Lo bueno del brazalete nazi (pasaporte coronavirus), es que provocará que todos los vacunados vuelvan a infectarse de coronavirus, ya que actualmente en muchas taifas autonómicas españolas gobernadas por caciques autonómicos nazi, se viene exigiendo el brazalete nazi para entrar en el local o las discotecas. O sea, solo se contagian entre ellos, entre los vacunados.
Porque las vacunas no vacunan a todo el mundo, ni por mucho tiempo (es algo que los propios gobiernos nazistas del coronavirus dicen cada día: por ellos mismos y por la prensa que han comprado).
Y un porcentaje tan pequeño de no vacunados como el de España, no puede infectar a los vacunados ni desbocar la tasa de contagios de cabestros por metro cuadrado.
Así que es increíble como la chusma se cree el cuento de las vacunas y que la culpa es de los no-vacunados, es algo que solo puede ocurrir en este tiempo en el que la sociedad ha degenerado tanto al infantilismo, el inmovilismo y la cobardía; que cualquier trilero (líder político en el poder) les mete gol, vacuna, bozal, miedo e impuestos usureros.
Eso sin contar, que en mi pueblo, el 98 % de cabestros usa bozal. O sea, los cabestros otra cosa no tendrán; pero son obedientes cosa mala.
Y se infectan alegremente.
Otra buena y divertida conclusión de la picaresca del gobierno nazi, es que los contagios de coronavirus, no son reales, puesto que cuentan en sus “estadísticas” a hipocondríacos, resfriados, griposos y con diarrea. Amén del que busca la baja laboral para darse unos días de descanso a costa del coronavirus.
Que impongan el tan cacareado brazalete nazi, lo único que va a provocar son risas y el pavor de los vacunados que van a contagiarse en una orgía sanitaria entre ellos mismos.
Es obvia la necesidad de chutar todas las vacunas posibles por parte de los Nuevos y Normales Nazismos Sanitarios, porque los porcentajes de dinero que ofrece la industria farmacéutica a las falsas democracias occidentales, son todo un aliciente para que los diputados y presidentes de los gobiernos y las pseudo-oposiciones, se pasen por el culo sus constituciones con todos sus derechos fundamentales y más básicos.
El Nuevo y Normal Gobierno Penitenciario Fascista Español del Coronavirus y otros muchos más de los países occidentales, son corruptamente ambiciosos; pero absolutamente estúpidos (como la masa humana que mantienen acobardada y embozada). Es por esa misma imbecilidad, por la que con total descaro, sueltan sus mentiras sobre los no vacunados y la solución final: brazalete nazi.
Estamos gobernados por una idiocia clínica y ya crónica.
Iconoclasta, el hombre. 