
Como en cada otoño llega el cambio de hora, la medida fascista del poder que viene a decir a la chusma que amanece y anochece cuando ellos, los dirigentes fascistas, así lo ordenan.
Y así las gallinas humanas tienen nuevo horario de poner huevos en sus granjas.
No se ahorra ni una mierda, al contrario, mantienen departamentos con funcionarios a costa del trabajador con personal trabajando para esta medida fascista ideológica.
Y lo divertido es que viene la noticia, con exactamente las mismas preguntas idiotas de cada año, porque saben que la chusma no se entera de una mierda, por mucho que se lo escriban resaltado y en negrita.
En fin, misma mierda para otro año (de mierda también).
Que les den por culo y por la boca excremento.