La ley del sí es sí, un nombre que suena bien para una masa votante infantilizada que se alimenta de monosílabos para evitar el dolor de cabeza de un vocabulario culto; se podría haber resuelto rápidamente en menos de un día vía decreto, como tanto le gusta al Caudillo Nazi Español Penitenciario Homosexual Sanitario.
Y así, los errores apenas hubieran tenido consecuencias.
Pero si un decreto no sirve para extorsionar, acosar, humillar, enfermar, discriminar y arruinar a la casta paria o trabajadora española, no se publica en el BOE. Si no aporta beneficios a la caterva de jerarcas y burócratas nazis españoles, puede esperar meses.
Es por ello, por la falta de incentivo monetario, que lo mismo que paralizaron y encarcelaron a un país en menos de veinticuatro horas. O le regalaron el Sáhara a Marruecos también por vía urgente; no arreglan una mala ley que está premiando a los delincuentes sexuales (si es que lo son).
El Nazismo español poscoronavirus, no es muy dado al trabajo serio.
Iconoclasta, el hombre. 