Archivos para julio, 2021

Mi sexualidad es muy sana, y la verdad, las cosas adulteradas me desagradan asaz.
Por otra parte, si ni siquiera las mujeres salen desnudas por la tele, ¿por qué cojones iba a salir un travelo más feo que Picio?
No jodas…
La tolerancia me suda la polla, me preocupa más la estética y que las mujeres tengan una buenas tetas, pequeñas o grandes; pero que sean lamible-ble-ble-bles…
A los machos raros que les den por donde les gusta.

¿Y si alguien me los roba, me los impide?
¿Qué hago? ¿Cómo gestiono la venganza, la violencia que conlleva el robo de la más básica libertad?
¿Cómo defender pacíficamente lo que me pertenece cuando me lo han robado a la fuerza, con humillación?
¿Cómo hacer pagar el dolor causado cuando intentan robarme mi parte del planeta encarcelándome?
No saben lo que hacen, no pueden imaginar dónde les llevaría semejante acto.
Hay consecuencias…
Es precioso y es mi privilegio de hombre admirar los amplios cielos, los inabarcables horizontes.
Vale la pena combatir por ellos, cualquiera que sea el precio.

Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

Parafraseando a vuestros sacerdotes, predicadores e iluminados políticos: Si Dios hubiera querido que comieseis hierba (debido a la semejanza fonética con “mierda” he estado a punto de cometer un jocoso error) os hubiera creado con cuatro estómagos y con las tetas verticales, como las vacas, por ejemplo. O bien con paladar y lengua de lija para atiborraros, incluso con gula, de ortigas y cardos como burros y cabras, otro ejemplo.
Lo malo es que tengo un solo estómago de hombre y tanto comer carne y beber cocacola (que engorda la titola), tiene la desventaja de darme una gran envergadura (parezco un tapón de bañera, más ancho que alto). Y por ello me he de hacer los autoretratos con grandes angulares o en formato panorámico, porque si no, no quepo en la foto (“no cabo”, que aún se puede escuchar decir a cualquier cerebro falto de glucosa).
Ahora voy a continuar explorando. Una denodada búsqueda de buenos pastos que mascar, a ver si puedo hacerme una cochina selfie con un simple palito sin más complicaciones, sin tener que forzar cruelmente los ligamentos de los hombros para realizar mi foto de mí mismo, sin vivir en mí y viviendo muriendo de mierda.
Id con cuidado cuando os hagáis una selfi, seguro que detrás tendréis a un fascista asqueroso preparado para secuestraros, encarcelaros y lobotomizaros metiéndoos un largo palo con una torunda de algodón en las napias, hasta haceros sangrar o simplemente asfixiaros. Cosa que hacen con la misma delicadeza que si la torunda te la metieran por el culo.

–Ico…
–Dime, Jade.
–¿Qué ocurrirá cuando te mueras? ¿Con quién tomaré mi sangre malteada sin arrancarle el corazón cuando acabe la taza?
–¿Y por qué no me matas a mí?
–Me pones, cabrón.
–Mentira.
–¡Ja! Tienes un odio inmenso a tus congéneres y no te preocupa. Tu odio relajado es tan extraño… No eres un ser sobrenatural y desprecias y ofendes a la humanidad, a los tuyos, sabiendo que vas a perder.
–No son míos, Jade. Ojalá pudiera ser como tú.
–Pues deja que te muerda la polla.
–Tan mona y tan obscena mi Jade. Eres fascinante.
–No te mueras, Ico.
–No podría vivir tanto tiempo aquí. Para ti los humanos son caza, comida, follar. Yo solo quiero estar lejos de ellos.
–Eres un licántropo o un vampiro maldito, ¿lo sabías? Debiste ser muy malo en otra vida, incluso con los propios dioses para mecer semejante castigo.
–Jade…
–¿Qué?
–Tus bragas transparentan el coño, me haces sudar por dentro y entre las piernas.
–Ahora sí que te arranco la polla, mamón. O eso, o necesitas un exorcista.
–Tómate tu sangre malteada, mi Jade, aún que estoy vivo. Y mira a la cámara, belleza.
–¿Y luego te como?
–Déjame escribir, cotorra.
–¡Jajjajajaja!

Es lógico que el Nuevo y Normal Gobierno Fascista Español del Coronavirus, decrete que es lo que no deben comer sus habitantes. O que se salga por la tangente con su fascismo de mierda algún sectario trasnochado del viejo Soviet Supremo de la URSS.
De hecho, hace muchísimos años, se prohibió el acceso del marisco especulando su precio (siempre se ha dicho que es un gran alimento para el cerebro) muy al alza, hasta el robo impune. Y también se ha sancionado el inofensivo consumo del azúcar, porque es energía para el organismo, la glucosa es el alimento del cerebro (Cataluña fue pionera en castigar el consumo de refrescos y creo recordar que si no es la única, es de las pocas que roban dinero por algo tan inofensivo. Alegaba el caciquismo fascista catalán que no quería catalanes gordos porque no es el estándar ario catalán. Pero en su pensamiento fascista estaban pensando, que si no hay cerebro ¿para que alimentarlo con azúcar? Por supuesto, las bebidas alcohólicas no se castigaron con sobretasas, porque vale más un votante borracho y obediente que otro con el cerebro bien alimentado). Que ahora el nuevo y normal fascismo español del coronavirus pretenda decir a la gente que no coma carne, es por la sencilla razón de robarle fuerza física y darle una mayor mansedumbre. Si le quitas a un omnívoro su alimentación proteínica, su carácter se hará más dulce y amable y podrán controlarlos a todos (véanse las felices y bucólicas vacas), que irán cogidos de la mano mascando ortigas o cardos con el bozalito en el hocico cantando el “yo me quedo en casa, yo y mi bozal, yo me vacuno y todo irá bien de mierda”.
Y todas estas ideologías fascistas las imponen a pesar de la ruina que representaría para la economía del trabajador. (Y a pesar de que no me sale de los huevos dejar de comer carne y beber Cocacola en la cantidad que también, me salga de la polla ¿Qué tendrá el fascismo que me hace fumar y beber más Cocacola que nunca?).
Así de paso, serenan la posible hostilidad de los futuros pensionistas por el robo a sus jubilaciones y derechos a una vejez digna. Y si además, decretan otros días de prisión por pura maldad; pues nadie dirá ni “muuuu”.
El fascismo español está llegando a unos límites muy peligrosos para la salud y la inteligencia.
Imagino que son los últimos coletazos rabiosos de los caciques autonómicos, ministros, jueces y caudillos que pretenden dominar los más íntimos aspectos de los ciudadanos antes de poner al ejército en las calles para controlar a la población y sus hábitos.

Así lo ha proclamado hoy el cacique autonómico de la taifa valenciana.
Quiere encarcelar a todos los plebeyos valencianos durante la noche (de momento) sine die.
Ya sabía yo que los fascistas, sobre todo los caciques autonómicos, no aguantarían mucho tiempo viendo libres a sus votantes.
Es necesario tener “mano dura contra este pueblo de mala cerviz”, seguro que así parafrasea a Yahveh el fascista.
Se abren apuestas, a ver quién será el próximo cacique autonómico del Nuevo y Normal Gobierno Fascista Español del Coronavirus pidiendo prisión y proclamarse así salvador de la vida y custodio de la fasces de España.

Lo de Ayuso será pura oratoria pero es diferente de la asfixiante propaganda institucional del nuevo y normal gobierno fascista del coronavirus, es necesario un lenguaje duro y directo contra lo melifluo del paternalismo doctrinal, cuasi religioso del fascismo/comunismo. Que nadie sea ingenuo, no es una cuestión de verdades (que no existen en la política), es una cuestión de corrupción, de estafa y de unas libertades robadas con una indecencia propia de un proxeneta.

El pueblo español paga indultos, paga una nómina de gobierno multimillonaria por encima de sus jornales y mientras eso ocurre; el gobierno se preocupa de encarcelarlo, colocarle un humillante bozal, arruinar su trabajo y sus pensiones de jubilación, y secuestrar y encarcelar a sus hijos y asfixiar sus más mínimas libertades básicas y vitales, incluida la del pensamiento gracias a su gran aparato doctrinal que abarca todos los medios de comunicación, con la complicidad primera de las redes sociales.

Sí, hay indultos y favores para los que son de su raza (políticos). Y están jodiendo más de lo aconsejable al pueblo. De tal modo que ahora, España es a China, lo que Cuba a la URSS, pero solo para lo malo: la ruina y la represión salvaje.

Todo el mundo sabe que el político ha nacido para robar (vivir a costa de los demás es lo mismo, el poder máximo y que se escribe con «j» inicial) y así enriquecerse; pero si fuerza demasiado la paciencia, debería saber, en caso de disponer de una inteligencia mínimamente funcional, que las guerras civiles nunca pasarán de moda. Y el hambre hace peligroso al que una vez fue un sumiso cabestro.

En medio de la carretera hay un jabato atropellado; no es más grande que un conejo.
Su mini cabeza está destrozada y asoma sórdidamente la lengua muerta entre los huesos de la mandíbula.
Aún se puede ver su piel sonrosada bajo el sedoso pelaje de cría.
Es algo habitual, el atropello de animales en las carreteras de montaña; pero no con animales tan pequeños en plena tarde.
Mi hijo y yo hemos pensado que es una lástima, una tragedia pequeña, que se anida en el corazón como un pequeño gusano que te provoca una desazón.
¡Qué pena, pobrecito! Ojalá fuera lo suficientemente incrédulo e ingenuo como para pensar que hay un cielo para los pequeños seres que mueren sin haber vivido más que unas pocas semanas.
Lo acabarán de aplastar los coches hasta que se convierta en asfalto; su muerte instantánea ha sido al final, una fortuna.
Ahí, en toda esa menuda, suave y tierna muerte no hubo nada de la tan pregonada sabiduría de la naturaleza.
La naturaleza como ente, es un mito como otro cualquiera, como cualquier dios o cualquier Jesucristo de tantos que han rondado en las bocas ignorantes, serviles, cobardes y mentirosas de los seres humanos. Y no tiene nada de sabiduría.
Lo que algunos llaman “naturaleza sabia”, es ni más ni menos que un azar de vida y muerte.
A veces acierta y otras yerra; pero no hay sabiduría alguna.
Se le ve tan pequeño y solo… Buscaba a su madre… Pobrecito.
Cuando se viaja en coche, las muertes que se observan a través de las ventanillas, son igual que todas las noticias televisivas: meras anécdotas amañadas y absolutamente ajenas.
Si caminas o marchas por tus propios medios, a una velocidad que solo puede ser moderada, la muerte se muestra plena y obscena. Con todos sus matices y consecuencias. Y en el bosque hay más rastros de la muerte que de la vida.
Así que los que ven un cadáver desde la comodidad y la distancia de su coche, tienen una idea muy pobre de la naturaleza y su absoluta y azarosa estupidez sobre la vida y la muerte.

Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

No es correcto lo de macrogobierno: es un macrofascismo.
Echar a seis ministros, con una cantidad de funcionarios por cada ministro o ministerio que podría ser de doscientos o trecientos puestos, es ya una buena rebaja, aunque se queda muy corta, claro (estoy seguro de que ni me aproximo, es un absoluto misterio el número de funcionarios que rodean un ministro, un diputado o al Caudillo mismo). Porque al final el funcionario es un pensionista, su nómina está pagada por el trabajador. Y se les quiere robar dinero a los pensionistas y obreros para seguir manteniendo su macrofascismo de mierda. (Con la puta de Franco, la cosa era peor; pero a nadie se le ocurría decir a gritos que España era un estado de derecho).
La península ibérica está absolutamente podrida, vayas a la región que vayas. El fascismo irradia desde el centro y lo alcanza todo descomponiéndolo.
Parece que el problema serio son los “funcionarios boomers” y los puestos de favor del fascismo en curso. Si nadie lo ha visto antes es porque es idiota, es una puta pagada por el fascismo español, o tiene ese analfabetismo funcional que produce la fe en el coronavirus y su variables delta, que es ni más ni menos el empobrecimiento del sistema inmunológico y pulmonar de los que se han pasado casi un puto año con un bozal en el hocico y no han sido capaces de desobedecer. Si respiras mal, te proteges mal. Y lo que se contagia no es solo coronavirus, conociendo al fascismo español y su prensa, bien podrían ser simples catarros, cuantificados como “lacovid” para decretar más prisión y represión al pueblo.
Coño, es que incluso Europa le ha de decir al nuevo y normal gobierno español del coronavirus: “Un poco de clase y decoro, y por favor aflojad con la corrupción”.

Al igual que en Brasil se matan a niños que roban o mendigan en las avenidas con comercios de lujo; en España se crearán Escuadrones de la Muerte para asesinar a los jóvenes que “descontrolan el virus”. No faltarán grupos de justicieros analfabetos dispuestos a atajar el virus matando al joven que lo transmite.
Pudiera parecer de risa, pero llámese limpieza étnica o escuadrones justicieros, las cosas suelen tomar el camino del genocidio o asesinato cuando el fascismo gobierna con mano férrea y tiene a la prensa como prostituta vendiendo culpables y delitos que no existen.
Y cuando maten a los primeros jóvenes, el pueblo español dirá: “Ellos se lo han buscado”.
Como los que morían fusilados por Franco, también se lo buscaron por rojos o sindicalistas ¿no?
El fascismo tiene la franquicia del crimen perfecto en cada decreto y en cada atropello que comete. Hay que recordar, no obstante, que el crimen perfecto del gobierno existe porque existe un pueblo imbécil y mezquino.