Archivos para abril, 2021

Un gueto cualquiera en el estado fascista español, en cualquiera de sus taifas autonómicas gobernadas por severos caciques.
Son las 21:30 y la calle está desierta, silenciosa, muerta.
Las viviendas nunca han guardado tanto silencio por el temor a la policía y al coronavirus, se diría que alzar demasiado la voz les podría llevar a entrar en tu casa derribando la puerta, a ambos.
En los campos de concentración y en los guetos, el silencio absoluto es cuestión de supervivencia.
Tan solo las amenazantes y tenebrosas patrullas de la policía política del nuevo y normal régimen fascista español del coronavirus, rompen el silencio momentáneamente al pulular a la caza de aquellos quienes intentan salir de la prisión en la que han convertido las viviendas del gueto.
Sin embargo, las calles lucen más brillantes que nunca: han mejorado la iluminación nocturna para evitar sombras que puedan ocultar a los que intentan conseguir unos minutos de libertad. Joderlos como sea es su única misión.
Hay mucha luz para que la policía política del régimen ejecute sus sentencias apoyada por una maligna red de delatores, como en todo régimen oscuro; negro como cruces de la SS.
Los campos de concentración de la España Fascista y sus Taifas Autonómicas gobernadas por feroces caciques, son obscenamente eficaces en quebrantar libertades y derechos.
Aunque las fuerzas fascistas lo tienen fácil para realizar sus acosos, represiones y encarcelamientos; mucho más que en los guetos de Varsovia en la Segunda Guerra Mundial. Los habitantes de un gueto español, con total seguridad respiran con un bozal en el hocico dentro de su propia casa (como en el campo, lejos de cualquier control) y les han educado en el lema: “la libertad es enfermedad”.
Los han amaestrado bien: se sienten protegidos como antaño en aquel longevo fascismo de Franco con el que vivían mejor.
Tras las nueve horas largas (se encierran ellos solos antes de la hora) de prisión nocturna, los habitantes de los campos de concentración españoles volverán a sus trabajos (quienes tengan), encenderán los receptores de televisión o atenderán el teléfono móvil para escuchar los bandos matinales del Nuevo y Normal Régimen Fascista Español del Coronavirus que, como cada mañana les anunciará que durante la noche (a pesar de las calles desiertas y muertas de todos los guetos del reino fascista) el número de contagios ha subido pavorosamente, por lo cual continuarán vigentes las leyes marciales de prisión nocturna y anulado todo derecho fundamental. El bando diario del fascismo se despedirá hasta una nueva emisión con su lema de estado: “La libertad es veneno. Fascismo forever).
Y el adoctrinamiento del miedo en las escuelas de los guetos proseguirá de la mano de maestros afectos al régimen, de esos que creen con fe ciega que podrían morir si al caminar por la calle, se les desprende del morro el bozal (aunque en su ingenuidad, le llaman mascarilla).
Maquiavelo debería leer esto, eyacularía en el tercer párrafo.
–¡Shh…! ¡Silencio, la bofia se aproxima!
(Extracto de “Las noches en el gueto”, diario de Iconoclasta Frank)

Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

Este titular es una cochina mentira de tantas del Nuevo y Normal Fascismo Español del Coronavirus.

La prensa española (toda aquella que publica en la península ibérica y otras que tienen prostituidas a través de internet), no solo apoyan al gobierno fascista (de carácter estalinista; está bien, si prefieren al genocida Stalin antes que a Franco, que se metan a ambos por el culo), sino que ensalza todas y cada una de sus medidas de acoso, represión y prisión. Incluso se erigen en tribuna para solicitar más medidas de privación de libertad.

No existe razón alguna para que el Nuevo y Normal Gobierno Fascista Español “ataque” a la prensa fascista española y sus sucedáneos de internet.

Nunca en la historia la prensa y el fascismo español habían formado un equipo tan perfecto, compacto y sincronizado para ejecutar un robo genocida de las libertades más elementales del individuo.

Pudiera ser que EEUU se sienta celoso de tan perfecta simbiosis y ansían poder ser tan fascistas como los españoles. O bien, el propio Gobierno Fascista Español del Coronavirus y su prensa puta, se hayan inventado semejante mentira para la aliviar la vergüenza y la indignidad del periodismo español. Un titular que es un lavado de cara de la prensa farisea, cómplice, enfermiza y doctrinal de un golpe asesino a las libertades.

Y yo que no puedo parar de reír…😀
Ayer, cuatro mil cabestros corriendo hacia el estadio a por la vacuna… Eso sí que es un verdadero encierro (sí, ya sé “corriendo” es pura retórica, debía ser lo más parecido a una prueba paralímpica)😃.
Y si el bulo hubiera consistido en que se repartían trocitos de papel higiénico usado por el caudillo (el actual), hubieran acudido triplicando el número de pringaos o cabestros..
Si es que la cobardía, la indignidad y el adocenamiento son las más frecuentes y valoradas virtudes españolas de la Nueva y Normal España Fascista del Coronavirus.
Los que inventaron el bulo además de ser unos grandes conocedores de la especie humana (al menos la raza española), deberían también hacer el videojuego del bulo.
Qué risa, coño…😃😃

El problema surge cuando has viajado y conocido otros lugares con tiempo, comprendiendo donde te encuentras y lo que ves.
Lo más probable es que pienses que al fin y al cabo, donde naciste no es tan bueno y perfecto, no se come “como en ningún otro sitio” y no tiene tanta cantidad de climas como para convertirse en el paraíso de mierda que los patriotas o nacionalistas dicen que es.
Si no eres un mediocre con el coco adoctrinado por patriotismos, nacionalismos u otros fascismos, acabas concluyendo que no tuviste muy buena suerte con tu lugar de nacimiento. Y eso ocurre cuando tienes ciertas inquietudes por conocer y saber, y así desarrollas inevitablemente el asco por el lugar que te mantiene prisionero.
Los patriotismos destruyen todo tipo de libertad, adoctrinan basura y tergiversan la historia a su favor. Más que una nación, hoy día los países se han convertido en sectas, en facciones radicalizadas por las redes sociales que a la velocidad de la luz, hacen correr sus mentiras y podredumbres. Sectas formadas por analfabetos funcionales aptos para trabajar y ser estafados en su trabajo y aceptándolo todo de sus amos, a los que han votado, con mansedumbre. Llevan bozales y padecen miedo crónico como si formara parte de su ADN.
El resto vivimos cada día más asqueados de ese fascismo que pretende inculcar sus ideas sucias, su indignidad y una mansedumbre digna de reses en un camión al matadero.
Los patriotas de mierda te quieren joder como individuo y convertirte en un trozo de mierda que haga lo que le dicen.
Los países y sus patriotas son granjas y cerdos, nada más. Los gobiernos solo son criadores o ganaderos de porcino.
La patria podría ser un supositorio en mi recto aliviándome de un estreñimiento, porque es lo que me provoca la devoción patriótica: cagar.
Fuera de sus propiedades terapéuticas, el nacionalismo es un estiércol venenoso para la libertad y el conocimiento.
El ejemplo más obvio es España, sus taifas y su decadente pánico y mansedumbre.

Iconoclasta

Jamás en mi madurez había vivido una época de un fascismo, de una dictadura dura como la que se instauró o decretó el año pasado por medio de su coronavirus, el de ellos, el que les otorga el cetro de la tiranía.
La libertad solo se puede recuperar con violencia, porque hay que matar al dictador. Mientras el cerdo viva, jamás estaremos a salvo de caminar con libertad. Siempre existirá la posibilidad de que vuelva a apresarnos, a obligarnos a respirar mierda con bozal.
Es un hecho, la libertad es plena cuando el que te la roba muere. La violencia te dará la tranquilidad de que ya no existe el cerdo y sentirás que le has devuelto el daño que te ha hecho cuando mees en su tumba. Que pague el cerdo por la noches y días de prisión a las que te ha sometido por su capricho y ambición.
Prisión con sangre se paga, con la del opresor, sea cual sea el coste personal.
Cualquier otra consideración es una merma constante de la dignidad y tirar los años de vida a la basura para luego, morir con un “cobarde” escrito en la lápida.
Nunca me habían robado la libertad de ir adonde quisiera. Nunca había tenido que vigilar a la policía para evitar que me robara mi libertad de respirar como quiera.
Ya nadie mata a nadie por su libertad y deberán hacerlo si son humanos y no cerdos de granja.
La sociedad está muerta y podrida. Y las reses humanas nunca han sido tan desechables. Tan sacrificables en mataderos automatizados.
La libertad es enfermedad, adoctrinan los fascismos surgidos con su coronavirus; la chusma asiente; están convencidos.
La cárcel a cambio de vida es el lema de los nuevos fascismos de días y noches de prisión, días y noches de bozal, como el nuevo y normal fascismo español adoctrina sin descanso en radio, televisión, internet y prensa.
En épocas de asesinos tiranos, la violencia es la única cura que sanará y repondrá la libertad. No hay otra solución a la asfixiante cárcel fascista.
La sociedad está podrida de decadencia, su indolencia, cobardía e ignorancia.
Y cuando llegue el hambre, llegará la guerra. Habrán perdido un tiempo precioso y se habrán debilitado, morirán más en la guerra por ello.
Que muera quien deba, me parece bien. Es mejor que pudrirse en la cárcel cada noche, cada día.
Aunque me joda yo también.

¿Cómo puede llevar la cobardía a asfixiar a tu mascota, a tu compañera?
Los cobardes son peligrosos para los demás, incluso malignos para sus seres “queridos” a los cuales miran con mezquina desconfianza.
Pobre perro… Obligado a llevar un bozal asfixiante por la puta de su dueña.