de mansedumbre y obediencia del neonazismo español.
Iconoclasta, el hombre. 