Y bueno, España es una de ellas.
Nada nuevo bajo el sol.
En México mismo, recuerdo que compraban votos con saquitos de frijoles y tarjetas regalo para gastar en algunos supermercados. E imagino que en Venezuela repartirán muñecos Super Maduros o cosas así, aunque allá, el voto no es motivo de alegría para los venezolanos que desconfían un poco ya.
En toda dictadura hispanoamericana comprar votos es un acto democrático. No sé porque se escandalizan tanto por lo de Melilla.
Hay gente con muy poco mundo visto.
Iconoclasta, el hombre. 