
En España, la clase baja o trabajadora deberá en el próximo invierno comerse su propia mierda para poder pagar la factura del gas. O sea, el robo es absoluto e impune.
Porque resulta que en pleno verano la factura del gas sube como la de invierno, como si estuviera funcionando la calefacción a toda hostia puta con treinta grados de temperatura en la calle.
El Estado Penitenciario Fascista Español, carga impuestos a las distribuidoras; con lo cual, las distribuidoras cargan en la factura ese impuesto de tal forma que estamos pagando facturas de gas de calefacción, para que el estado y la mafia de distribución energética sigan aumentando su riqueza; los únicos que pagan impuestos usureros son los trabajadores y cada vez son menos.
España está muerta, arruinada por un narco gobierno que se ha asociado con las mafias distribuidoras de energía.
A partir de la próxima factura en septiembre, la gente deberá elegir entre comerse sus excrementos o pagar las facturas de gas y electricidad.