Archivos para julio, 2018
Cumple años Anna Song
Publicado: 6 julio, 2018 en Chusma, Cine, Citas, Conclusiones, Humor, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant
Orgullo vacuno
Publicado: 3 julio, 2018 en Absurdo, Chusma, Conclusiones, fotografía, Histéricas, Humor, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant

No sé si hoy las vacas están contentas o molestas: mugen mucho y muy fuerte.
Y pensando en la puta y ya folclórica tradición social de la ciber comunicación, se me ocurre que con toda probabilidad debe ser su día de orgullo vacuno.
Todos los seres de este mundo tenemos derecho a gozar de nuestro vanidoso día y sentir con feliz ingenuidad que toda la humanidad nos respeta y admira.
¿Las vacas tuitean nerviosas con sus grandes pezuñas? ¿Y también retuitean?
¿Hay un día del orgullo macho? Si no, ¿para cuándo?
¿Y día del orgullo gordo? Porque soy macho y gordo.
Me río con los chistes de gordos; pero son muy crueles. Lo juro…
¿Ser macho es delito? Es posible que alguien haya tuiteado una ley de mierda penalizando ser macho y otra para adorar obscenamente a las hembras.
Es una gran responsabilidad ser un tolerante mierdoso.
Buen sexo a las vacas que mugen despreocupadamente tuiteando aburridas.
Fuck news
Publicado: 1 julio, 2018 en Chusma, Histéricas, Humor, ReflexionesEtiquetas:Citas, Humor, Iconoclasta, Música, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, romanticismo, Ultrajant

El Probador de Condones reflexiona sobre parafilias
Publicado: 1 julio, 2018 en Conclusiones, Humor, ReflexionesEtiquetas:duchas doradas, el probador de condones, escatología, Humor, Iconoclasta, machismo, Pablo López Albadalejo, parafilias, putas, sexo, Ultrajant

Paseando por la Cataluña rural y profunda este primer domingo de julio, he encontrado un lugar en el que se celebraba no sé qué cojones y había la hostia puta de mucha gente.
Ya estoy acostumbrado a las desdichas de ser esclavo, salir poco de viaje y si sales, que lo encuentres todo podrido de tanta chusma.
A veces, desearía volver rápidamente a mi tranquilo departamento de control de calidad en la fábrica de condones cuando veo estas aglomeraciones de pobres; pero sonrientes.
Cientos de tiendas de campaña y rostros legañosos a las 11 de la mañana moviéndose en grupos de cuatro o cinco cabezas hacia los meaderos y aseos comunitarios.
Yo no podría. Cagar requiere cierta intimidad.
Y por otra parte no estoy interesado en ver como defeca otro ser humano, aunque tenga las mejores tetas del mundo y el coño más terso y lustroso.
De todos es conocida esa paranoia sexual o parafilia: la escatología, el “arte” de follar y cagarse encima del follado o embadurnarse la mierda por el cuerpo.
Mi cerebro no está podrido como el de esos fetichistas escatos y meones.
Aunque si la puta que pago bebe cosas sanas y no tiene infección en las vías urinarias, no me importa verla mear de pie sobre el colchón a tres o cuatro metros de distancia y masturbarme elegantemente ante ella para que se sienta mujer de verdad.
Lo del mear está bien si no me salpica. Al fin y al cabo, Dios se mea en el Papa, éste en sus secuaces y éstos en forma de bautismo en los crédulos.
Sinceramente, a mí no me mea ni Dios.
Tengo mis gustos, no soy un santo (lo digo con orgullo). Una fusta, un consolador rudo y un trapo negro para los ojos, son complementos muy apreciados en el cuarto de follar. Junto a una navaja muy afilada.
Hace tiempo, a mi santa (no solo follo con putas) le corté suavemente la piel del muslo con una navaja de afeitar, muy cerca del coño (cuando se lo lamía) y se me corrió como pocas guarras he visto. Es mi mujer y la amo por estas cosas obscenas y porque limpia la casa y cocina bien.
Siempre es más higiénica la sangre que la mierda o los meados.
Me gusta a veces jugar duro y dejar las mariconadas como Sombras y Greys para las amas de casa mal folladas, esas que desean encontrarse con un hombre como yo de una vez por todas.
Seguiré paseando a ver si acaba ya el puto domingo.

Iconoclasta
