El porno solo provoca pajas, masturbación y caldear el sexo para una buena follada puramente animal.
La violencia la provoca el nazismo sanitario maricón español carcelero, al prohibir las necesidades biológicas como el respirar y el pensar. Y ahora meterse en tu cama para follarse a tu pareja y así enseñarte cosas que ningún animal del planeta necesita que le legislen.
La dictadura nazi española penitenciaria homosexual sanitaria es la portadora de una violencia que está marcando récords.
Eso de los mesías que te dicen cómo, cuándo, dónde y a quién follar, es la peor idea que hayan podido tener, están atentando contra lo más sagrado de una especie.
Iconoclasta, el hombre. 