Archivos para junio, 2020

El Caudillo del Régimen Fascista Español Pedro Sánchez ha decretado un nuevo estado de caridad en lugar de preocuparse por crear trabajo. Ha instaurado un nuevo decreto contra la libertad y la salud con la imposición de las mascarillas. Y no le temblará su fascista mano para meter en campos de concentración a los que muestren síntomas de coronavirus.
Es el resumen de su última homilía de mierda.
Es repugnante, tanto como la cobardía.

Estoy debajo de un puente mientras llueve.
Entre montañas y seres vivos que no son humanos.
Son instantes que se viven cada mucho tiempo.
Instantes de una belleza indescriptible.
Un lujo que no puedes gozar si no estás en el lugar adecuado, o no tienes el valor y la entereza para vivir momentos de intensa soledad y frío.
Hay pájaros que cantan sin miedo y árboles que rugen eufóricos con las rachas de viento que intentan tumbarlos.
Y de vez en cuando el cielo se ilumina con un rayo y el trueno llega sacudiendo la tierra y erizando los vellos de la piel.
Tengo suerte de ser lo que soy, me siento orgulloso de mi fracaso social y de mi absoluto triunfo en el individualismo y total autonomía.
No importa la ropa mojada o la piel fría, importa estar allá, ser con la naturaleza por dura que pudiera ser.
Ni amo ni dios, ni miedo ni pudor.
Si hay que morir se muere, coño.
Y si puedes escribir y describir el momento íntimo entre el planeta y tú, ya no necesitas conocer nada más.
Porque todo lo demás es más de lo mismo, artificial e hipócrita.

El Régimen Español de los Caudillos Sánchez e Iglesias, con el cuento del coronavirus acabará con el cine.
¿Habrá borregos que se metan en el cine a ver una película de dos horas con un bozal, con la mascarilla?
Seguramente que sí, porque será novedoso para ellos.
Yo no pasaré esa humillación por mucho que me gusta el cine.
Y eso quiere decir que el cine y sus puestos de trabajo, también se van a la mierda.
El cobarde fascismo español arrasa con todo lo que se pone en su camino. Con la ignorancia tan propia de los endogámicos.
O se declara una guerra civil o España se extinguirá en su propia cobardía.

La única libertad que los Caudillos Sánchez e Iglesias van a conceder a las comunidades autónomas, es la de multar sin control a todo aquel español o residente en España que no lleve puesta la puta mascarilla, una auténtica trampa para la salud (siempre y cuando no sea un delincuente, porque en el fascismo español, los delincuentes tienen bufet libre).
Hay muchísimos borregos que han vivido emocionados, acobardados y servilmente obedientes a las doctrinas del Régimen Español durante el encarcelamiento (confinamiento represivo policial), durante meses de pánico y sintiéndose a salvo en sus casas; y ahora que pueden salir de sus cárceles, llevan la mascarilla como si les fuera la vida en ello.
Las mascarillas evitan que respiremos los necesarios nutrientes, minerales y microorganismos necesarios para la salud; y obligan a respirar un aire enrarecido, el CO2 expulsado en la mascarilla vuelve a ser respirado. Algo ideal para que las infecciones ataquen al organismo y de una forma más virulenta. Con un poco de sentido común, cualquier lerdo que haya tenido la costumbre de leer sabe estas cosas.
Sin embargo, los Caudillos Sánchez e Iglesias no quieren dejar sus sillones de emperadores del reino y buscan la enfermedad de la población para seguir ejerciendo su despotismo con la aprobación de la ignorante, cobarde, endogámica y decadente sociedad española que acostumbra a votar mierda.

España, su gobierno golpista fascista liderado por los Caudillos Sánchez e Iglesias y la cobardía de su sociedad decadente y endogámica; a pesar de la férrea represión y encarcelamiento de la población, ha sido uno de los primeros países con más muertes por índice demográfico.
La cobardía y paralización por pánico del gobierno y su población, ha servido para crear un ambiente tóxico y unos habitantes débiles y enfermizos por el prolongado encarcelamiento domiciliario. Han conseguido crear un coronavirus más activo y peligroso, gracias a ese miedo paranoico, enfermizo e indigno de los españoles y los dictadores a los que les votaron.
La tiránica cobardía española, ha batido récord Guinness en insalubridad y mezquindad.

He visto una pareja en tándem, él delante, ella detrás.
¿Se alternarán la posición al pasear? ¿O siempre tendrá alguno delante de sus narices la triste espalda del otro negándose una visión libre y amplia?
El tándem es un vehículo indigno, una reafirmación de la autoridad del que lleva la dirección o el mando y el poco valor de quien va detrás chupando culo todo el recorrido. ¿Sus relaciones sexuales serán así, basadas en la dominación y humillación?
Y los pedos que se tire el delantero ¿qué? ¿eh? Se los come todos el que va atrás.
Precioso…
Pudiera ser que la de atrás montara sin pedalear, dejando que el guía protector y jefe se ocupe de ello él solito. Sería genial; pero creo con absoluto convencimiento en la capacidad de auto humillación humana. Estoy seguro de que el de atrás pedalea con más fuerza para ganarse una caricia de su amo, el de delante (lo aclaro porque me da miedo que la peña se disperse leyendo mis geniales elucubraciones y no sepa de quien hablo en la posición del tándem).
Otra cosa sería que el de atrás fuera ciego…
Que nadie se engañe, no es cuestión de ceguera, es cuestión de conformismo ir detrás. Conformismo y sometimiento; pero ante todo, idiotez.
No quiero decir que los que van en tándem sean todos masoquistas, depravados humilladores y humillados o tontos del culo simplemente; pero sí una buena cantidad, la suficiente para que yo luzca jocosamente mi ingenio y reflexiones sobre el tema.
En la foto, la de atrás es tan feliz que hace el avioncito. No os lo creáis, es pura publicidad chunga para que montéis en tándem y el de delante haga de pantalla anti-coronavirus.

Amar es una tarea banal producto de una sociedad acomodada.
No estoy seguro de que en tiempos de supervivencia exista el amor; en el mejor de los casos reproducción.
Creo sinceramente que en las sociedades prehistóricas no existía el concepto de amar.
No tenían tiempo para ello.
Ni para el arte.
En cambio, sí creo que dedicaban tiempo a rezar, el miedo siempre es más fuerte que el amor.
A los dioses no se les ama, solo se les pide cosas y blasfema.
La enfermedad y su dolor dan una repentina fe religiosa al enfermo.
Y la riqueza deja en la cuneta a los dioses. Para que eso no ocurra se inventaron brujos, chamanes, santones, ulemas, rabinos, monjes, sacerdotes, curanderos, etc… Para que los ricos pagaran a los dioses sus honorarios a pesar de no necesitarlos.
La homosexualidad como forma habitual de amar llega cuando la sociedad acomodada alcanza la decadencia. Aparece cuando los humanos ya ignoran que un día fueron comida para otras bestias y potenciales cazadores.
Yo escribo porque me sobra tiempo. No sabría cazar, no podría sobrevivir sin dinero; solo con suerte. Y si hay algo que tengo claro, es que no soy afortunado.
Aunque si matar es sobrevivir…
Me conforta la posibilidad.

Iconoclasta

¿Qué habrá sido de aquellas estafadoras, gitanas de mierda, del centro de Sevilla?
¿Se las habrá comido el coronavirus cuando leían el porvenir en la palma de una mano exigiendo billetitos y no monedas?
Seguro que están más sanas que una mierda.
Joder… Es que cada vez que pienso en el coronavirus, siempre concluyo que ladronas como las gitanacas y como los Caudillos del Régimen Español, no caen muertos, ni siquiera un poco resfriados.
Las putas malas hierbas alérgicas a la muerte…
En cambio, las putas tan hermosas y gratificantes ellas, tienen que trabajar con mascarillas. Las mamadas ya no son lo que eran.
Mejor una mala puta que una gitana guarra y mejor una gitana guarra que un político corrupto.
Y el coronavirus que no acierta a quien matar…

El hecho de que una sociedad haya entrado en un pánico tan inmovilizador como para que les impida realizar sus actividades más básicas de supervivencia, indica la degradación, el grado de decadencia tan peligroso en la que vive. Es inadmisible para cualquier especie del planeta sufrir semejante cobardía paralizadora.
El coronavirus no es nada comparado con la peste neumónica. Hay cosas peores, mucho peores; so cobardes.
Una sociedad cobarde (aunque sea la cobardía de su gobierno) está abocada a su destrucción o caer bajo el gobierno de naciones o gobiernos con determinación y valentía. Enfermedades y epidemias han existido siempre. Los africanos viven con ellas de forma habitual y no se pueden permitir esconderse y no hacer lo posible para comer, para vivir en definitiva.
Tal vez sea un país africano el que tenga fuerza y determinación para ocupar una nación cobarde como España, por ejemplo.
Es el momento perfecto para guerras invasivas entre naciones.
Es fascinante observar en vivo el colapso de pánico en el que han caído las reses humanas en muchos lugares del mundo. Por supuesto, los más cobardes han sido los representantes de los gobiernos e instituciones. Incluso los militares y fuerzas policiales represoras se han cagado por la pata abajo.
Los cobardes no solo merecen ser esclavizados e invadidos por otras sociedades: deben ser severamente controlados y sometidos sin contemplaciones.
Los países valientes y activos, con determinación de vivir; tienen la responsabilidad de cuidar de la pureza y el vigor de la especie humana: controlando las sociedades acobardadas, incluso evitando su reproducción para evitar más sucias líneas genéticas como las que hoy abundan.
Solo una violencia sin límite que supere en mucho a las muertes provocadas por cualquier epidemia, puede resultar un escarmiento a las decadentes sociedades de la tecnología de las redes sociales. Es la única forma posible de erradicar la podredumbre sobre la que duermen las reses humanas de las actuales sociedades occidentales, tan indignamente decadentes.

Iconoclasta

La vida se quiebra con solo un poco de presión, el ser humano es frágil.
Es solo cháchara sensiblera.
La vida no es frágil, han existido esclavos muy longevos. Y hay torturadores que han tenido que trabajar muchísimo para asesinar a sus presas.
La especie humana es dura que te cagas, moragas.
Y debe ser dura consigo misma para no convertirse en plaga.
Las ratas practican el canibalismo con sus crías.
Quiero decir que hay que emplear una fuerza cruel y desmesurada para evitar que dictadores y corruptos vivan muchos años; y mala gente en general.
Si un ser humano vive demasiado, contaminará a las próximas generaciones hasta hacerlas inmunes con los actuales venenos, de la misma forma que hacen inservibles los antibióticos.
Justamente, las ratas tras varias generaciones, se inmunizan contra los venenos que se les pone para su extinción en las ciudades.
¿Veis? Las ratas y los seres humanos comparten muchas cosas además de la basura y los excrementos.