
Estos que dicen que no se visitó la Luna, fijo que son los mismos que con urgencia religiosa y fe ciega se metieron el bozal en el hocico durante meses sin descanso, incluso en la intimidad de sus casas y aún no se lo han quitado. Y también se dieron bofetadas por ser los primeros en meterse las quince dosis de vacuna de coronavirus más, una de refuerzo.