
Y resaltado entre las mentiras del titular, los inacabables y absurdos cargos y ministerios que ostenta la protagonista del panfleto de la prensa prostituida al estado español. Cada palabra y cada cargo, representa una prima de miles y miles de euros entre su sueldo personal y su corte miles de funcionarios. Sus tarjetas de visita deben ser como rollos de papel para limpiarse el culo.
Todo fascismo es ridículamente provinciano y rimbombante hasta el asco.