
Los investigadores van a tener que sacarse la mascarilla por la risa tonta que les va a dar, por la difícil tarea de escribir: “Ya estaba muerto antes de la vacuna”, y seguramente, estaba muerto por la covid.
Respecto a la familia, como en China tienen que pagar la bala del ejecutado por el régimen, aquí les harán pagar alguna tasa de la que con toda probabilidad, ya están preparando el decreto.