
Es que se han convertido en verdaderas nenazas gracias a un consumismo feroz y un adoctrinamiento para idiotas, aún más voraz. Los hay que acarreando a su hijo/a/e en brazos ofrecen al mundo un rostro compungido de emotiva maternidad.
Y no tardarán, aprovechando el tirón de las hembras, los machos en pedir baja menstruatoria.
La mariconería junto a la dictadura, corre como una alcantarilla a cielo abierto por la península endogámica ibérica.