Archivos para agosto, 2020

No quiero vivir rodeado de alegría, es tan banal, mi amor…
Porque la vida está plagada de tragedia y la continua alegría del miedo la ridiculiza.
La sonrisa injustificada de infantiles esperanzas y debilidad le roba la dignidad a la vida, como un cáncer se come una víscera.
Si ha de doler que duela y cuando dejemos de sufrir, reiremos, follaremos, dormiremos juntos nuestro cansancio.
Si ellos ríen siempre, pienso en patéticos e imbéciles.
Porque vivir es morir y desgastarse.
No le veo la puta gracia.
Incluso nacer es trauma.
Cazar o trabajar es causa de heridas y desaliento. De muerte misma.
Yo quiero habitar el Planeta Triste que rinde respeto al esfuerzo y el drama.
Al amor verdadero que nace del agotamiento y la lucha.
Y beber de tus pechos tu esencia, cansado y hambriento.
De tu coño el aceite de la resurrección…
Si amas sonriendo eres un idiota e ineficaz actor o actriz porno.
Los amores mueren en el Planeta Triste. Y los tristianos caminan apenados como si el mundo les pesara en los hombros, buscando otro nuevo amor.
Jamás sonríen cuando duele. Solo ríen por motivos justificados, como la muerte.
No quieren hacer de su vida una ridícula película de superación y final feliz.

Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

No puedo dejar de escribir porque sería no existir.
Mientras lleno páginas con palabras, respiro.
De ahí las dichosas apneas del sueño…
Debo programar una alarma nocturna para que suene cada dos horas y no dejar de escribir así, mis estupideces, esas que me dan oxígeno.
El problema del papel no es el ecologismo, el problema es que los puercos no quieren que escribas tu pensamiento real en un soporte táctil, tridimensional.
Es pura envidia y control.
Es el fascismo de la ignorancia y la incapacidad intelectual global.

Vivir duele todos los días en partes aleatorias del cuerpo. A medida que avanza el tiempo uno siente con precisión cada uno de esos dolores.
Se requiere cierta edad para ser consciente del dolor de vivir.
Duele a todas las edades; pero el descubrimiento del mundo, distrae del dolor.
Hasta que inevitablemente lo sabes todo…
El dolor de vivir, no tiene nada de relativo, el dolor es rotundo, a menos que seas un enfermo mental deseando que te claven agujas en los genitales y en el blanco de los ojos.
Sin embargo, las tristezas son subjetivas: tu tristeza puede ser mi indiferencia o alegría.
Y viceversa.
Cuando leo o escribo “viceversa”, me viene a la mente un espejo en el cual se escurre un escupitajo que deforma mi reflejo.
El espejo esconde y refleja lo que desconozco: mi rostro mismo.
Yo no soy ese ser que me observa con indiferencia y desdén.
Me creía mejor…
Hay un breve momento en la vida en el que te encuentras frente a un desconocido cuando te asomas al espejo.
Y después, lo echas de menos, porque ya no volverá a aparecer jamás ese rostro desconocido que estaba en el “otro lado” y al cual desearías ver para concretar diferencias, incluso preguntarle como es la vida en ese otro mundo.
Tal vez sea mejor así. Una forma de evitar la locura, porque… Si algo es distinto al otro lado del espejo ¿qué o quién es el reflejo?
No quisiera sumar al dolor de vivir, la frustración de ser irreal.
Los espejos esconden las ideas más malvadas.
Y yo reflejo los dolores más vitales aunque no quiera.

Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

Hay que tener en cuenta que la cúpula fascista del gobierno español disfruta de sus selectos prostíbulos con putas y putos de diez mil euros la noche, sobre los que pueden esnifar sus habituales rayas de cocaína todas las noches; emborracharse y pasarse el porro de marihuana como si jugaran al corro de la patata versión hardcore Roma de Nerón.
Incluso comparten supositorios. Y todos ellos protegidos por sus fieros policías anti-ciudadanos (una Gestapo a la española) que cuidan de su secretismo e impunidad.
Así que no se las den de santos beatos porque soy viejo en el oficio.
Del desempleo y el hambre hablaré en otra ocasión.
Es que tengo náuseas de leer tanta mentira fascista de la prensa comprada.
Al final, no consigo contraer el coronavirus (nunca me dan nada gratis); pero he desarrollado una virulenta alergia al fascismo y la cobardía, en forma de prurito genital.
Y los tiros ¿para cuándo?

Cuando sienta que voy a morir haré un último esfuerzo por llegar a la montaña, sea de noche o de día. Tengo cojones para eso.
No avisaré a nadie, no dejaré nota alguna.
Y me dejaré morir en el bosque duela lo que duela.
Porque si algo sé, es que sabes con certeza cuando toca morir. Lo sé de una forma tan rotunda como el respirar.
Y sé que duele.
Morir duele un millón.
Lo único que me preocupa es que no me dé tiempo de llegar a lo profundo del planeta.
Y una vez que encuentren mi cadáver, que se busquen la vida. Si morir tiene alguna ventaja, es la impunidad. No pagas consecuencia alguna por tu acto.
Que se jodan.
¡Bye, vida de mierda! Jode a otro, hija de puta.

Ellos sí que pueden sentirse orgullosos de controlar, reprimir y castigar a los ciudadanos.
Con sus cojones, controlando en la plaza del ayuntamiento, con severidad y ferocidad que todo el mundo lleve su bozal de mierda; y unos meses atrás, que cada paseante tuviera un recibo que justificara porque está en la puta calle que es de ellos, de la policía de la nueva normalidad española de mierda.
Policías con cojones para agredir al ciudadano, cobardes como ratas para detener delincuentes.
Qué orgullo de policía fascista, el orgullo de sus amos los políticos, claro.
Porque no acabo de sentir admiración por ningún perro policía que me acosa y deja libre al asesino.
Puta normalidad de putos policías, de putos políticos.
De cobardes jefes de estado y cobardes policías y ejércitos.
Como es un pueblo, son sus amos y extorsionadores.
Siempre ha sido así el fascismo, muchos cojones con los inocentes y chupársela a los delincuentes.
Ya se pueden ir metiendo las próximas urnas de puta democracia por el culo.
Si fuera la bofia como la de la foto, me dejaría esposar; pero nada más lejos de la realidad y la puta nueva normalidad.

Solo es puto fascismo

Publicado: 13 agosto, 2020 en Sin categoría

Está cantado, los gallegos deberían recibir la medalla al Mérito Cobarde Ibérico.
Y a Castilla y León, Aranda más concretamente, se les debería regalar una gallina de goma (para el baño) como premio de consolación.
¿Los gallegos tienen plumas y cacarean? Pregúntome yo.
La Liga Cobarde Ibérica está que arde. ¿Quién dijo que el coronavirus no traería emociones al límite?

Nadie quiere un dios de barro, dura poco, crea moho y con el tiempo adquiere el color de la mierda seca.
Pero los de oro… Aunque no hagan milagros, son a-dorados por todos.
Y si no, que le pregunten a Moisés lo que piensa de la chusma adoradora de vacas áureas.
Toda aquella huida del pueblo israelita cruzando el Mar Rojo perseguido por los egipcios, para al final, acabar adorando una vaca mal hecha que con toda probabilidad era todo estaño pintado.
Si algo te enseña la biblia (aparte de la mentiras más falaces) es que la humanidad siempre ha sido mezquina, ignorante e imbécil.
La sociedad de hoy día se diferencia de aquella antigua en la forma de vestir y que ahora se dispone de Spotify y no las aburridas panderetas y flautas de pellejo de conejo y madera podrida con la que tocaban músicas que aburrían a las ovejas.
La mezquindad y la imbecilidad son las mismas en ambas épocas. Sin embargo, la ignorancia de hoy es mucho más grande y extendida gracias a internet y sus redes suciales, sociales quería decir.