Estaba YO pensando que cuando me muera, no quiero monedas debajo de la lengua, ni en los ojos. Quiero que me las metan en el culo y Caronte se joda.
A ver si una mierda de barquero me va a tocar los cojones también cuando esté muerto.
Es que hay días que uno razona brillantemente y se da cuenta de cuantas tonterías se han escrito y dicho a lo largo de la imbécil historia de La Tierra.
Archivos para septiembre, 2014
YO y el barquero Caronte
Publicado: 18 septiembre, 2014 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
El árbol humano, una novela de Iconoclasta
Publicado: 18 septiembre, 2014 en Lecturas, TerrorEtiquetas:arte, árboles, El árbol humano, fantasía, hombres, Iconoclasta, literatura, novela, Pablo López Albadalejo, soledad, terror, Ultrajant
«La soledad es su naturaleza, o una parte de ella. Porque su otra naturaleza se marchita de pena entre savia y fibras que no acaba de asimilar como suyas.
Las noches son el descanso de los árboles, la fotosíntesis es agotadora.
El vegetal se retira y da paso al hombre.
Al hombre más solo del mundo.» (Iconoclasta)
Para leer en:
http://issuu.com/alfilo15/docs/el___rbol_humano_libro
y
http://binibook.com/details.php?id=1656
Tarjetitas de la sabiduría de Iconoclasta «touch»
Publicado: 18 septiembre, 2014 en Humor, Lecturas, Manuscritos, ReflexionesEtiquetas:humor, Iconoclasta, lecturas, manuscritos, obsequio, Pablo López Albadalejo, provocación, Reflexiones, Tarjetitas de la sabiduría de Iconoclasta, Ultrajant
Las Tarjetitas de la sabiduría de Iconoclasta ya no son virtuales. Ya se pueden tocar, doblar, usar como papel higiénico de emergencia, etc…
Personal e intransferible
Publicado: 17 septiembre, 2014 en Amor cabrónEtiquetas:amor, Amor cabrón, desilusión, fracaso, Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, prosa dramática, ruptura, Ultrajant
El amor debería ser personal e intransferible, debería tener la propiedad conmutativa solo entre los amantes. Todo lo demás es injerencia e intromisión.
Es una lente que deforma lo real para hacerlo ideal, no hay nada de malo en ello; al contrario, es hermoso que alguien te convierta de la vulgaridad a un ser especial.
Lo malo del amor es que es una dulce e hipnótica trampa y cuando falta lo que amas, la vida pone las cosas en su sitio. Y tu sitio es el rincón polvoriento frente a un televisor apagado. Con la gloria erecta entre las piernas que se ha convertido en un monumental tótem al vacío.
Hubo una lente que lo hizo grande. Demasiado.
No es monumental, es solo sórdido.
Y cuando falta lo amado, es vergüenza.
Cuando fallan las propiedades del amor y dejas de ser personal e intransferible, te conviertes en una patética caricatura de lo que un día te hicieron creer ser. La realidad te empuja a la cuneta del camino, tomas tu tótem, tus ilusiones y tus vanidades y desapareces devorado por el espejismo que crea un implacable sol en el horizonte.
Dejas de ser valioso, dejas de ser especial y vuelves a la mediocridad con el peso de la vida cargando en los hombros, un reo condenado a trabajos forzados.
Personal e intransferible se convierte la penumbra que buscas para ocultar la vergüenza.
Personales e intransferibles son las ternuras, los deseos, los reproches y el ridículo que los recuerdos esconden. Y sigue habiendo belleza ahí, es lo malo, es lo tortuoso.
Piensas en los que ahora son los personales e intransferibles, los que ocupan y compiten por el trono…
El universo es cambiante. ¿Cómo no lo iba a ser el amor?
Pecaste de inocencia, dejaste un resquicio demasiado grande a los sueños. No es arrepentimiento, volverás a caer en ello. Solo una decepción, otra más para el álbum.
Tal vez algún día vuelvas a ser personal e intransferible, pero no te fíes, el tiempo pasa y la gente muere. Y tú mueres más rápido que nadie, es tu propiedad. No eres personal e intransferible, solo eres mortal.
Sigues amando lo que creíste ser exclusivo tuyo, no hay porque dejar de hacerlo, no es necesario si solo lo piensas y lo sueñas.
¡Shhh, calla! Solo piensa…
Eso no hace daño más que a ti mismo. Nadie te reprochará nada si no te oyen.
La falla generalizada de las propiedades del amor se convierte en una penitencia, un cilicio que hace llagas en la piel que cubre las costillas y agrieta el prepucio cuando las manos sucias de polvo y sílex masturban con tormento.
Tal vez la exclusividad vuelva algún día a hacerte especial, tal vez…
Eres tenaz a pesar de tus culpas.
Los errores no se tienen en cuenta, forman parte de la realidad, eres falible, eres en ti mismo un error de tus padres. Fallos en la genética, en el pensamiento…
Volverán las equivocaciones y confusiones y serás culpable y responsable de nuevo, es un ciclo finito, la muerte lo acaba todo. Eres lo suficientemente maduro y has sido suficientemente castigado para saber que fallarás de nuevo. Eres tan falible como el amor.
Follarás de nuevo…
Es una suerte que sea un ciclo finito.
Muerte rima con suerte, es una ironía macabra.
Personal e intransferible, con toda certeza, es la parca, nadie puede sentir la muerte como uno mismo, nadie puede sentir tanto dolor y miedo como el que muere. Cuando sientes que la vida se escapa de los pulmones, el corazón se hace cada vez más lento, la sangre deja de correr… No hay muerte dulce.
Nadie te acompaña ahí, ni el amor ni lo amado.
Personal e intransferible… Solo a veces.

Iconoclasta
La Santísima Trinidad
Publicado: 17 septiembre, 2014 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Relaciones sexuales internacionales
Publicado: 17 septiembre, 2014 en ReflexionesEtiquetas:complejo, Crítica social, dignidad, estupidez, extranjeros, Iconoclasta, indignidad, inmadurez, Pablo López Albadalejo, palurdos, pueblerinos, sexo, Ultrajant
Hay provincianos y provincianas tercermundistas que con servilismo de retardados mentales, sienten admiración por la carne estadounidense, sueca, alemana, inglesa o italiana.
Y entonces deciden llevarse a la boca, el culo o el coño esa carne para salir del negro abismo del agobio que llena sus tristes y grises vidas.
Piensan con ese poco cerebro que alguien les ha heredado, que esa polla o coño que van a saborear sabe a mermelada. Al final, acaban bebiéndose y oliendo la misma orina que han mamado de los genitales de sus paisanos. Eso sí, son lácteos de otra región, un poco de exotismo ganan, aunque dure una mierda.
La verdadera razón de que los idiotas se deslumbren ante seres de razas «superiores» y se los follen o les hagan una buena comida de bajos, es para curar su baja autoestima y sus complejos de cargar con un cerebro poco eficaz. Y pretender ocultar a un forastero esa vulgaridad que reina en sus vidas. Creen que el extranjero no es un subnormal como ellos, pero quien tiene un poco de cerebro, no cree en razas superiores ni en hombres o mujeres que sean mejores que él mismo, aunque vengan de otro puto planeta.
Como si follarse a uno del norte, los hiciera del norte.
El servilismo, la ignorancia, y un retraso mental es caldo de cultivo para una prostitución fácil o barata. Por mucho que la quieran disfrazar de ligue o de conquista.
Otra cosa son las putas y los chaperos, que no tienen complejos, solo van a por dinero, sin pensar que se la están comiendo a Odín o a una walkiria. Son un poco más inteligentes que los y las idiotas que se ponen cachondos/as con carnes eslavas, arias o sajonas.
No jodas… Yo no le como el coño ni a una princesa si no me parece algo interesante, y se lo voy a comer a una rubia gilipollas por ser simplemente de una región del norte.
La dignidad no es algo que se pueda debatir o negociar. O hay dignidad, o se trata de un perro o una perra metiendo el hocico en el culo de otro perro o perra.
¿Razas superiores? No…
Solo hay retrasados mentales en todas las regiones del planeta.
La misma mierda de siempre, nada nuevo bajo el sol.
Vamos que lo que se aplica al fútbol internacional, se aplica al sexo internacional entre idiotas.
No es malo follar con carne eslava (por ejemplo), lo malo es ser tan idiota de creerse que es especial…
Las orientales son otra cosa, que conste. No es que las admire, que yo soy muy digno; pero es que no son italianas, alemanas, inglesas, suecas o estadounidenses. Son más espirituales.
¡Ja! Me parto…

Iconoclasta
Patriotismo
Publicado: 16 septiembre, 2014 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Los días de las independencias y patriotismos tienen un tufo fascista, sea cual sea el país que lo celebre.
Y es que el fanatismo y chauvinismo es universal, si no hay ingenio en algo se ha de distraer la peña.
Equivocaciones
Publicado: 16 septiembre, 2014 en Humor, Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant

Pensamos, presentimos y sentimos; y todo esto obedece a un fin: equivocarse.
Para bien o para mal el único aliciente de la vida es lo inesperado.
Porque lo previsible mata la ilusión.
Somos condenada y maravillosamente falibles.
Para mearse…
El lugar de las flores, en Binibook
Publicado: 15 septiembre, 2014 en LecturasEtiquetas:binibook, descargas, escritor, lecturas, literatura, Pablo López Albadalejo, Relatos de Iconoclasta, Ultrajant
Miedo humano
Publicado: 14 septiembre, 2014 en Lecturas, ReflexionesEtiquetas:Iconoclasta, Pablo López Albadalejo, Reflexiones de Iconoclasta, Ultrajant
Hay que adaptarse primero a la vulgaridad para reconocer la belleza.
Conocer a la humanidad es darse cuenta de que muere y mata por cobardía.
Dos axiomas.
Hay muerte en todo tiempo, en todo lugar. Y eso no resta belleza a nada.
También hay vida.
El miedo no es una virtud, no es bello.
¿Entonces por qué no ver la parte positiva de este mundo? Hay tanto optimista, que los comentarios sobre la cantidad de muertes, son siempre tristes.
Pues muy sencillo: la muerte de otros les hace pensar en la suya propia.
En cambio, la vida de los demás distrae. Simplemente hace compañía aunque sea mala.
Los humanos son los únicos que piensan que van a morir y qué cojones va a ocurrir cuando llegue la hora.
Es la verdadera razón de la evolución del hombre: el miedo a la muerte.
Tal vez, el tan cacareado amor sea solo un medio desarrollado evolutivamente para no colapsar el pensamiento y la conducta con ese miedo.
Las gacelas no dejan de comer por miedo a ser cazadas por los depredadores.
Los humanos dejan de ser libres por miedo a ser matados por otros humanos.
Y creen amar por miedo a la soledad.
Una bala mata la palabra, la esperanza y la vida; pero sobre todo mata el miedo y la frustración.
Tampoco es tan mala la caza entre humanos.


