Tras doce noches de encarcelamiento, tras trece días completos de acoso, represión y asfixia mediante bozal (vulgarmente mascarilla) a cielo abierto, los contagios por coronavirus no hacen más que subir.
Y todos sabemos que estas cosas, la cancillería catalana dirigida por su Cacique Autonómico Nazi, feroz de entre los favoritos del Nuevo y Normal Caudillo Penitenciario Fascista Español del Coronavirus; las soluciona triplicando o cuadruplicando las semanas y tiempo de encarcelamiento para los catalanes. Porque los catalanes son los culpables de su propia enfermedad; pero sobre todo: cuando el cerdo (el cacique autonómico nazi catalán) prueba la sangre (el nazismo, el abuso, acoso, ruina, asfixia y encarcelamiento masivo), no quiere otra cosa. El nazismo, todo fascismo, es una excrecencia en un cerebro (muy pequeño) esquizofrénico con delirios de grandeza.
Con tribunales corruptos avalando su locura…
En Cataluña estamos muertos, cuanto más suban los contagios, más dura será la prisión y la asfixia.
Que suerte tienen otras autonomías, y maldita sea la mía…
Iconoclasta, el hombre. 