
Lo que es imposible es vivir bajo un gobierno nazi penitenciario homosexual sanitario, con sus jerarcas como el de la foto; que cada vez que decretan sus corruptas leyes de acoso y extorsión a la ciudadanía, sus doctrinas de comida y hábitos sexuales. Así como la perversión de la enseñanza y el lenguaje, cubren de mierda a todo aquel que tenga unas mínimas inquietudes por la libertad, la ética y el conocimiento.
Este tiparraco se ha creído un mesías de esos de “quien bien te quiere te hará llorar”,
Puto fariseo…
Lo único que transforman son las ciudades en lands nazis.