
El titular ha llegado tarde, hace semanas que los reinos taifas y sus ayatolás (presidentes autonómicos) están hambrientos por tomar el poder y así, robar todo asomo de libertad y arruinar a la población.
Los fondos de la unión europea del coronavirus es un jugoso botín para repartirse y se les escapa la baba echando mano hacia los billetes.
Es como Alí Babá (los caudillos Sánchez, Iglesias y sus secuaces íntimos) y los cuarenta ladrones (gobiernos autonómicos).
En España, vivir arruinado y preso es el final al que aboca el fascismo de la nueva normalidad, lo que importa ahora es la capacidad de elección de los oprimidos, de cómo vivir el final: como gusano sumiso o con dignidad y rabia.