
La Xunta Nazi Autonómica Gallega va a vigilar bajo el agua a todo el que mee en su mar, que es suyo y muy suyo (del gobierno nazi, claro).
Lo mejor de todo y más jocoso, es que el ciudadano o votante español está tan castrado mentalmente de libertad, que todas estas leyes y estupideces o cualquier prohibición; le parecen buenas, lógicas y necesarias.
Aquí no hace falta memoria histórica, seguimos viviendo en la dictadura franquista.
España es un nicho de fascismo, y si hay un Caudillo que se llamaba Franco; ahora los hay con toda clase de nombres en todos los idiomas y dialectos del territorio de la península ibérica, cuna y nicho de dictaduras eternas y pobreza extrema. En el gobierno central un Caudillo jefe y por cada taifa o autonomía, un Cacique controlando sus campos de concentración regionales. Como un narcogobierno latinoamericano; pero con folclore franquista o falangista español.
A lo mejor el nazismo gallego no espía bajo el agua, sino que pesará a cada bañista antes de pisar la playa. Y a la salida, al que pese menos se le multará por meón hijoputa.