
Lo de la constante masturbación de jerarcas políticos, burócratas y personal sanitario de los nuevos nazismos occidentales del coronavirus (antes de marzo del 2020 “democracias”); no se les debe tomar en cuenta como pornografía política amateur, debe ser un efecto de las diez dosis de vacuna que se han chutado para asegurarse una larga, mullida y lujosa vida con la pasta que las farmacéuticas les han dado en comisiones y sobornos.
No jodas con los rijosos monos nazis, no pueden dejar de acariciarse obscenamente a cada momento.