
El show doctrinal emotivo de preguntas y respuestas del Caudillo Penitenciario Fascista Español Homosexual Sanitario, en su mismo palacio; acabó en una lefa cremosa en las caras angelicales de sus actores y una lluvia dorada para todos aquellos que escucharon y vieron con un inimaginable asco el bochornoso teatrillo de auto propaganda electoral.
España ha vuelto a la Edad Media y los teatros de polichinelas para la población obrera o paria trabajadora, es ya un nueva distracción barata. Y dada la desculturización programada del pueblo manso, obediente y aplaudidor, sin duda alguna habrá sido considerado como un alarde de ingeniería política y europeísmo.
Solo le faltó al Caudillo, repartir ostias rellenas de cocaína entre sus discípulos preguntadores.