
Los que soñaban con seguir robando la libertad de respirar y no enfermarse, ladran feroces su decepción.
Si algo tiene el nazismo sin duda alguna, no es la elegancia.
Y mucho menos la ética y la honradez.
Se los come su propia mierda fascista.
Los que soñaban con seguir robando la libertad de respirar y no enfermarse, ladran feroces su decepción.
Si algo tiene el nazismo sin duda alguna, no es la elegancia.
Y mucho menos la ética y la honradez.
Se los come su propia mierda fascista.