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Las guerras producen humanos-bestias que almacenan en su interior la vergüenza de ser humillados, controlados y explotados desde su nacimiento por su estado o gobierno y nunca han tenido el valor de rebelarse.
Es la razón de los llamados “crímenes de guerra” (como si no lo fueran todos en tiempos de guerra): el rencor e insoportable mortificación por la servil y rastrera obediencia ofrecida mansa y gratuitamente al estado/dios/gobierno.
Es una ponzoña acumulada por años de una vida mediocre, inalterable y prisionera, que se escupe con violencia contra inocentes y desconocidos. Otra cobardía más sumada al servilismo mostrado como civiles.
Es lógico que el cadáver de un animal irracional cause piedad y el de uno humano repugnancia.
Las guerras funcionan por la vergüenza y cobardía de los soldados de ambos bandos.
Y no hay honor en la guerra, sólo una ira ciega y psicópata de unos ejércitos de cobardes, frustrados y trepas laborales reciclados como militares.

Dietario de un fascismo.
En uno de los idénticos días y meses del año 2020 del estalinismo consumista del coronavirus. Siglo 21 de la Mezquindad.

Los polluelos a veces caen de los nidos por el viento. Tienen mala suerte.
Mueren dramáticamente solos y se los comen las moscas.
Sólo los seres buenos tienen mala suerte. Es una constante de la historia de la humanidad degrada por el contrato social.
Si no mueren nunca los malos: los jerarcas y burócratas del estado/dios, como los del coronavirus ¿qué esperanza nos queda más que matarlos a todos nosotros mismos en todos los lugares?
Si algo enseña la vida es que los hijos de puta viven más y mejor que las personas valiosas.
Es un error, no se debe tener fe en un dios de mierda y su “justicia” y designios divinos; la gran invención del estado.
Ni en esa mierda que llaman karma.
Al cerdo se le descerraja un tiro en la jeta y así se acaba él y su puta triquinosis fascista corrupta.
No se necesitan obreros, no urgen. Se necesitan buenos francotiradores y luchadores con habilidades para la guerrilla urbana.
La violencia es el único método que puede evitar la ruina, extorsión, privación de libertad, de las necesidades biológicas y humillación que comete el estado/dios contra nosotros, los parias trabajadores.
Sería recomendable para la caza de jerarcas no bajar de un calibre 9 mm para asegurar a corta distancia una muerte inmediata con un buen agujero de salida o masiva rotura de tejidos y huesos. El 357 magnum sería ideal para caza urbana y en los habituales escenarios de guerrilla.
Los francotiradores, como expertos que son, ya tienen su propia arma y calibre preferido para las largas distancias.
Y no se debe menospreciar la utilidad y bondad de un cuchillo Bowie con una buena hoja de entre 17 y 27 cm. Claro está que el arma blanca precisa de un contacto íntimo con la víctima que suele ser desagradable; pero una vez has matado a dos o tres, se desarrolla cierto fetichismo hacia el cuchillo. Es más inspirador e íntimo que la bala. Con la habilidad del hábito, la hoja te transmite la muerte de tu presa a la mano. Desde que la sentí, no he podido dejar de usarlo.

Dietario de un fascismo.
En uno de los idénticos días y meses del año 2036 del fascismo estalinista de la Agenda 2030. Siglo 21 de la Mezquindad.

Hoy ha anunciado la televisión del régimen mundial fascista 2030, el nacimiento del primer bebé asalariado capaz de sobrevivir, respirar y apto para futuros trabajos con tan solo un cerebro del volumen de una insignia de solapa de la arcoíris Agenda 2030. La alimentación de la madre (oficialmente progenitore) y por tanto del feto, con gusanos transgénicos procesados durante nueves meses de riguroso control y confinamiento, es la causa de esta proeza de ganadería humana selectiva que inició sus pasos en los pasados años 20 con las famosas vacunas covid.
Al mismo tiempo y motivo de celebración mundial, ha nacido el primer bebé de un matrimonio binario homotransgénero de la casta sagrada aristopolítica 2030, sin más intervención que la divina, con un diente de oro completamente desarrollado y funcional. Lo que ha provocado una repentina pandemia de manos trabajadoras rotas, por el fervor con que se ha aplaudido el áureo nacimiento del bebé de la aristocracia política y a sus homotransprogenitores estalinistas 2030.
Ya no es necesaria la violencia, de hecho, ha sido castrada mediante selección genética ganadera de la especie humana trabajadora que se alimenta con la carne ecológica ultraprocesada de sus cadáveres; una solución ecocircular por la cual los aristopolíticos han obtenido una mayoría absoluta parlamentaria.
Se ha llegado a tal estado de paz, armonía y amor de los parias asalariados hacia sus amos aristopolíticos, que las vacas de las video-postales rurales miran con displicencia y asco a los humanos que las sostienen en sus manos con mirada imbécil. Sólo se permite el acceso a la naturaleza a los aristopolíticos.
Es urgente el suicidio en masa de la casta paria asalariada, que hace décadas que dejó de ser humana para ser cosa inefable. Deberían tomar veneno en familia o estrellarse con el coche, cualquier cosa, lo que sea, para que su indignidad desaparezca de la faz del planeta.
Dada la actual cobardía y desquiciado servilismo medieval obrero, es dudoso que tengan el decoro de suicidarse. Hay tiempo para una solución final aunque desesperanzada: que alguien, por lo que más quiera, envenene los suministros mundiales de agua potable.
Mientras tanto, he conseguido sacrificar a unas pocas de cosas, pero necesito ayuda para erradicar la indignidad.
La esperanza ha muerto con un cráneo al fin vacío y un lechón con diente de oro.
Abandonado en el 2036:
Fin de toda alegría.

Foto de Iconoclasta.

Cuando vi algunas cosas que volvieron a hacer muchos especímenes de la subespecie humana española, sentí deseos de inyectarme algún veneno en la sangre que evitara que un día pudiera hacer lo que tantos hicieron durante la epidemia/timo del coronavirus o el COVID 19. O como hoy 28/05/2025 con el corte de energía eléctrica en toda España.
Cosas como aplaudir o bailar estando encerrados en un tren o abandonados, como basura que son para el estado, en las vías.
Quisiera no ser español, limpiar mi ADN con algún veneno para eliminar la posibilidad de desarrollar el mismo servilismo, cobardía, deterioro mental y la fe en los subnormales y ladrones que nos gobiernan y verlos como la “tita” o el “tito” que nos regalan con su llegada a casa, sus excrementos envueltos en cajitas de regalo.
Quisiera erradicar de mi sangre todo vestigio de la mísera mezquindad, infantilismo y abulia de la sub-raza humana española tan adaptada a todo fascismo y su dictadura que acepta de buen talante, con gran civismo y festejo.
No hay remedio ni esperanza. Cada nueva generación es, con diferencia, más subnormal que la anterior.
Tengo pesadillas en las que algún gen de la subnormalidad española se activa y me lleva a actuar como los insectos y rumiantes humanos que aplaudieron a Franco, Sánchez, la sodomía del coronavirus o COVID 19, la agenda maricona 2030 de la represión, timo y esclavitud o la alegría tan publicitada por el nazismo español del apagón eléctrico de hoy.
No quiero un día obedecer, aplaudir, bailar, reír o llorar emocionado ante el espécimen español fascista del gobierno que me quiere meter la polla o el coño en la boca.
Querido puto diario de mierda, no quiero llevar en el morro el doble bozal nazi de la humillación y el silencio ¡en exteriores! (mascarillas lo llamaban), ni vacunarme con lo que no vacuna, ni aplaudir a los hijos de puta del gobierno y sus sicarios armados de pistolas y jeringuillas que no vacunan; pero envenenan y fijan la ignorancia, cobardía, servilismo y retraso mental como virtudes en los genes de la sub-raza española.
Así que, de alguna forma, querido puto diario de mierda, haz lo que sea para que alguien me descerraje un tiro en la cabeza cuando la degradación genética española me transforme en un animal español que no sabría qué hacer con el conocimiento o la libertad; si tuviera algún día semejantes cosas en España…
Vuélame (o busca quien lo haga) la tapa de mis putos sesos el día que aplauda a los puercos, que cante el “resistiré” o el “yo me quedo en casa”, que me deje chutar una vacuna fascista, cuando separe las pilas usadas de la basura, que diga “todas y todos” o que baile o aplauda como un simio mentalmente podrido cuando me roban la libertad de ir adonde debo desconectando la corriente eléctrica, a pesar del dinero que me roba la mafia del estado español cada puto mes.
Y si te queda tiempo, querido puto diario de mierda, mátalos a todos también acto seguido.
Mata a toda esta caterva española de indigentes mentales.

¿De verdad crees que a estas alturas de tu adultez hay maneras de proceder de otros cuya causa desconoces?
¿De verdad crees que debes seguir soportando con beata resignación los robos y extorsiones del estado/dios; que hay una loable y compleja razón que no comprendes en esos actos contra ti y tu dignidad?
¿De verdad no crees que es simple ambición, codicia y corrupción?
¿De verdad que es por tu bien y un futuro mejor que no verás y que te quieren bien los que te humillan haciéndote llorar?
¿De verdad asumes, buen ciudadano gris, que debes comer mierda para que las generaciones que no han nacido vivan y coman mejor que tú?
¿De verdad eres tan lelo para sentir que naciste para ser un sacrificio, un beato mártir?
¿De verdad crees que eres digno de ser respetado por los nacidos y por los no nacidos?
¿De verdad no sabes que las generaciones anteriores comieron mierda toda su vida para que las actuales la comamos también?
Si crees todo esto, si crees en tu estado/dios, no sé de que te ha servido respirar. Sólo eres un molusco; tal vez ni eso, sólo un liquen.
¿Sabes qué? Ni siquiera le veo la gracia a que hayas nacido, buen ciudadano gris.

Más terrorífico y repulsivo que los zombis, en el cine, la realidad y su cotidianidad; es la humana mezquindad.
Es el verdadero terror.
Exactamente la roñosa miseria humana de la que hizo gala la mayor parte de la humanidad con el coronavirus, obedeciendo como niños de cinco años al estado/dios ladrón, pudriéndose la respiración con el bozal nazi de la humillación y el silencio en exteriores, vacunándose con mísera cobardía y denunciando a extraños, amigos y vecinos a la policía y ejército nazi desde sus ventanas y balcones, como monos en el zoo, como alemanes a judíos.
Toda esa mezquindad, cobardía, servilismo y traición es lo que realmente provoca terror y náuseas.
No sé, viendo Tren a Busan, he pensado en ello.
Ha sido inevitable, incluso instintivo.
Automático…
Ninguna película puede ser tan terrorífica y repulsiva como ver a la humanidad (española y china como prototipos) degradándose hacia lo porcino, ratonil e insectil por un resfriado.

No sé por qué; pero me resulta más fácil pronunciar malevolencia que benevolencia.
Será que benevolencia ya está en desuso y no tiene sentido pronunciarla, ni siquiera como ejercicio de logopedia.
Además, el narco estado español le ha decretado a la Real Academia Española que borre eso de benevolencia y a servilismo le añada la definición que se ha quedado huérfana de voz.
A mí me parecía la extinta benevolencia, la más escalofriante palabra porque con suma facilidad se puede articular la b como una p (por error o malicia); cosa que me haría escupir aterrorizado ante la inefable posibilidad de semejante cosa en mi boca.
Sí, servilismo es más fácil de articular que benevolencia. Y en este momento, servilismo surge por los labios suave e inevitablemente a cada instante.
Aun así, insisto: la reina sigue siendo malevolencia, su primera sílaba es tan voluptuosa y refrescante…

Las tan cacareadas “grandes” civilizaciones o antiguos imperios murieron por el peso del odio de sus enemigos que, supieron recordar y entender que siempre se debe devolver la agresión.
Es la ley básica desde que el ser humano apareció en el planeta. Primera ley e inalterable e incorruptible: Quien la pega la paga.
Por esto es tan sumamente importante y vital la justicia retributiva de la ley del talión. Porque dice que la vida es lo más sagrado que existe y devolver sólo una muerte por tanto dolor causado es indolencia, pereza y cobardía.
Tiene que entender por la violencia el futuro agresor, que también será candidato para ser pasado a cuchillo: Quien a hierro mata a hierro muere.
Es preciosa la venganza en su sencillez y justicia salvaje.
Sin embargo, cuando se mata a un allegado y no hay respuesta contra el agresor, convierte a esos familiares y amistades del asesinado en cobardes y presas del agresor.
Es algo que no explica o no cuadra en el pacifismo, que es el ridículo disfraz del cobarde mezquino.
El pacifismo nace como movimiento porque, prácticamente todas las agresiones las comete el estado contra su población. De ahí que se adoctrine a los rebaños humanos, castrando a sus crías en las escuelas, adoctrinándolos en la paz y la obediencia: Déjate matar, porque quien bien te quiere (el estado) te hará llorar (el estado de mierda de nuevo). Y se le llena la boca al jerarca corrupto de turno, adulando a la masa humana bovina por su virtuoso y cívico pacifismo que la hace tragar con toda corrupción y asesinato en “interiores y exteriores”.
Toda sociedad consumista es cobarde por definición y alabará al asesino por cobardía haciéndole ver que lo ama. Y atacará a los que se defienden del agresor porque temen su ira.
Los cobardes nacieron para ser esclavos y su esclavitud, servilismo y carácter pacífico, son las armas que la cobardía usa para pedir piedad al asesino.
Es exactamente lo que está ocurriendo en Oriente Medio y se refleja en las sociedades consumistas cobardes occidentales: unos religiosos asesinos quieren extinguir a los judíos y éstos, según la moral cobarde los pacifistas, deberían dejarse decapitar; pero no, los muy hijoputas devuelven el mal que se les ha hecho.
¡Malditos judíos! –claman los cobardes consumistas –¿Por qué no se dejan matar?
Es algo parecido al efecto Franco y sus españoles ante los fusilamientos y torturas de los disidentes al fascismo franquista (amigos, vecinos, conocidos, familiares), el pueblo llano sentenciaba muy recto él comiendo como puercos ante el televisor: “Pues que no se hubieran metido en política”.
En su profunda ignorancia e incapacidad mental, preferían la indignidad y la esclavitud, a una libertad que no hubieran sabido qué hacer con ella por su severa castración mental y física (por su genética cobarde, servil y pacífica).
Hoy es una pauta conductual tácitamente aceptada en toda sociedad pseudo democrática.
La modernas sociedades occidentales de sus pseudo democracias consumistas, están formadas por los mismos mezquinos cobardes que corrían a pedradas a los leprosos y quemaban mujeres, hombres y niños inocentes de todo por ser brujos disfrutando hasta la festividad por ello. Embriagados en la fe haia su líder asesino político o religioso.
Una buena mamada cobarde al estado y al llegar a casa una buena paliza a la mujer para ocultar su maricona y servil cobardía.
La cobardía es todo un clásico en la historia de la humanidad moderna y documentada.
Los valientes se pasan los “imperios” por el culo (vietnamitas) y los cobardes ceban césares como cerdos o vacas sagradas en las pseudo democracias occidentales del coronavirus y su 5G.

Nadie por quien luchar y por quien morir.
Sólo por tus hijos y amante.
Hay filos y balas…
La patria y su estado son berracos feroces aquejados de gula, alimentándose de tu libertad y sangre.
Que cada cual gane lo que ansía con su valor y esfuerzo si lo tuviera. Que nadie ayude al ambicioso que querrá siempre más y aplastará a quien sea para saciar su ambición, como el Estado asesina a sus ciudadanos.
El gran y penoso esfuerzo del manso y cobarde servil es siempre el mismo: Sufrir por alimentar y cebar a un cerdo (el Estado) que jamás probará.
Y por muchos padres que mueran, y los hijos también; en las cabezas de los tristes burros humanos no entra el entendimiento de esta máxima y hacen de su fe cobarde una religión, una virtud y un voto para continuar alimentando al puerco en un ciclo sin fin.

(Imagen IA de Copilot)

El nuevo fascismo se ha implantado con el coronavirus en el rebaño que forma la casta paria o trabajadora, como una doctrina cuyo dogma principal es: La libertad es enfermedad y catástrofe”. Dice el Estado de sí mismo que es él quien proporcionará la felicidad y protegerá la vida de las reses humanas, especialmente de sí mismas.
Nacer en cautividad, en la del Estado, es algo que no responsabiliza ni obliga al neonato a esclavizarse puesto que no ha sido su elección nacer; pero es inevitable porque si las reses progenitoras están amaestradas al Estado, el neonato debe ser propiedad del Estado.
Lo peor radica en que las reses humanas nacidas en las granjas (ciudades) del Estado, jamás serán libres, no podrían adaptarse a la libertad aunque la tuvieran. De niños les robaron la infancia y la juventud, el Estado les amputó una cuarta parte de su vida para domarlos y amaestrarlos en las escuelas y universidades como dóciles, serviles y silenciosos productores o trabajadores. Son como las bestias del zoo que ya no podrán volver a ser libres porque han perdido la capacidad y las habilidades innatas para sobrevivir con el encarcelamiento al que les han sometido las reses humanas.
Actualmente, la especie humana es un cruce entre insecto colonial y res domesticada donde, al igual que en una colmena, un millón de esclavos u obreras, alimentan y engordan a una sola reina para hacerla enorme. Luego mueren tan miserablemente como han vivido.
Las ilusiones en el mundo cautivo urbano son globos baratos e infantiles que se escapan de las torpes manos de los adultos.
La vida en cautividad, en sociedad, está formada por un cúmulo de transacciones y leyes de obligado cumplimiento que hace de las emociones un estado de cuentas bancario. En cautividad las ilusiones son efímeras como las ofertas de temporada.
Ofertas habituales como las de amores de mala calidad que durarán toda una larga e inacabable vida, con el arrepentimiento también eterno de haber comprado semejante cosa inservible.
Es ésta la razón, más que nunca, de que se haya impuesto un nazismo feroz instaurado con el coronavirus, intrusivo a nivel nuclear familiar e íntimo. Abanderado sobre todo por la Unión Europea y con España como modelo carcelario, policial y militar a seguir. Está fracasando la esperanza de una vida digna y libre entre las reses trabajadoras de los grandes rebaños humanos urbanos. Y el nazismo tiene la sagrada misión de reconducir la actitud cada vez más violenta y descontenta de las reses estabuladas en ciudades, a una mansedumbre que las haga más fáciles de pastorear y explotar.
Es ya tan habitual que pasa desapercibido, el hecho de que las reses humanas hacen periódicamente, según fechas decretadas por el nazismo, viajes de exploración y polinización lejos de su colmena asignada; pero en poco tiempo se estresan por volver a la seguridad de su colmena. Seguridad garantizada por el Estado Nazi Ganadero Pastoril.
Están tan castradas de libertad y humanidad que se angustian cuando permanecen demasiado tiempo libres; necesitan su colmena para relajarse y seguir con su cotidianidad de engordar a la reina (el Estado) diariamente.
La diferencia de los seres humanos de sesenta mil años atrás con los actuales está en la integridad. Los seres humanos antiguos eran completos y pura raza. Lo de hoy es una mutación, una selección ganadera que comenzó un hechicero miles de siglos atrás y hoy, culminan los Nazismos surgidos en la pseudo democracias del siglo XXI. La especie humana actual es una variedad castrada cerebralmente, domesticada para su explotación ganadera. El problema para el Estado es que no se ha podido erradicar ese primitivo instinto animal de territorialidad y lucha por la reproducción y supervivencia. En eso trabajan los líderes nazis del siglo XXI, en todas las naciones del planeta con las directrices de la Unión Europea como máximo órgano del Nazismo del Coronavirus.
Que sea Europa cuna y sede del nazismo del coronavirus tiene una explicación: es un continente viejo, ocupado por multitud de pequeños estados antiguos, decadentes, acomodados, infantilizados, banales, en plena curva de declive. El Nazismo que ha instaurado la Unión Europea, intenta evitar ese ocaso europeo.
Sin embargo, todo indica que volverá a ser Oriente (de allí surgió toda la cultura y conocimiento que se extendería por el planeta), en dominar el mundo.
Mientras tanto, en países como España, el banco de pruebas de la Unión Europea Nazi de la represión voraz; donde se cometen toda clase de aberrantes corrupciones políticas y biológicas de la sexualidad humana, absurdas y ostentosas prevaricaciones, violaciones de las necesidades biológicas humanas, como el respirar; así como constantes amenazas oscurantistas climáticas, tribales o bíblicas (basadas en el Antiguo Testamento) con el beneplácito, sumisión y voto de las reses humanas que forman los rebaños. El Estado trabaja afanosamente para llenar los cerebros de los grandes rebaños humanos con terror, por medio de un oscurantismo de índole infantil y represión continuada, decretada día a día como dogmas de grandes beneficios para las reses trabajadoras (estrategia ganadera conductual). Y sistemáticamente, acorralando y asesinando a los seres humanos íntegros (de pensamiento autónomo, ajeno al de la masa ganadera), los muy pocos que aún sobreviven en esa península aislada del conocimiento.
Sólo una gran devastación con sus millones de muertes y demolición de las ciudades, podría salvar a la especie humana de desaparecer del planeta como especie para convertirse en una clase más de termita.
Mientras el ser humano actual carezca de la nobleza y valor necesarios para ejecutar “in situ” a un fanático de cualquier índole, la humanidad continuará involucionando hacia la miseria. Mientras exista un fanático, existirá un fascismo y un asesino con cargo. Eso no se lo puede permitir el último reducto de la humanidad real, la que podría salvar a la especie humana de su suicida degradación a lo insectil.
Porque esta civilización no es la única posible, es sólo una estafa, un chantaje continuado. Una tosca chapuza creada por reses humanas dominantes con más fortuna y suerte que inteligencia y conocimiento, que atenta contra la real naturaleza humana.
Sería aterrador que un día naciera un bebé con antenas de queratina en el cráneo agitándose neuróticamente, decepcionado de haber nacido así.

Una captura de pantalla de un celular con texto e imágenes

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Foto de la prensa colaboracionista.
Ejemplo de adoctrinamiento a la clase trabajadora alentándola al uso del bozal y criticando la libertad de elección de no usarlo.

Antes de que empiece el Gobierno Nazi Penitenciario Español Homosexual Sanitario a emponzoñar la historia con su Ministerio de la Memoria, hay que dejar escrito que el coronavirus fue el instrumento para instaurar en España una férrea y corrupta dictadura nazi penitenciaria, de favoritismos homosexuales y sanidad venenosa, operada por secuaces gratificados por la China Nazi Comunista.

En ningún país del mundo salvo, naturalmente en China, se ha llegado a la paranoia de prohibir la respiración en espacios abiertos. El nazismo español ha sido una exacta réplica del chino. Incluso, durante los primeros meses del encarcelamiento de la población por coronavirus en el 2020, el gobierno nazi español planteó la posibilidad de crear campos de concentración para infectados de coronavirus, que en televisión, con infantilismo venenoso llamaron “Arcas de Noé”. Eso sin mentar el despliegue del ejército y policía agresiva y especialmente armados y apostados en calles y carreteras para imponer la dictadura y asegurar el encarcelamiento de la población (muchos países europeos alucinaban con el nuevo nazismo español). Un auténtico terrorismo de estado en toda regla con un ejército y policía severamente adoctrinados en su misión “salvadora”.

Los medios de comunicación, información e internet fueron inmediatamente intervenidos por el estado con la misma censura y protocolo de adoctrinamiento ideológico de la población de la China Nazi Comunista.

Tras dos largos meses de encarcelamientos dictados por el Caudillo Penitenciario Fascista Español Homosexual Sanitario Sánchez y su Vice Caudillo Iglesias (de igual ideología nazi), contra la población trabajadora española (el encarcelamiento no era lo mismo para las clases políticas y ricas que para el trabajador, que para él era desmedidamente represivo y asfixiante). El 20/4/2020 el Caudillo emite otro bando nazi por el que prohíbe respirar decentemente ¡A CIELO ABIERTO! (inaudito en todo el mundo salvo en China).

El día que se impuso la prohibición a la respiración por la obligatoriedad del bozal a cielo abierto, fue de película. Las calles de España se convirtieron en patios de prisiones. Miles de parejas de policías se apostaron en las plazas y calles importantes con evidente agresividad marcial, para acosar e intimidar a todo aquel que no llevara el hocico cubierto con el bozal, el símbolo nazi de la nueva dictadura española instaurada con el coronavirus por el Caudillo mismo, el 14-3-2020.

El 26 de julio del 2021, tras más de catorce meses se libera a la clase trabajadora de respirar con bozal a cielo abierto; solo a cielo abierto. Tras más de una año respirando pobremente, la clase trabajadora española empezó a enfermar. Los que usaron el bozal obedientemente no eran capaces de afrontar un simple resfriado o gripe, las alergias subieron y en septiembre empezó otra tanda de encarcelamientos (esta vez nocturnos) y prohibición de desplazamientos en fines de semana y festivos contra la clase trabajadora, sobre todo por parte de los Caciques Nazis Autonómicos, los más radicales fascistas. Fue la primera oleada, otra nueva epidemia causada por el uso del bozal.

Con estas campañas de bozal intensivo y extorsión, acoso y robo a la población obligándola a comprar el bozal como uso diario; los beneficios de ventas y porcentajes cobrados a los distribuidores y suministradores, llegaron a los bolsillos del Caudillo, ministros y otros jerarcas nazis del gobierno penitenciario homosexual sanitario.

Además del beneficio económico que les reportó la venta de bozales, el fin de tal medida era la humillación de la clase trabajadora e inmersión ideológica en la nueva dictadura (adoctrinamiento fascista). Ya que el bozal fue el medio de acobardar, acosar, debilitar y enfermar a la clase trabajadora para obtener un buen nivel de sumisión y obediencia que diera larga vida a la dictadura china (España es a China lo que Cuba era a la URSS, una colonia china nazi de maneras comunistas en Europa).

En tanto la población se adoctrinaba y acobardaba, el Caudillo vendió “patentes de corso” a los Caciques Autonómicos dándoles carta libre para acosar, extorsionar y encarcelar a la población trabajadora como y cuanto quisieran.

Las radicales taifas autonómicas nazis como Cataluña, Baleares, Valencia, País Vasco y Galicia, entre las más destacadas por su fascismo exacerbado; mantuvieron encarcelamientos nocturnos y la prohibición de trasladarse entre pueblos y ciudades hasta bien entrado el año 2022.

España era una orgía nazi en la que los Caciques Autonómicos Nazis competían entre sí por ser los más duros acosadores de la libertad y necesidades biológicas de la población. Con ellos entró la segregación racial del brazalete nazi o pasaporte covid para negar servicios y recursos a los no vacunados. Con lo cual, los vacunados todos juntos y en exclusividad, también montaron una gran bacanal de contagios de coronavirus entre ellos.

A finales de abril del 2022, después de dos años de la prohibición de respirar, se perdonó del uso obligatorio del bozal en interiores con excepciones.

El bozal había sido un éxito arrollador, millones y millones de españoles obedientes y fervientes feligreses del nazismo español se lo calzaron en el hocico sin dejar de llevarlo en los dos largos años de su imposición.

El Caudillo, en el citado abril 2022, dicta otro bando por el cual deja de ser obligatorio respirar podridamente (con bozal) en interiores (excepto geriátricos, centros sanitarios, farmacias, ortopedias y ópticas). Aunque la masa trabajadora debe seguir humillándose en el transporte público hacia sus puestos de explotación (el bozal es un símbolo ideológicamente importantísimo del nazismo a la china en España). El Caudillo Nazi Penitenciario Homosexual Sanitario, usa a sus perros sindicalistas y empresarios colaboracionistas para que muchos trabajadores deban pudrir su salud y dignidad usando el bozal durante toda su jornada laboral.

Y aquí comenzó otra gran epidemia, la segunda causada por el empobrecimiento orgánico de la masa trabajadora, que había perdido sus defensas con el uso paranoico del bozal.

Lo que cualquier individuo con conocimientos básicos de su naturaleza humana ya sabía, ocurrió: la gente que sumisa y devota del nazismo usó durante dos largos años el bozal comenzó a enfermar por cientos de miles.

Perdieron la inmunidad natural que el aire proporciona y debilitaron hasta ser vergonzoso, el sistema inmunitario y los pulmones. Por supuesto, los ataques de alergia se dispararon. La infancia padeció muchos casos de afecciones de bronquios y asma.

Fue tanta la cantidad de gente enfermándose por el uso del bozal que el gobierno nazi penitenciario español homosexual sanitario, y las taifas nazis autonómicas, contemplaban de nuevo encarcelamientos y extorsión contra la clase trabajadora frotándose con avidez las manos. De hecho, Cataluña, hasta mediados de enero del 2022, mantuvo encarcelamientos nocturnos y prohibiciones a la movilidad de día.

Pero en general, lo que salvó a la clase trabajadora de ser condenada de nuevo a la encarcelación, humillación y la enfermedad, fue la ruina económica en la que estaba sumida España. Ya no podía detener la actividad empresarial y laboral. Estaba cerca un crack económico como el que sufrió Grecia en el 2015.

Una anécdota clarificadora del nivel de paranoia nazi que el gobierno español y sus taifas autonómicas alcanzaron:

La presidenta de Alemania, la Merkel, en una visita a España en octubre del 2021 le preguntó muy sorprendida al Caudillo Nazi Sánchez, porque tanta gente usaba el bozal a cielo abierto si, además, ya no era obligatorio: «En Dinamarca no llevaba nadie mascarilla y aquí, todo el mundo», remarcó. El Caudillo le respondió con orgullo fascista, que se trataba de civismo y responsabilidad. Hay que decir además, que España ya tenía una de las tasas de vacunación más alta del mundo. El miedo en España es terrible e incluso embarazoso de explicar para los políticos nazis.

Y la cobardía no es algo de lo que sentirse orgulloso, por mucho que predique el Gobierno Penitenciario Nazi Español Homosexual Sanitario.

El resto de Europa, por decir lo mínimo, hace muchísimos meses que no exige bozal en transporte público ni en interior alguno. España y sus taifas autonómicas es la eterna dictadura, la que siempre llevará medio siglo de atraso con respecto al mundo.

Los alemanes también son responsables y cívicos sin bozal, la Merkel no es tonta. Sabía muy bien en aquel momento, que el bozal en los españoles era puro miedo y adoctrinamiento ideológico nazi chino. También sabía la presidenta que los alemanes jamás hubieran llegado a ese servilismo, obediencia y fe en el estado; como los que la población española profesaba a su Caudillo y secuaces.

El pueblo español, a fecha de hoy, cuando se dice que a principios de febrero 2023 el Caudillo va a liberar del bozal a la clase trabajadora en el transporte público; es una manada perfectamente adaptada a las férreas dictaduras como la actual china o la anterior de Franco.

Durante estos tres años, ha sido tan bien amaestrada la clase trabajadora en callar y obedecer gracias al bozal, que el Gobierno Nazi Español Penitenciario Homosexual Sanitario amaña todo tipo de leyes para obtener impunidad de su corrupción y delitos. Y dicta lo que se debe o no comer en los hogares y lo que deben aprender los hijos; sin ningún obstáculo o crítica de la población. Apenas algún insulto de algunos pocos que por lo visto, al no haberse resecado su cerebro por el uso del bozal y la vacuna, se mantuvieron íntegros de entendimiento, ética y dignidad. Vamos, que jamás han aplaudido a los jerarcas nazis y sus carceleros.

Aún quedarán zonas negras para el próximo febrero donde se deberá demostrar obediencia y sumisión al gobierno español nazi penitenciario homosexual sanitario: centros sanitarios, farmacias, ortopedias y ópticas (no hay una razón, es solo imposición). El símbolo nazi no se erradicará fácilmente, es la prueba del éxito de una nueva dictadura que posiblemente dure otro medio siglo (España tiene el récord mundial en longevidad de dictaduras).

Si tienes que renovar las gafas, mejor compra esas lentes de lectura que venden en los centros comerciales, porque de lo contrario, vas a pasar un largo y mal rato con un bozal. Y probarse unas gafas con eso en el hocico yo no lo haría. No me gustaría, sinceramente. Cuestan demasiado dinero para encima denigrarme.

En el Tercer año de la Nueva España Nazi Penitenciaria Homosexual Sanitaria, 27 de enero del 2023.

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Glosario del ensayo:

– Bozal: denominado mascarilla o tapabocas en la jerga institucional nazi española.

– Gobierno Nazi Español: forma de gobierno basado en el totalitarismo mediante el terror al coronavirus, un  fascismo de índole hitleriana (segregación racial severa de los disidentes, como los no vacunados), calcado de China. La instantánea intervención de medios de comunicación y prensa por los jerarcas nazi españoles marcó el triunfo más importante de este tipo de dictadura.

– Sanitario: por medio de la sanidad y los datos elaborados por sus funcionarios, se instauró el terror en la mente de los españoles, gracias también al bombardeo alarmista transmitido por los medios de comunicación y prensa. El lema de la sanidad nazi era: libertad es enfermedad.

– Penitenciario: método de gobierno represivo basado en la total privación de libertad de las manadas de humanos y estabulación en sus domicilios. Como se lleva a cabo en las prisiones del estado con delincuentes y criminales. Fue el método definitivo y sorpresivo del estado español del coronavirus, acompañado todas las tardes por una liturgia de loas y aplausos al funcionariado represor y sanitario del nazismo español. Los políticos y funcionarios de la administración pública, se convirtieron en simples alcaides de prisión.

– Homosexual: las leyes sociales que más rápidamente se han desarrollado y las que más beneficios y alegrías dan en España son las relacionadas con el mundo de la homosexualidad. Los días del orgullo gay son especialmente importantes en las instituciones del estado. Sus edificios y funcionarios exhiben la vistosa ornamentación y decoración homosexual. La bandera arcoíris, es ya el símbolo del Gobierno de la España Nazi Penitenciaria Homosexual Sanitaria.

– Encarcelamiento: es lo que el gobierno llamaba: confinamiento. El “quédate en casa” fue uno de los salmos más exitosos de la historia de España. Las fachadas de los estabularios humanos o edificios se llenaron de multitud de cartelitos infantiloides que anunciaban con una esperanza religiosa: “Quédate en casa”, “Yo me quedo en casa”, “Todo irá bien” (en todos los idiomas de la península ibérica). Paralelamente al encarcelamiento se creó una policía voluntaria, los delatores o chivatos que, vigilando desde ventanas y balcones, al igual que en tiempos franquistas, denunciaban a la policía si alguien caminaba por la calle o bien se oía ruido festivo en alguna vivienda del edificio.

Iconoclasta