
Me gusta el cine oriental porque es violento en la misma medida que el cine occidental es infantil, cobarde y homosexual.
A pesar de su aventajada tecnología y comodidades, muchos países orientales son gentes con fuertes instintos combativos, territoriales, ofensivos y defensivos.
De Asia surgió la cultura que instruyó al planeta, particularmente a aquella Europa prehistórica en plena edad media, que no sabía más que pastorear cabras y guerrear entre aldeas pobladas de muertos de hambre.
La ruta de la seda educó a toda Europa, donde el oscurantismo del cristianismo lo pudría todo.
Me da paz que los orientales se mantengan dignos.
Todo indica que Oriente volverá a dominar el mundo. Y Europa volverá al oscurantismo y sus guerras rurales entre palurdos, analfabetos y creyentes aldeanos; pero siempre con un pie oriental en sus cuellos.