Posts etiquetados ‘pensamiento’

Foto de Iconoclasta.

El peso de la tinta en el papel es el de mi pensamiento.
Mi pensamiento denso y potente que grava y deforma las hojas haciendo de cada idea caligrafiada un movimiento tectónico que unas veces lo desgarra y otras lo dobla de dolor.
Y yo, impíamente, no dejo de escribir.
No puedo parar…

Foto de Iconoclasta.

Si apenas haces más que trabajar alimentando a un gordo, voraz y monstruoso gobierno o estado, no cedas ni un solo placer con servilismo. No te resignes y que el placer robado, de los pocos que disfrutas, le salga caro al estado, aunque te jodas.
No es sólo tu placer, es también una libertad. Y sobre todo, tu dignidad.
Que no te prohíban otro placer más y al estado hijo de puta le salga gratis.
Que no te humillen y asfixien en nombre de una salud fascista de mierda. Haz daños a las cosas ajenas a tu alrededor, animadas e inanimadas.
Tú gestionas tu salud como te da la gana, como te place. A nadie, ni al puto estado le importa una mierda tu salud.
Esa vaca gorda rellena de hijos de puta que es el gobierno te exige que te consumas y enfermes exclusivamente para él, sin perder un segundo en un placer. No te prohíben trabajar aunque un cáncer te desintegre los huesos.
Y te será robado, como la libertad, el placer.
Haz daño, genera destrozos, que paguen caro el expolio de tus satisfacciones, de tu dignidad.
Aunque lo pagues caro, porque en realidad, los puercos que rellenan esa vaca gorda te están jodiendo cada día sin descanso.
Te quedan tan pocos placeres ya, que vale la pena usar la violencia para protegerlos, para vengarlos. Bien vale pagar las consecuencias si te cazaran.
Lucha por tu placer y libertad con la intensidad con la que trabajas y te explotan. Y a la mierda con todo.
Porque prácticamente, sin placer ergo sin libertad, estás muerto ya.
No dejes que le salga gratis al puto estado su robo.
No mueras indigno, no seas el manso y aséptico cadáver obediente y sano que lo ha dado todo a la gorda y sucia vaca sagrada a cambio de mierda.

Foto de Iconoclasta.

Se debe caminar lentamente y en silencio en la naturaleza para conocer y sentir la vida y la muerte.
Tal vez porque soy un tullido y no tengo más remedio, he aprendido el concepto de caminar sosegadamente y prestar atención a todo lo que vive y lo muerto. Y entender así que no hay justicia divina, ni hay inteligencia en la naturaleza. Sólo azar, caza, cansancio y debilidad.
Los animales cometen errores, he visto ardillas caerse de la rama y polluelos muertos caídos del nido. Un majestuoso zorro que parecía dormido en una cuneta. Jabalíes y sus crías, serpientes y salamandras aplastadas o simplemente muertas sin más.
Los animales están sujetos al azar y a sus errores. Y a la vejez que los mata, como a mí.
Al mismo azar, errores y penalidades que los animales humanos, que además pueden elegir asesinar a sangre fría.
Y arrastrando mi pierna podrida, he visto una hermosa ternura que me ha inspirado un instante de serenidad.
¡Qué bonita la pata! Tan atenta y concentrada en el tesoro que cubre con su vientre.

Tiene tanto que defender y cuidar…
Y tan solita, demasiado cerca de grandes seres más peligrosos de lo que pueda ser ella nunca.
Eso es coraje.
A veces, tras la ternura y la paz, siento una hiriente vergüenza de mis incapacidades y naturaleza humana. Soy un cojo torpe de una especie animal rastrera, miserable y cobarde. Envidiosa hasta la auto extinción.
¡Adiós, bonita!
Que todo vaya bien, pequeña patita guapa.
Una admiración, un mudo cariño que no te pueda inquietar.
Bye…

Fotos de Iconoclasta.

Las altas nevadas montañas hoy parecen vacas, caballos e incluso orcas recostadas al sol luciendo su pelaje blanco y negro.
Apaciblemente somnolientas.
Y el sol un gato que las lame acicalando sus pelajes.
La locura es buena, es el germen para de la imaginación.
Los cuerdos humanos tienen la más triste vida de la fauna del planeta y hacen de su cordura un vasto manto de grisentería que se extiende a todos los objetos, seres y sus ánimos.
Donde hay vacas, caballos u orcas sólo ven deshielo…
¡Qué vida tan plana y monocromática la de la cordura!
Y entre esos animales pintos tendidos al sol, hay pequeños y grandes cadáveres de seres que murieron y reciben su aliento de paz. Hay una misericordia manifiesta en ello.
Una tierna piedad.
El invierno es la estación más larga para la vida.
Es razonable que las nevadas montañas se relajen en un hermoso alto el hielo.

Foto de Iconoclasta.

¿De verdad crees que a estas alturas de tu adultez hay maneras de proceder de otros cuya causa desconoces?
¿De verdad crees que debes seguir soportando con beata resignación los robos y extorsiones del estado/dios; que hay una loable y compleja razón que no comprendes en esos actos contra ti y tu dignidad?
¿De verdad no crees que es simple ambición, codicia y corrupción?
¿De verdad que es por tu bien y un futuro mejor que no verás y que te quieren bien los que te humillan haciéndote llorar?
¿De verdad asumes, buen ciudadano gris, que debes comer mierda para que las generaciones que no han nacido vivan y coman mejor que tú?
¿De verdad eres tan lelo para sentir que naciste para ser un sacrificio, un beato mártir?
¿De verdad crees que eres digno de ser respetado por los nacidos y por los no nacidos?
¿De verdad no sabes que las generaciones anteriores comieron mierda toda su vida para que las actuales la comamos también?
Si crees todo esto, si crees en tu estado/dios, no sé de que te ha servido respirar. Sólo eres un molusco; tal vez ni eso, sólo un liquen.
¿Sabes qué? Ni siquiera le veo la gracia a que hayas nacido, buen ciudadano gris.

Ejemplo de amor comprimido en soporte de celulosa.
Cuánto cabe en tan poco espacio…
No es por reciclar, es simple desesperación.

Foto de Iconoclasta.

Es fascinante, mágico e incluso espiritual observar las almas surgir y desprenderse de la tierra y los árboles cuando el sol derrite la escarcha de la noche.
Hacen el frío más cálido y aterciopelado, no muerde con tanta fuerza el pensamiento.
Tal vez sea por respirar las almas libres y serenas que se extienden por el prado silentes, sin drama.
Las saludo en silencio, con la mano acariciando el aire. Y les deseo feliz viaje a donde quiera que vayan.
Con cierta melancolía anticipada pienso que en mi último latido, antes de la definitiva horizontalidad, añoraré estos hermosos y escasos momentos que el mundo regala.
Me gustaría que el sol hiciera eso conmigo, sacarme con su calidez de la tierra y darme la libertad de la flotabilidad.
Pero sé que me quemarán como un puto neumático viejo o meterán en un cajón de hormigón. Aunque una vez muerto, me sudará la polla lo que ocurra.
Estoy en el momento y lugar preciso para variar. Es lo único que ahora me importa y gozo.
Y casi siento desprenderme de mi piel siguiéndolas y dejar mi carcasa aquí y ahora que todo es perfecto.
Es importante acabar bien.
“Vivir agota ¿verdad, amigas?”, pienso.
Siento…
À bientôt! bellas almas.
Ya pronto…

Foto de Iconoclasta.