Archivos para noviembre, 2019

¿De verdad el universo es infinito?
Solo la nada es infinita y no lo es tampoco, puesto que no existe.
Ergo el universo es nada.
¿Qué se puede esperar de la nada? ¿Un accidente como La Tierra? Con todas su consecuencias. Malas consecuencias…
Sin embargo la nada no es un ente, es ausencia de todo, no se puede accidentar lo que no existe.
ES AUSENCIA DE TODO.
ES AUSENCIA DE TODO.
ES AUSENCIA DE TODO.
ES AUSENCIA DE TODO.
Como cuando mueren humanos que dejan un espacio, un vacío allá donde respiraban y no influyen ni en una molécula de aire.
Solo puedo entender que el universo es un cajón lleno de restos de infamias de un ser más grande que el humano.
El tamaño importa, las putas lo saben aunque sean piadosas con sus clientes.
Si a su vez, ese tipo grande ve un universo, es que la cajonera está dentro de otra cajonera; pero ambas finitas.
Hasta que el último gigante caiga muerto y toda su mierda tripas se conviertan en meteoritos cruzando el puto universo lleno de residuos biológicos y piedras que son huesos.
Coño…
Es agobiante la filosofía astrofísica, es tan estéril como el jadeo de una puta barata.
¿Por qué asocio universo con putas?
Tal vez ambas cosas sean un fraude para la imaginación.

Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

Es una constante universal: la necesidad de matar más y mejor es uno de los grandes mecenazgos de la ciencia y la tecnología.

«Los avances tecnológicos (incluidas las invenciones del escobillón, los cartuchos de papel y las bayonetas) hicieron los fusiles más baratos, más fiables, más rápidos y más mortíferos. De forma similar, aunque los nombres de científicos como Galileo Galilei, Isaac Newton y Leonhard Euler son famosos para muchas generaciones de escolares, con demasiada facilidad se suele olvidar que algunos de sus trabajos más importantes estaban relacionados con la trayectoria de los proyectiles y el intento de comprender las causas por las que se desviaban con el fin de permitir una artillería más exacta. Estos distinguidos científicos contribuyeron a producir armas más potentes y cada vez más fiables; los avances militares y tecnológicos iban de la mano en la era de la Ilustración.»

(Fragmento de «El corazón del mundo: Una nueva historia universal» de Peter Frankopan)

Está tan cerca de las majestuosas águilas que, cuando tañe la campana chillan y pareciera que desde las letales alturas dan gracias por la presa que van a cazar.

Ellas no saben de dioses; pero sé que la pequeña iglesia cree protegerlas con su inocente y sencilla bondad.

Y por encima de esas simples ternuras el cielo esplende límpido, contento; creando la íntima armonía entre lo que vive y las esperanzas muertas, petrificadas en los muros y los silencios de una fe.

Soy blasfemia entre toda esa perfección.

No puedo creer, no puedo agradecer nada a nadie; en algún momento perdí la gracia de la ingenuidad.

Solo intento, en ese instante, mantener silenciosamente el equilibrio entre lo que quise ser y lo que soy.

Cosas que tampoco importan demasiado cuando de repente, encuentras la serena belleza que tanto anhelabas.

(Iglesia de Santa Bárbara, Ogassa, Girona)

Se dice que no se puede juzgar un libro por su portada. Pues mira, siempre hay un libro cabrón dispuesto a joder el saber popular. Porque a menos que confundas al caballo con un calamar, al jinete con un arquitecto y desconozcas el significado de vanidad y caballería, no te atreverás a juzgar el libro o al menos intuir su contenido.

Vamos a ver, lectores de breves tuits y estados de facebook de cuatro palabras máximo: la portada no es un jeroglífico y si no eres un lerdo desconfiado e inseguro, puedes abrirlo sin temor a que te aparezca un payaso que te atemorice.

Yo lo he comprado por la portada, porque en sí misma es todo un poema, un chiste de poema.

Para algún «genio» desconfiado y porfiado: Malatesta es el apellido del autor y no un mensaje oculto que levante suspicacia alguna respecto a su contenido.

En esta época de imbecilidad ilustrada, es necesario explicar lo obvio y yo soy el Elegido.

¡Arre, burros!

Imagina que llegas a tu destino, ha nevado y temes que el culo se te despelleje de frío al sentarte en el banco helado.

Bien… Para eso tienes un teléfono, para hacer fotos estúpidas producto de frustraciones e incomodidades.

Tomas una foto del asiento vacío e imaginas como será el mundo cuando no estés.

Si eres objetivo verás que al mundo le importa una mierda que estés o no. Y por ende, al banco también se la pela que vivas o mueras.

Así que fuma y haz una pataleta para entrar en calor.

Y si no fumas, prácticamente es que eres un beato digno de no estar ahí, si no en el cielo con los buenos ciudadanos.

Y ya hay bastante didáctica por hoy.

El fin del mundo

Publicado: 16 noviembre, 2019 en Sin categoría

El fin de mi mundo está a dos mil metros de altitud en invierno.
Es allí fin donde se congelará la escasa sangre que corre por la pierna que vendí al diablo y rojos hielos de sangre se clavarán en el corazón como las hirientes y gélidas miradas de los amores muertos.
Se acerca el momento de saldar cuentas. Mefistófeles es un buen tipo, ha cumplido.
Y el ponzoñoso tumor que palpita en el hueso, se agita incómodo en la médula porque él no pactó nada.
Que se joda.
Memento mori…
¿Cómo será?

Voluptuosa

Publicado: 15 noviembre, 2019 en Sin categoría

Justo lo que yo decía, la corrupta Generalitat (gobierno) de Cataluña y el corrupto ayuntamiento de Barcelona, se dedican a multar juguetes (patinetes) y permiten los asentamientos gitanos y la creación de vertederos de mierda en pleno centro de Barcelona permitiendo que jodan a los vecinos, comercios y transportes.
Seguramente los gitanos acampados (que de una forma divertida se hacen llamar estudiantes) serán los hijos de los corruptos ediles y consellers catalanes.
Vaya tela… ¡Qué viva México!
Ya se escuchan corridos catalanes loando a los corruptos que crean vertederos y ejercen su usurera represión. Es divertido imaginar a auténticos narcos con barretinas y lacitos amarillos.
La violencia es cada día más necesaria y esperanzadora.

El mundo se distorsiona en función del grosor del hielo que se forma en los ojos por las lágrimas al congelarse, son cosas de la temperatura que aunque sean simples y lógicas, cuando te las cuento adquieren un hermoso aire trágico.

No estoy loco, solo un poco triste de melancolía cuando pienso en tu calidez.

Te diría caminando cogidos de la mano, tranquilamente como aviones a reacción (me encantan las estelas de vaho que exhalamos en el aire frío), que por muchas distorsiones y refracciones que causen mis lágrimas con la luz, todo lo humano conserva con desesperante definición su mediocridad atávica cuando vago solo.

Sé que puede parecer repetitivo; pero… Si no te lo cuento a ti ¿a quién, cielo?

Pensarte me da paz y cobijo. Tu existencia me da un lugar higiénico cuando la vulgaridad me asfixia.

Estoy amargado a conciencia, alimento mis frustraciones y tristezas para no encajar entre ellos, entre los humanos. Una rebeldía inútil; pero absolutamente digna aunque me joda.

Solo necesito estar en ti, dentro de tu cuerpo, con las almas mezcladas en volutas que danzan perezosamente ingrávidas alrededor de los cuerpos jadeantes.

Porque el día que sienta que pertenezco a esta sociedad ya no seré digno de ti.

Sería terrible, amor.

Que no te preocupen mis lágrimas congeladas, son mi volición, mi necesidad de ti.

Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.