Archivos para junio, 2023

¡Qué tonto el Caudillo Homosexual Español! Todo ilusionado él ha puesto en funcionamiento un delegado de gobierno en Madrid, e incluso le ha puesto nombre; pero con las prisas y tantas mentiras rondando por su cabeza, ¡se le ha olvidado de instalarle un cerebro en el cráneo!😬

Y ¡hala! De nuevo a hacer el ridículo.😋

¡Cosas, anécdotas de la Dictadura Española Nazi Penitenciaria Homosexual Clima-sanitaria! 😃

Ciudadanía tipo: ejemplo de selección ganadera nazi poscoronavirus.


Algo debe romperse en esta civilización o sociedad ya planetaria de pensamiento insectil y servilismo sectario. La gran carga de docilidad humana y su indigno adocenamiento van contra la idiosincrasia primaria de la especie humana. Su presión debe liberarse y cuanto más se demore, más explosiva y cruel será la violencia.
Porque la única forma de liberar la asfixiante presión del Nazismo Poscoronavirus implantado en todas las falsas democracias del planeta, es luchando.
Se han acumulado muchos rencores contra los jerarcas nazis desde la pandemia del coronavirus o covid 19. Se deben vengar las humillaciones sufridas y las extorsiones cometidas por el Estado.
Se siente la violencia pulsar como un corazón hipertrofiado en el tejido social por la gran cantidad de crímenes que, desde los grandes encarcelamientos de la clase trabajadora con el coronavirus, ha aumentado no solo en los lugares donde era habitual el asesinato indiscriminado contra grupos humanos en centros de educación, supermercados, parques públicos, calles, establecimientos comerciales, contra vecinos, etc… Se asesinan personas a puñaladas o tiroteadas en masa en países donde nunca se había visto semejante cosa.
La violencia criminal contra la unidad familiar también se ha elevado marcando un antes y un después tras la humillación de la clase trabajadora con los encarcelamientos y extorsiones que le infligió el Estado.
La violencia crece por semanas.
Nunca antes la violencia familiar había sido tan homicida y la infancia se había suicidado con tanta frecuencia.
Los asesinos de masas han pasado a convertirse en animales habituales de las noticias.
En definitiva, los muertos claman venganza y con ella, más muertes y crueldad.
Biológica y humanamente hablando, la venganza es el más elevado acto de justicia y libertad.
Y ahí radica lo malo para el Estado y que no había previsto: la venganza hace innecesaria la existencia de jueces, su negligencia, dejación y corrupción.
Es la razón por la que desde el primer contrato o pacto social de la historia, se adoctrinó a niños y adultos en poner la otra mejilla para recibir otra bofetada; deben esperar que el “sagrado juez” haga la justicia que crea conveniente, según le paguen, según su humor, según la disponibilidad de bellas prostitutas o prostitutos.
Si crees en las leyes y sus ejecutores, crees en el Estado. El adoctrinamiento de las masas y su fe en el gobierno nazi poscoronavirus es absolutamente simple y efectivo con semejante corolario sectario.
En torno a la legalidad (hipócritamente llamada “justicia” por el Estado) hay cientos de miles de funcionarios en todo el mundo viviendo con gran comodidad y riqueza de las prevaricaciones dictadas, condenadas y sentenciadas con corrupciones, trabas e incompetencias del sistema judicial.
La venganza les quitaría su fácil sueldo y riqueza.
Dejar de creer en la legalidad, provocaría también rechazar al Estado que la controla.
El Estado para salvar su dinero y riquezas, responderá matando a muchos trabajadores y a sus hijos, y estos a su vez querrán la sangre de los jerarcas de nuevo. Cuando arranca la violencia, solo se detiene cuando uno de los contendientes destruye a su enemigo a nivel molecular.
La imbecilidad congénita de carácter endogámico de los jerarcas y burócratas del Nazismo Poscoronavirus, no les deja ver la posibilidad de miles de millones de reses humanas enfurecidas usando su arma más primigenia, la violencia desbocada, contra los dogmas implantados por el Estado como sacrificios y mandamientos religiosos de estricta observancia, y sus sacerdotes.
Dan por descontado los jerarcas y burócratas nazis, que volverán las masas a aplaudir al Estado alegremente encerradas en sus apartamentos-prisión.
A la asfixia que provoca la legalidad del Nazismo Poscoronavirus que avala todo encarcelamiento, acoso, extorsión, discriminación y humillación cometidas contra la casta paria o clase trabajadora. Se suma la constante emisión audiovisual de índole sectaria del apocalipsis climático, con sus impuestos de usura, privaciones de libertad y negación de las mínimas necesidades biológicas; como la prohibición del acceso a los ámbitos naturales, una de las medidas estrella de represión del Nazismo Poscoronavirus, la que tendrá la más fuerte carga y daño psicológico en la población sojuzgada.
O el constante lavado de cerebro para evitar el consumo de proteínas y glucosa en la masa trabajadora y así debilitarla física y mentalmente. Las castas parias, por el bien del planeta y de los que aún no han nacido, deben comer grillos en lugar de carne y jugo de piedra amarga en lugar de bebidas refrescantes durante o tras la jornada de trabajo mal pagado.
Sin embargo, el consumo multitudinario y narcótico de alcohol es buenamente tolerado por el Estado y su Veterinaria Sanidad en adolescentes y adultos.
Los niños no deben comer golosinas, es la peor idea del mundo. La infancia no debe ser feliz, sino fervientemente crédula y dócil; tolerante con el acoso y extorsión de las “sagradas instituciones”, deben ser buenos esclavos de los Estados Nazis del Poscoronavirus.
Es lógico que haya infancia suicidándose por causa del Estado ante la presión de la doctrina que reciben en el colegio y perciben en el desánimo y confusión de sus progenitores castrados mentalmente.
La obligación doctrinal de que en toda producción audiovisual televisiva, de internet o cinematográfica, deba aparecer inevitablemente una idealizada e ingeniosa pareja homosexual besándose o follando, está tensando la cuerda del hastío hacia la intolerancia más agresiva.
Una cosa es promover el respeto a toda persona como la más elemental regla de urbanidad. Otra muy distinta es que el Estado imponga por decreto el homosexualismo y sus derivados en todo medio informativo, lúdico y académico. Y que además, lo normalice como ejemplo a seguir porque ministros, presidentes, reyes y todo tipo de jerarcas y burócratas sean mayormente homosexuales.
Al Estado (pseudo democrático) se le llena la boca de flores pregonando que los votos de la mayoría son los que dictan qué camino debe seguir: ¡El pueblo ha decidido!
La minoría no cuenta.
Y una mierda.
El Estado pervierte su soflama democrática y humilla a la mayoría con una ínfima minoría homosexual a la cual se dirige todo favor y medio técnico, sanitario, privilegio social y económico.
Es la más aberrante perversión de la ética y de la democracia si la hubiera.
El resultado es que a quien antes no le importaba como y con quien follara cada cual, ahora empieza a asquearse de esta doctrina invasiva de homosexualidad, decadencia, abulia, cobardía y obediencia ciega en el Estado homosexual. Empieza a ver el homosexualismo como una agresión a su naturaleza humana.
Eso sin contar con que los homosexuales más cultos, se ven a sí mismos expuestos y adocenados por unos pocos, ya que el secreto o discreción de sus relaciones sexuales formaban parte de la privacidad en sus vidas y tal vez, un íntimo y necesario acto de subversiva rebeldía contra la mayor parte de una sociedad imbécil e infantilizada.
Por el analfabetismo de la clase política del Nazismo Poscoronavirus se está creando una gigantesca masa de gas que más pronto que tarde, va a explotar.
Al final, todo indica que este Nazismo Poscoronavirus tiene su objetivo final, su botín; en los impuestos cargados a los trabajadores u obreros con la profecía del cambio climático y sus supuestas millones de muertes por las denominadas “olas de calor” que conducen, con toda probabilidad al inminente fin de la humanidad. Una profecía y sus impuestos que los Estados Nazis Poscoronavirus emiten y decretan ininterrumpidamente día tras día, impunemente tras la humillación a la que sometió a estos parias trabajadores con el coronavirus o covid 19, sus asesinatos masivos de viejos en los geriátricos y abandono de enfermos crónicos, encarcelamientos masivos de la casta trabajadora y extorsiones, etc…
El cambio climático y su agenda, es el más grande robo jamás cometido en la historia de la humanidad.
Se equivocan como subnormales los jerarcas nazis homosexuales, porque no es razonable pensar que alguien trabaje como esclavo durante doce horas al día para conseguir tan solo un miserable plato de verdura sin sal (“superalimento” lo llama la prensa prostituida al Nazismo Poscoronavirus) para comer y la educación homosexual gratuita de sus hijos.
Para esa mierda no se necesita trabajar, basta con salir a pastar en familia.
Sólo la violencia puede frenar el timo del sectarismo humillante y ruinoso para las castas parias o trabajadoras del planeta que, los Estados Nazis Poscoronavirus están llevando a cabo desde finales de los sesenta del siglo pasado, ilustrados e iluminados por aquellos grandes y multitudinarios rebaños de sucios y narcotizados jipis y su constatada facilidad para pastorearlos hacia el lugar que los jerarcas y burócratas creían que les rendirían beneficios.
Se debe añadir que la narcosis es una eficaz herramienta de gobierno político-social que se ha convertido a su vez, ni más ni menos, en pura y simple ganadería humana. Una masa humana adocenada, de conciencia insectil y embriagada es el unicornio dorado de todo político o religioso.
La violencia con sus multitudinarias muertes rebajará la presión demográfica en las granjas humanas o ciudades. Y sacará de la ciénaga nazi a la sociedad asfixiada; pero sólo durante el tiempo en el que Estado tarde en crear otra, perfeccionada con lo aprendido en la anterior.
Es pura praxis de la historia de la humanidad. Un ciclo sin fin hasta su extinción o cancelar el podrido contrato social de una vez por todas.
El mal cosido al mal, cosido al mal, cosido a un Estado homosexual (parafraseando el Frankenstein de Mary Shelley, 1994 de Kenneth Branagh).
Como epílogo y a modo de ilustración de este ensayo, sobre el poder de manipulación y la corrupción que reina en los Estados Nazis Poscoronavirus, en este caso España, reseño una noticia que es mera propaganda gubernamental. Una de tantas con las que el Nazismo Penitenciario Homosexual Español bombardea a la población con absoluto descaro e impunidad, a pesar de los poco más de tres años que han transcurrido desde la pandemia de la covid 19.
Hoy a 15 de junio del 2023 en España (uno de los países junto con China que más acosos, extorsiones, discriminaciones ciudadanas de corte racial, asesinatos de ancianos y enfermos crónicos, e inútiles vacunaciones de covid 19 por medio de chantaje ha cometido), ha declarado un jerarca del Gobierno Nazi Poscoronavirus Penitenciario Homosexual Clima-sanitario, como delegado del gobierno (un tal Francisco Martín) que un partido nazionalista vasco proterrorista (llamado Bildu) ha hecho más por España que cualquier otra formación política o político al apoyar el Estado de Alarma de la Covid 19 prestándole sus votos (realmente un alquiler e intercambio de corruptelas) al Caudillo del Gobierno Español Nazi Poscoronavirus, el 13 de marzo del 2020. Proclamando además con gran sentimiento el jerarca nazi en cuestión que, con ello habían salvado innumerables vidas y evitado la ruina económica a millones de españolas, españoles y españolos.
Como se puede ver, la hipocresía enfermiza y el complejo mesiánico de salvadores de la humanidad, es proverbial; ya todo un clásico en los políticos nazis poscoronavirus.
En realidad, ese “Estado de Alarma por la covid 19” al que hace referencia el jerarca o burócrata nazi de la propaganda estatal citada, fue un acto de terrorismo de estado. Un golpe de estado a las más básicas libertades constitucionales, personales y privadas; así como a las necesidades biológicas de la casta paria o clase trabajadora. Cuyas bondades fueron: por decreto, cerrar las puertas de los geriátricos aislando dentro a los viejos, negándoles sus tratamientos médicos, sin cuidados, sin comida y prohibiendo el acceso a las familias para que pudieran sacarlos de la trampa mortal, hasta conseguir que murieran decenas de miles y con ellos sus pensiones. Por decreto a los enfermos crónicos de graves enfermedades se les dejó morir abandonados, se les negaba el tratamiento, porque solo existía atención médica para los enfermos de aquel resfriado llamado la covid 19. Por decreto se abocó a la población trabajadora al terror psicológico y a empobrecerse durante más de tres meses ininterrumpidos de prisión domiciliaria con un férreo control, acoso y extorsión militar, policial y judicial. Por decreto se obligó a respirar con bozal (mascarilla en jerga nazi) durante tres años, incluso a cielo abierto y en plena naturaleza, con el constante acoso policial, militar y judicial; una medida de humillación y una forma psicológica de acallar a las masas y que no solo se sintieran enfermas, sino que se resintiera su salud por medio de una constante respiración podrida. Los pobres tontos que obedecieron ciegamente al uso del bozal nazi, se infectaban de la covid 19 cada cuatro semanas a pesar de las tres dosis de vacuna. Por decreto se ordenó mediante los brazaletes nazis del coronavirus (pasaportes covid 19), prohibir el acceso a muchos lugares a aquellos que no se habían vacunado con una vacuna que no vacunaba; una discriminación de auténtico corte racial.
Miente el jerarca de la noticia, miente más que habla, miente más que respira, miente más que caga.
La violencia es la única esperanza para la supervivencia de la especie humana en este momento, en esta aciaga época.
Y tal vez, cuando estalle, no sería extraño que se extinguiera a sí misma porque ha tardado demasiado en responder, en defenderse de un Nazismo Poscoronavirus venenoso, incluso para la imaginación y la ilusión.

Iconoclasta

Atención niñas y niños, nos encontramos en plena campaña publicitaria electoral, por lo tanto la prensa prostituida al Régimen Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario, inventa toda clase de bulos y cuentos infantiles obedeciendo a los decretos del Caudillo Español Homosexual.
Ninguna noticia ligada a mejora económica o simple estancamiento de la subida de precios es cierta. Se trata en el mejor de los casos de manipulación del gobierno.
En este aciago y aburrido momento de publicidad electoral, exclusivamente se publican bulos como éste, en los que sorprendente y repentinamente, ha mejorado la economía.
De la misma forma que las estadísticas que fabrica el gobierno también son papel de limpiarse el culo.
Es mejor leer la prensa como una mala novela salpicada con algún chiste, que por aburrimiento hace sonreír.
Pensad que el nazismo español engaña incluso a los dedos de su mano (sin ser necesario) al limpiarse el culo, diciéndoles que solo es chocolate.

Un campo con árboles

Descripción generada automáticamente

El contrato social es una hipótesis explicativa de la autoridad política y del orden social, basada en la idea de que los seres humanos acuerdan voluntariamente ceder parte de su libertad natural a cambio de protección y derechos bajo un Estado.

Donde habitan las bestias el amor es un acto que solo puede impedir la hipocresía que allá no existe.

Solo entre animales puros se dan las altas emociones.

Se ama y se odia sin remilgos sin piedad para ningún sentimiento. A bocajarro el amor y la ternura, el odio y la muerte.

Solo donde habitan las bestias, la ternura brota en los campos y bosques, porque no hay interés que la pudra.

Y donde habitan las bestias los malos y los buenos son devorados sin atender a más razón que su debilidad y torpeza.

Las bestias no entienden de ropajes, posesiones y palabras vacías, inútiles.

Donde habitan las bestias, los humanos viajan según el frío, según la sed, según el hambre, según la ilusión.

No es turismo y su adocenamiento, solo es el descubrimiento y su conocimiento.

Donde habitan las bestias, no siempre entierran a los muertos, hay cosas urgentes que hacer en las que gastar esfuerzo y tiempo.

Y repentinamente un día, por una cobardía indeterminada, se alejaron de donde habitan las bestias y perdieron la gracia de su especie.

El amor se medía, compraba, intercambiaba y adjudicaba.

Los débiles y torpes no eran alimento de bestias y treparon a puestos de poder entre los humanos que se despojaron de su gracia innata. De su dignidad.

La ternura ya no brotaba en los campos y bosques; solo surgía una pestilente condescendencia que ensuciaba el aire.

Y aquellos viajes del conocimiento se convirtieron en trashumancia cronometrada y dirigida por los débiles y torpes. El adocenamiento borró de sus rostros la ilusión y el saber de donde habitan las bestias.

Así sucedió el fin de la humanidad y empezamos a nacer en este tiempo y lugar podridos donde no habitan las bestias ni la nobleza.

Y el adocenamiento es virtud remunerada.

No hay aliciente para el conocimiento y la superación, su tragedia, su alegría, su orgullo. A la humanidad la cubre una pátina de grisentería que hace las pieles del color de una ceniza triste y anodina.

Ahora solo brota entre sus patas la cobardía, abulia y servilismo.

Y hombre y mujeres no saben bien qué son. Ni siquiera para lo que sirven.

Y miran a sus hijos sin saber también, qué son, qué utilidad tendrán.

Malditos sean los muertos y los vivos que me vendieron a los débiles y torpes sin siquiera haber nacido.

Carta

Descripción generada automáticamente con confianza media

Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

Iconoclasta

El cordón sanitario, además de ser el resultado de una pobreza o ignorancia de léxico; es el sofisma que define al Estado Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario.
Cuando los jerarcas nazis hablan de cordón sanitario se refieren a complot, componenda, boicot, traición, obstrucción, acoso, bloqueo, prohibición, censura, extorsión, amenaza, etc…
Es una expresión que define a un nazismo en toda regla y lo malo no es que se lo hagan los politicastros entre sí; lo pésimo es que el cordón sanitario se ha formado en torno a la casta paria o clase trabajadora durante más de tres años sin descanso. El cordón sanitario ha asfixiado la libertad, la dignidad y el conocimiento.
Si tuvieran un mínimo de honradez, ética, inteligencia y la más mínima cultura, esa expresión de “cordón sanitario” (que se hizo muy popular entre la perra casta política española poco antes de la imposición de la dictadura por coronavirus), hubieran usado las palabras correctas para definirlo.
Es como escuchar a buitres y hienas decir al fotógrafo del National Geographic que hacen un cordón sanitario en torno al cadáver porque prevalece el derecho a la vida o a la democracia de mierda.
El encarcelamiento de la población trabajadora y su ruina por el coronavirus y su “prevalece el derecho a la vida” (en los campos de concentración), así como la imposición de más de tres años de un bozal silenciador y humillador; eso sí que eran auténticos cordones sanitarios parafraseando al nazismo carcelero español.
El nazismo en España es fariseísta además de carcelario, corrupto y maricón.
No hay más que recordar la construcción gramatical de esa farsa de ley que como si fuera un derroche de sabiduría, el nazismo maricón español nombró como “Solo si es sí”, o alguna mierda parecida.
Ese populismo fascista tan arrabalero y provinciano…
Importa una mierda que el “cordón sanitario” siga vivo en el Congreso, importa que el puto nazismo maricón español deje de estrangular libertades y necesidades biológicas.
Aún están jodiendo a mucha gente con su puto bozal nazi.
Y que la corrupción se pague de una puta vez (soy un romántico soñador).
Lo cierto es que seguramente querían decir condón (para sodomía) en lugar de cordón.
Porque en absoluto, la riqueza o la política garantizan cultura o inteligencia; sólo endogamia.

Es fascinante cómo y con que facilidad, con el adecuado dinero, un ser humano se convierte en cerdo sin que sea necesario vender el alma al diablo.
El hedonismo desatado en los ricos no es aplicable a los humildes o pobres; para llegar a ese grado de decadencia y banalidad que ostentan los pudientes, se debe mamar su mezquindad desde el nacimiento mismo.
Henry, el íntimo amigo y maestro de vicios de Dorian, dice en una taberna: “La fealdad de los viejos no tiene límites”.

En esta noticia hay dos reflexiones muy diferentes semánticamente entre sí.
Una es que “colonos” sea un epíteto para enfatizar la intrusión del castellano en su hábitat natural, amenazando y contaminando así la pureza de las tradiciones indígenas catalanas.
O sea, oratoria indigenista catalana para denunciar la presencia supremacista del hombre blanco español en Cataluña.
Los moros, que no saben hablar ni catalán ni castellano, no cuentan como colonos porque son mano de obra esclava barata y además de piel oscura necesarios para levantar las nuevas pirámides de los jerarcas catalanes del régimen. Su genética facilita identificarlos como tales y mantener las debidas distancias con ellos. Y sobre todo, la mayor parte de ellos no vota ni se queja, sólo reza según una estricta programación.
Tal vez sean descendientes, los catalanes, de los indígenas mesoamericanos como los mayas y mexicas que en aquellos tiempos del descubrimiento de América se mataban y devoraban a sí mismos con orgiásticos y decadentes ritos. Y mientras eso ocurría, llegaron los conquistadores españoles y vaya si solo unos pocos los conquistaron 😬🙂😀🤣. Y claro, teme el nazionalismo catalán que vuelva a repetirse la historia por absurda que sea en estos tiempos. El victimismo de las corrientes indigenistas es proverbial e histriónico. Un clásico del empoderamiento de las culturas locales.
O bien:
No creo ni por asomo que “colonos” en boca de la jerarca nazionalista catalana, sea oratoria para denunciar la invasión de los españoles en territorio catalán.
Tiene que ver más con la limpieza étnica propia de todo nazionalismo. “Colonos” esconde “gitanos de mierda”. Tal vez, la jerarca de la noticia pensó que el 2020 aún no era el momento de hablar claro, porque era más importante el dinero que estaba ganando la casta política catalana con el timo del coronavirus, que para eso sí que llegaron a millonarios y óptimos acuerdos con el estado opresor español para implantar un nazismo humillante y asesino.
Y es de imaginar que llevan ya unos años trabajando en secreto para resolver el problema de los “colonos”, bien mediante expulsión hacia el territorio español o el francés; donde se habrán montado en puntos estratégicos los debidos campos de refugiados para los “colonos”, talmente como los famosos kurdos. O bien simplemente, meterlos en un gueto y tirarles patatas podridas y agua de alcantarilla por encima de los muros hasta que dejen de hablar español de una puta vez.
Los moros siguen con el mismo tratamiento laboral racial que en la primera y romántica tesis. Con ellos, cap problema (ningún problema, en catalán).

Pierde el tiempo esta asociación de fiscales (APIF).

Precisamente la UE es la Confederación de Nazismos Poscoronavirus Europeos.

Por lo cual, España (la Venezuela europea) está blindada de toda posible imputación delictiva o de corrupción. De la misma forma que es impune la Camorra de la clásica Italia.

La corrupción española Europa la aplaude con entusiasmo taurino.

Fragmento de una novela de ciencia ficción, Amanecer rojo (bastante mediocre) de Pierce Brown, 2014. El personaje principal narra un breve resumen de historia que un educador expone a sus nuevos alumnos para aleccionarlos.

«Nos cuenta cómo fueron derribados los persas, y cómo los romanos se hundieron porque sus gobernantes se olvidaron de que sus padres les habían ganado un imperio. Parlotea sobre las dinastías musulmanas, el afeminamiento europeo, el provincialismo chino y el autodesprecio y la autocastración de los estadounidenses.”.

Bueno, las cuatro últimas alusiones son de rabiosa actualidad; dice lo mínimo de la realidad poscoronavirus actual, pero cierto.

La ciencia ficción tiene un buen filón con la actualidad para ofrecer una debacle de decadencia y paranoia fascista, que explique porque la civilización de aquel siglo XXI reventó desde dentro de sus tripas.

Vivimos un 1984 con un decorado distinto; pero en esencia, estamos sujetos a la perversión y manipulación de la historia y la cultura por el estado y el adoctrinamiento o lavado de cerebro respecto al “amor” y su sexualidad, en la que nada es lo que parece y necesitas un ministro para que te diga si eres hembra o macho.

Es innegable.