
Al nuevo y normal gobierno fascista español, a sus caciques, les encanta de forma insana y parafílica clausurar todo, cerrar locales y playas exhibiendo su ansia de poder y su fascismo rayano en el sectarismo más puritano. Digo yo, que se les debe poner dura y las bragas empapadas al ejercer su recio fascismo de la cobardía y el timo al cabestro.
Disfrutan más que un cerdo en una charca con sus decretos fascistas y sus cierres déspotas.