Archivos para diciembre, 2018

De alguna forma el planeta me lo hace entender, me quita toda esperanza con la sencilla metáfora de la naturaleza. Lo hace sin maldad, sin pasión, sin odio. Me dice: “Es lo que hay”.
No hay un espacio donde poder caminar entre el hielo y la calidez. Si caminas demasiado al borde, puedes helarte. O pasar de la brillante a la luz a la tenebrosa oscuridad.
Todo o nada.
Es como si hubiera dos planetas: uno de luz y color como una oasis, y otro helado como una hermosa y letal luna.
No hay una zona media entre los extremos que nos permita abrazarnos.
Nos separa una dimensión insalvable que tal vez no mida ni un milímetro de ancho.
Tú eres de un cálido planeta y yo exhalo por mi boca el vapor del frío.
Hay una tristeza crónica con la que me despierto todas las mañanas. Y lo único que crea sonrisas en mi rostro, es cuando nos comunicamos confidencial y secretamente con emisiones invisibles, besos imposibles y un amor que rasga los tejidos por dentro y hace llorar la carne de desesperación.
Tu eres única, una hermosa extraterrestre en el planeta Tierra y yo me encuentro abandonado en la Galaxia Gris. Donde solo estoy yo y algún oso que me mira torcidamente.
Mi bella alienígena, tal vez…
Tal vez algún día aparecerá una franja de amor entre el frío y la calidez donde poder realizar la comunión del amor.
Tal vez antes de que muera, porque en mi gélida galaxia, el tiempo corre a velocidades lumínicas.
Hoy se ha empeñado el planeta en darme malas noticias.
Te espero, y anhelo tus secretas palabras para sonreír en este día.

Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

gTodos quieren sacar un bocado de la carroña.
La sociedad humana es la misma que la de una bandada de buitres.
Sin metáforas, es literal.
Asesinan a una mujer y se apresuran a apuntarse el cadáver a su bando.
Todos quieren ser Laura, la muerta, en estos tiempos de piedades virtuales, oportunistas y virales.
Dicen no tener miedo a correr y se apuntan a la congregación de las santas corredoras, los restos corruptos de un cuerpo asesinado.
No la mataron por correr o practicar deporte.
La han asesinado por el motivo humano más viejo: envidia de posesión.
Y el deseo sexual de un retrasado mental con incontinencia.
Al asesino hijo de puta le importa una mierda si su presa practica deporte.
Sin embargo, los buitres se calzan zapatillas para correr de noche y tener un sórdido y mediocre protagonismo.
Y así, banalizan la muerte y el verdadero horror de un crimen.
Y dicen que fue por correr…
Oportunismos tan mediocres, como mediocres son los días que me obligan a vivir en esta sociedad de mierda.
A ver quien hace el cartel más llamativo y consigue más “retuits” y “me gusta”.
No todas y todos son Laura, no existe tanta bondad en el mundo, es solo más de lo mismo.

En Telegramas de Iconoclasta.

Sucumbimos a los más altos instintos en la vorágine carnal.
Como animales…
Lo carnal es hermoso y sublime.
E irremediablemente las almas se encontraron, se reconocieron y se lloraron la una a la otra en el cárnico encuentro.
Porque las almas habitan en la carne, en lo más profundo. En los intersticios de piel, carne y hueso.
No hay alma sin carne, no hay carne sin alma que no sea cadáver.
Follar es la absoluta comunión.
Solo que, en demasiadas ocasiones follamos carne errónea.
Y mientras vivimos, buscamos la carne correcta porque no hay otra cosa que hacer cuando hambre y sed se han saciado.
Como animales…
Y cuando sacas un billete para pagar la carne en una banal y vacía transacción, tus genitales segregan flemas incapaces de trascender y permear ningún tejido. Y los cerebros acaban oliendo a fracaso y frustración.
Como cadáveres…
Es por ello que cada día doblan las campanas sin descanso, por los millones de cadáveres que pululan la tierra.

Iconoclasta

Si años atrás el puto generalísimo Franco paseaba bajo palio como un obispo maricón, la historia se repite con distinto atrezo; en esencia la misma mierda.

El Torra (presidente del gobierno de Cataluña), la semana pasada se montó un teatro paranoico donde el ambientador de la platea olía a rancio y añejo. El tipo en cuestión tras pedir que los catalanes se sacrificaran en una guerra al estilo esloveno, se escondió en el monasterio de Montserrat, que es ni más ni menos, el Valle de los Caídos de los catalanes; y la virgen Moreneta pues, viene a ser el Cristo de Lepanto español.

Bueno, hasta aquí todo normal, porque ya se sabe que todos los iluminados son alérgicos al sacrificio y al dolor que ellos mismos predican.

Dijo el Torra muy pillo él: “voy a ayunar en Monserrat solidarizándome con los pardillos que están en la trena”.

Torra y yo sabemos que no ayunó, y que cambió la sosa ratafia por un buen vino de verdad, con solera y de alto precio.

Es que no nací ayer.

¿Por qué todos los fascistas, falangistas y racistas se acogen a Sagrado? Muy sencillo, se creen ellos mismos unos enviados y que donde mejor están es con los curas y su iglesia, a salvo de palos, tiros, hambre y enfermedad.

Se han de conservar sanos para luego, poder abusar de los que queden vivos.

Iglesia y totalitarismo son siameses, a los que no se puede separar, solo aniquilar juntos.

No hay mucho más que decir. Los que queden vivos tras una guerra que no pidieron serán salpicados por el hisopo de un obispo y a su lado irá un presidente de rostro grave y compungido pero; con la tripa a reventar de embutidos y licores.

Mierda para los dictadores muertos, los vivos y los futuros.

Esto es una porquería iterativa en bucle infinito.

Los putos condes, marqueses, abades y toda la parafernalia del oscurantismo vuelve a asomar su rostro mierdoso con absoluta impunidad.

Sí, ya sé que mi gusto decorativo es muy discutible, incluso reprochable y delictivo.
Pero es que me lo paso bomba.
Precioso.

Los días de niebla, con una visibilidad de doscientos metros, son una gozada.
Ideales para, en lo profundo del bosque, acosar, violar, torturar, matar y descuartizar a cualquier ser vivo, sea primate o no. Macho o hembra, joven o adulto.
Lo recomiendo. Dios os creo a vosotros, monos y al resto de los animales, para que os despedace y os viole el alma y el cuerpo vivos o muertos.
Si nos encontramos entre la niebla, entenderéis sin duda alguna la naturaleza del mal.
Feliz día de muerte impune.
Siempre sangriento: 666.

En Telegramas de Iconoclasta.

Quiero creer; quiero imaginar en un ataque de romanticismo,ejerciendo mi privilegio de la imaginación y sin que sirva de precedente, que las nubes bajan a llorar los miles de cadáveres pequeñitos y grandes que hay en las montañas. Y que no estoy seguro de que el vapor sea del cielo. Parte de esos muertos se hacen humo para sentir la luz. Tal vez (pobres), tienen frío.
Son buena gente esas nubes y esos muertos.
Es un precioso momento para morir.
Compartir la muerte así es hermoso ahora que aún respiro.
Un día me lloraréis con esa dulzura ¿verdad, nubes? No soy un mal tipo después de todo.
Hasta pronto…

Subir doscientos metros de montaña en apenas tres kilómetros de recorrido. Aspirar los pulmones que con restos de tabaco se me han salido con una tos. Recuperar ritmo cardíaco con un cigarro colgando de los labios y observar con la mirada brillante las lejanas montañas nevadas.
El frío cala en la piel filtrándose bajo el sudor. Y pareciera que la bici está cansada como yo.
Eso es pasear de verdad y no andar oliendo la mierda que sueltan los coches en las pocilgas-ciudades. A veces tengo suerte, o la identifico.
Bueno, tal vez no sea demasiado el esfuerzo realizado; pero si tienes una pierna podrida, sin sangre, con una rodilla que parece un balón y un tumor que no duele pero jode, los tres kilómetros valen por quince y los doscientos metros por el puto Everest.
Lo del fumar es un extra que me hace aún más heroico.
Veo cada día gente que por menos daño, circula en un cochecito eléctrico.
Pusilánimes…
La foto está inacabada, más temprano que tarde la imagen será completa con mi cadáver enredado entre la bici, la mochila y el casco. Yo diría que mi sombra es algo profético. A veces soy místico de la forma más coloquial.
Está bien, es un hermoso momento y lugar para morir.
Seré un cadáver exquisito, no el sentido literario; en el literal. Un lujo de muerto…
He visto lugares peores para morir, más anodinos y sórdidos. Morir formando parte de la carrocería de un coche no es exquisito y morir en casa y que descubran tu cadáver cuando apesta, tampoco es una delicatesen.
Sé de estas cosas, la experiencia es un grado.
Sinceramente, antes que formar parte de la foto, conozco muchos que deberían morir y yo estar presente para fotografiar sus cadáveres.
Me pregunto que, si mi padre hubiera muerto ahora en la era digital, lo habría fotografiado y colgado en las redes con algún jocoso comentario.
Nunca he querido ser buena persona, de hecho no he considerado ser nunca malo o bueno. Soy como un buitre o un cerdo: es mi naturaleza y no la combato. No me juzgo, solo hago lo que debo y lo que quiero cuando puedo.
Es frustrante lo que se refiere al “cuando puedo”. Me jodo.
¡Bah! Mientras muero y no muero, bajaré a casa con más alegría, la bajada me da risa en la misma medida que la subida me ha dado diarrea.
Tengo un hambre del carajo.

Hasta pronto, Muerte. Nos vemos.

Iconoclasta
Fotos de Iconoclasta.