La ministra nazi solo conoce la dictadura, no tiene suficiente cultura para conocer la palabra cautela.
Hace más de dos años que el cerdo (el estado español penitenciario fascista homosexual sanitario) probó la sangre (la represión, el acoso, el robo de la más elemental libertad y el control absoluto de los medios de comunicación). Y ahora el cerdo no puede desprenderse del símbolo de su dictadura: el bozal (mascarilla le llama), sus acosos continuos a la libertad y la corrupción impune.
Porque a los ladrones y tiranos jerarcas que forman el gobierno español, les encanta entre raya y raya de cocaína, reírse viendo a los ciudadanos apilarse en vagones de metro y en autobuses como bestias con sus bozales, la marca ganadera del Estado Penitenciario Fascista Español Homosexual Sanitario. Porque si los jerarcas españoles prohíben a la población respirar decentemente, la humillan, enferman y callan, su vida homosexual se hace mucho más interesante y activa. Y millonaria…
El estado español es un burdel de degenerados descontrolados de toda ética.
Iconoclasta, el hombre. 