Sin novedad alguna continúan las oscuras noches de prisión, policías y ratas; en un “democrático” toque de queda marcial. Siguen eternas las putas noches fascistas de una España Cobarde y Castrada. Una, enferma, cobarde y mezquina; debería ser su lema.
Las noches del miedo y la sumisión son noches de vergüenza y asco. Putas noches…
Las noches de los aplausos y la indignidad son noches de vergüenza y asco. Cochinas noches…
Las noches de la desconfianza y el acoso son noches de vergüenza y asco. Sucias noches…
Las noches de la hipocresía y la ignorancia son noches de vergüenza y asco. Apestosas noches…
Las noches negras de espías y envidia son noches de vergüenza y asco. Repugnantes noches…
Las noches de la pobreza y amén son noches de vergüenza y asco. Pornográficas noches…
Las noches de ratas y policía son noches de vergüenza y asco. Bastardas noches…
Las noches de cárcel y calles oscuras son noches de vergüenza y asco. Perras noches…
Las noches de televisión y mentiras son noches de vergüenza y asco. Mezquinas noches…
Las noches de los caudillos, caciques y serenos son noches de vergüenza y asco. Vomitivas noches…
Las noches del coronavirus y el fascismo son noches de vergüenza y asco. Enfermas noches…
Son las auténticas noches de la vergüenza y el bochorno, en las que los caudillos y caciques decretan que la libertad es enfermedad y los mediocres frente al televisor y el móvil, lo creen con fe analfabeta. Son las noches que avergüenzan a mujeres y hombres; y dan paz y protección a las bestias de las granjas humanas. Y a la noche de la vergüenza y la náusea, le sigue el amanecer indigno del bozal y las miradas cobardes. Un nuevo sol para respirar el aire corrupto que se acumula en el bozal de sus hocicos medrosos.
El nuevo y normal fascismo español del coronavirus, del miedo y la vergüenza; ha llevado a España a la edad media, de donde nunca debería haber salido.