Posts etiquetados ‘Reflexiones’

¿Os habéis fijado en esas reses que caminan presurosas por las calles, como las ratas al salir de la cloaca? Con sus mascarillas y guantecitos, con la cabeza gacha para estar a salvo de alientos ajenos.
Así son los delatores que venden a quien sea por conseguir un favor o para distraer su cobardía repulsiva.
En todas las épocas aparecen; con la cabeza inclinada y la mirada infecta de envidia y cobardía. Llenando con sus mugrientas ambiciones y mentiras cárceles, pelotones de fusilamiento, campos de concentración y hornos crematorios. Desde sus patios, tierras, balcones y ventanas espiando quien se mueve, inquietos con su pensamiento podrido, corrupto y moral.
Me encanta esa podredumbre humana, me fascina observarlos y saber que morirán con sus mascarillas y guantes entre orines e intestinos vaciados, con los pulmones hechos jirones.
Es precioso… Incluso pestañeo emocionado.
Qué bueno…
Y como soy un tanto necrofílico, me acucia la perentoria necesidad de masturbarme ante los enmascarados y enguantados cadáveres. Me he puesto cachondo con mi gran y precisa imaginación. Gracias a mi prodigiosa mente, visiono cadáveres a trillones de megapíxeles de definición, a diez millones de putos K.
Si pienso en la carne muerta de los miedosos delatores me pican las palmas de las manos y no puedo dejar de imaginar la absoluta dedicación de buitres y ratas en su diligencia eliminando mierda. ¡Cómo les gusta y disfrutan de su trabajo!
No sé si yo podría comerme los ojos de esos puercos.
Soy un tanto mirado con la porquería.
¡Pá correrse!
¡Hala, ahí va! Decenas de miles de hijos míos que podrían haber nacido…
Pobres hijos míos deslizándoos sobre el rostro de indecentes muertos.

N.del A.: me ha faltado imaginar algún héroe francotirador cazador de enmascarados y enguantados delatores; pero nada es perfecto.

A veinticinco de marzo del año del coronavirus y vuestro señor dos mil veinte.
(Era de la Cobardía, como si alguna no lo fuera)

Iconoclasta

¿Oyes reptar con sus mil patas a la muerte por las paredes, las de tus pulmones?
No te fíes si está todo bien ahora, pasa como con los ataques de corazón. Son sorpresivos y no dan tiempo a despedirte de todos esos hijos de puta que has ido conociendo a lo largo de una vida de mierda.
Haz lo que debas, lo que quieras; con la condición de que tu vida sea cómoda entre los puercos que te rodean y te han rodeado. Di lo que conviene, sé oculto y secreto. Miente, y sé muy selectivo con quien dices las verdades con esa persona o dos que pueden oírlas, de entre los millones que viven sin que sea necesario.
Ante todo piensa libre, sin respeto, con ferocidad, con crueldad, sin condolencias. Sonríe por dentro. Di que lamentas los muertos. Imita la empatía ajena, con la que no naciste.
Nunca digas que tu libertad es más importante que todos los que mueren o puedan morir tarde o temprano. Solo piénsalo.
Es liberador, valga la redundancia.
Nadie merece ninguna sinceridad.
Que parezca que respetas la repugnante sociedad a la que emergiste del coño de tu madre. Sin pedirlo, sin responsabilidad alguna de toda la mierda que te culpan. De todas las putas responsabilidades y deberes que te quieren colgar de la polla.
Muere libre, sin alegría, sin sentir que has sido feliz y que tu vida ha sido plena. Muere con ira, mordiendo el cigarrillo con fuerza. Evoca e imagina todos los que han muerto antes que tú y pensaste: “Bueno… ¿Y a mí que cojones me importan?”.
Los que aún viven (desgraciadamente), si supieran de tu muerte ni pestañearían.
No eres querido, nunca lo has sido. Comprende bien el concepto.
Morir es un trámite, el último de esta piojosa vida. No te preocupe el alma. Se descompondrá a la vez que el cuerpo. Alégrate así, de haber muerto mucho después de otros. Ellos solo sirven ahora de colchón a tus huesos.
Ya sabes, quien ríe el último…
Pero tú no rías, sé feroz hasta el último hálito de vida que te quede.
Que nadie pudiera llegar pensar por un segundo que en esta repugnante sociedad fuiste feliz.
Deséales una corta vida y lárgate cuanto antes.
Llévate un virus en tus huesos y el día que por un terremoto o una excavación aflore la miseria que de ti queda, también se desentierre un bendito virus que haga el trabajo que nadie se atreve o puede hacer en un futuro que será necesario si aún existe la especie humana.
No es por justicia o ecología, es solo una maldad que trascendería más allá de la muerte.

Iconoclasta

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Muchos de los vecinos y ciudadanos de las ciudades y pueblos en cuarentena por la peste del coronavirus se convierten en los mismos miserables policías civiles voluntarios que, en otro tiempo delataban a sus paisanos amigos o no; para obtener un trato de favor, como una caricia de su amo en la cabeza, como ocurría en toda España durante el régimen franquista o cualquier otra dictadura de la historia humana elegida al azar
Gente repugnante a la que no les importa que encierren, arruinen o fusilen a inocentes que hacen y dicen lo que ellos no tienen valor.
El coronavirus es un perfecto marcador de puercos que desean recibir un hueso de su amo el presidente, el futuro presidente o el futuro dictador de turno.
La presencia de estos colaboracionistas del fascismo y el asesinato institucional, al igual que el bíblico judío errante, está siempre presente en todas las eras y sociedades.
Son junto con las ratas, lo más numeroso en todos los núcleos urbanos.
Si el coronaviurs consigue extinguir a todos estos hijos de puta colaboracionistas con complejo de ciudadano ejemplar; bienvenido sea y que siga infectando hasta que todos mueran. Hasta que no quede ni uno de esos ciudadanos ejemplares que sujetan con obscena envidia y deseos de ser felicitados, su teléfono móvil de mierda para grabar, delatar y denunciar a gente que es mucho más valiosa que ellos y sus hijos, mezquinos ciudadanos ejemplares.
Y por otra parte, me encanta follar (con mujeres. Que nadie se crea que todo lo que ve o lee hoy día, es maricón) haya o no cuarentena de mierda.

Iconoclasta

– ¿Adónde vas?

– Adonde mueren las cosas.

– ¿Eres cosa?

– Cualquier cosa es cosa.

– ¿Y por qué ir para morir?

– Soy impaciente. Y morir es íntimo, más que follar.

– ¿Qué ocurre si te ven morir?

– Es patético, haces ruidos, caras raras, cosas indignas. Es humillante.

– Los seres humanos quieren morir con el consuelo de los que aman.

– Yo no soy esas cosas.

– Es triste morir solo.

– No. Yo soy un triste sin tristezas en esta cuestión.

– ¿De verdad no temes caminar hacia la muerte?

– Temo al dolor, si no duele está bien.

– ¿Qué esperas tras morir?

– Una mamada.

– ¿No extrañarás nada?

– Las mamadas. ¿De verdad no entiendes qué es morir?

– Estás deprimido.

– La vejez y sus consecuencias no es depresión, es lógica.

– ¿Cómo crees que será morir?

– Dormir, una asfixia y luego descomposición.

– No es agradable,  no se puede vivir con eso.

– Por eso voy donde mueren las cosas.

– ¿Puedo ir contigo?

– ¿Sabes lo que significa intimidad, cosa?

– Solo hasta las puertas, no entraré. Quiero saber.

– Si llegas a las puertas, estás muerto. Lo que ocurre en muerte, se queda en muerte. ¿Hueles? Ya empiezo a descomponerme.

Iconoclasta

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Como siempre ocurre, hay dos versiones del final del puto #yomequedoencasa.

Cuando acabe esta peste, los más felices, los que cantan canciones a gente que ni han visto; pero los entretiene; seguirán teniendo sus casas, su trabajo, su dinero.

Y los hay que cuando acabe la peste, serán sacados de sus casas por no tener dinero, por no tener trabajo. Estos no dan las gracias a nadie con cantos entonados con la cobardía del “te lo agradezco para que me cuides cuando me toque”. Simplemente piensan con la mirada hosca que será difícil encontrar dinero para comida.

Las medidas sanitarias solo están pensadas para los que tienen una buena seguridad económica. A ningún gobierno le importan los pobres, los pobres no votan, porque conocen la misera y a los miserables. Y porque si no tienes domicilio, no te llega la tarjeta del censo electoral. Hay que tener en cuenta, que los poderosos, para conservar su salud necesitan arruinar familias en grandes cantidades. Cuantos menos pobres, menos insalubridad y más dinero se quedan ellos.

Nunca jamás, a nadie se le ha ayudado cuando lo han arruinado y ha perdido casa y enseres. Eso no ocurre ni ocurrirá jamás. La función de un gobierno es sorber los fluidos vitales y monetarios del pueblo que pastorea. Cualquier otra consideración es pura religiosidad.

Los hipócritas y risueños cantarines pensarán con una sonrisa, recordándose como héroes, que con sus canciones y sus memes vencieron al coronavirus.

Y están los que se cagan en el puto dios por la puta suerte que tuvieron.

Porque ahora tendrán que vencer la pobreza, que es infinitamente peor que el coronavirus.

Es más digno y menos penoso, morir de coronavirus que de hambre. Y mucho más satisfactorio morir con violencia, robando por subsistir; que de las dos anteriores formas.

Bueno, es lo que pasa habitualmente, si te aprietan, aprietas.

Y si las leyes te joden, pues intentas joder las leyes, si ya estás muerto qué más da…

Estos son los dos finales predecibles e inamovibles de una peste (en caso de que no extinga a la especie humana, como sueñan los jehovistas) tanto biológica como simplemente psicológica, fabricada para reconducir a la chusma.

Y al final chusma son todos: los pobres y sin casa, y los esclavos sonrientes que la conservan y tan solo han disfrutado de unas vacaciones durante el #yomequedoenmiputacasa.

Iconoclasta

No quedó nada de los sueños, no sirvió de nada soñar en la niñez.
¿Qué niño puede imaginar el grado de podredumbre y veneno que contiene el pensamiento de los adultos humanos?
Todos los sueños se deshicieron como papel con el que me limpio el culo en el váter.
Me avergonzó ser tan lelo, tan ignorante.
¿Para qué quieres madre y padre si te mienten, si no te cuentan la verdad de todo?
Te mienten para que seas tan idiotas como ellos.
Los padres lo estropean todo.
¿Quién quiere tener padres para semejante timo?
Padre y madre solo eran idiotas.
Todo estuvo mal desde el momento en el que salí por el coño de mi madre.

Iconoclasta

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Me tranquiliza que el potrillo no conozca mi existencia, que jamás pueda saber de mi pensamiento. Yo debería estar prohibido para los seres dulces.
Si creyera que pudiera leer mis palabras certeras y crudas, reales y tangibles, no lo asustaría; le engañaría diciéndole que todo irá bien, que será el caballo más feliz del mundo.
Me metería en el culo todo lo que sé. Todos esos millones de seres humanos malos como el cáncer, envidiosos, vanidosos sin razón alguna, ciegos fanáticos… Toda esa mierda con la que podría toparse lejos de mamá.
No hay ninguna razón para creer que vivirás mucho tiempo y serás feliz si hay humanos cerca, caballito.
Pero no te lo digo. ¡Shh…! Tranquilo pequeño, todo irá bien.
¡Eres muy guapo! Observa el mundo y siente la tierra cálida en tus patas ¿eh?
Eso es todo, pequeñajo.
Estás lejos de los asesinos de la libertad y del pensamiento. De los mezquinos que comen gruñendo como cerdos para que nadie se acerque a su plato de mierda.
De los que odian sin inteligencia, sin saber porque. Retrasados mentales sin diagnosticar que no saben follar y lo hacen tan mal que, sus hijos nacen tarados para perpetuar su imbecilidad en una línea sanguínea que corrompe toda dignidad a lo largo de los milenios.
El mundo es precioso con el potrillo observando la vida con inocencia y curiosidad, a salvo de la miseria con mamá, que morirá sórdidamente.
Que morirán ambos antes de conocer la vida plenamente, antes de necesitar el sol en su viejo pelaje…
No quiero que tenga miedo, es demasiado pequeño. Ni su mamá…
No existo. Ni mi sabiduría dolorosa que alumbra con potente foco la podredumbre y la ponzoña que nos rodea hasta la asfixia.
No quiero que relinche asustado bajo la panza de su madre, pobrecito…
Por aquí nos veremos un tiempo, el que dicte la muerte, el que dicte el hedor humano que nos rodea.
¡Sh…! Solo a mí, tranquilo; solo me rodea a mí, tú estás bien.
Si supieras cómo duele transitar por la tristeza, no me lo perdonaría.
Descansa en la hierba fresca, que vivir cansa ¿eh? ¡Serás muy fuerte!
Verás que hermoso es todo.
Hasta siempre, bonito.
¡Maldita sea! Puta vida…
Pobrecito.

Iconoclasta

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¿Soy inadecuado? Y si lo soy ¿para quién?
Inadecuados son gran parte de los que me rodean, una mayoría aplastante. No pasa nada si los inadecuados me consideran así. Bien al contrario, me place. Es bueno ser molesto para otros, pagar con la misma moneda, y con mayor cantidad a ser posible.
Donde las dan las toman ¿no?
Nunca es suficiente el resarcimiento que obtengo por ser inadecuado. Pido la pena máxima y una fuerte indemnización por tener que estar rodeado de la mediocre estulticia.
Ha sido siempre así: enfermando, doliendo, peleando, despreciando, engañando, driblando, follando sin alegría, respirando con hastío, escribir con saña escarificando el papel…
La crueldad es defensa, no es siempre ataque. Es justificable.
Que haya crueles que deben morir, lo saben hasta las ratas. Yo no soy uno de ellos.
Todo son matices de mierda. Matices que me dan dolor de cabeza y estropean juicios rápidos. Matar es puro, no hay medios tonos en la consecuencia de asesinar en defensa propia de la dignidad. Es legal.
Respecto al mal follar con esas putas que se creen diosas del sexo… Mejor masturbarse. Ya sabes, si quieres un trabajo bien hecho…
Esto no puede tener un buen final, aunque tampoco necesito buenos finales. Me conformo conque morir no sea doloroso, estoy harto del dolor.
Tal vez por eso lo de la masturbación y las putas…
Soy asombrosamente consecuente y lógico. ¿De dónde habré salido? Mi padre no era tan inteligente ni tan inadecuado. Murió sin conocerme, tal vez fuera mejor así.

Iconoclasta

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Han pasado muchos años desde la última vez que vi Apocalypto, y durante ese tiempo he maldecido que en ninguna cadena de televisión fuera emitida alguna vez, o que en ninguna plataforma de películas y series, estuviera catalogada.
La sociedad ha virado hacia la censura y la castración intelectual de padres, madres e hijos; promoviendo incruentas y festivas manifestaciones pacíficas, donde las reses humanas se apiñan unas contra otras como las vacas en los pasos estrechos entre montañas, convirtiéndose toda esa chusma en un rebaño de igual características que el vacuno ya mentado.
Se han desterrado de emisoras y plataformas multimedia de pago, las series de televisión y las películas más violentas (las que son auténticamente para adultos formados, sin concesiones).
Puta época de mierda ésta…
Y mira por donde, Amazon Video la ha incluido en su catálogo con dos cojones o con dos ovarios para ser inclusivo de mierda.
Es una película de acción ultraviolenta; la violencia más brutal y primitiva. Fastuosa en sus adultas agresiones sin espacio para un acto de piedad.
Por supuesto, es ficticia; no está basada ni por asomo en hechos reales; aunque transcurra en plena decadencia y ocaso de la cultura maya. Es una aventura lógica y natural que parte de un certero entendimiento de la historia de la especie humana. El mensaje desmitificador de Mel Gibson es claro y contundente: no existe ni ha existido una sola civilización en la que sus jefes políticos o religiosos, no hayan asesinado, robado, esclavizado y masacrado a la gente que gobiernan. Y entre las reses gobernadas, la forma de vida se basa en robos, pereza, acusaciones, asesinatos, etc… Es decir todo aquello que promueve la envidia y el miedo al esfuerzo del trabajo.
No importa si las razas humanas viven, como dice la patética expresión: en comunión con la naturaleza. Son todos unos hijos de la gran puta a grandes rasgos.
Mel Gibson dice: toda civilización es igual de violenta, envidiosa y corrupta por sus mandatarios y su populacho, la máxima de que todo pueblo tiene el gobierno que se merece, es infalible. Si unos pocos conquistadores pudieron dominar toda una civilización se debía a que esa gente estaba más preocupada en matar y esclavizar a sus vecinos que en luchar contra los invasores.
Apocalypto jodió a muchos, porque no idealizó la cultura maya. La mostró decadente, depravada y apestosa. Mel Gibson ni siquiera intentó idealizar a Jesucristo, es un genio contando apasionantes medias mentiras.
La peli dice que si quieres libertad, has de matar al que te esclaviza. Es la esencia humana, matar lo que te quiere esclavizar o denigrar. También demuestra que los sacrificios cruentos, son la forma más efectiva de mantener a la chusma atemorizada y mansa.
Los que no tienen valor, mueren esclavos gritando en manifestaciones festivas los lemas que les han obligado a memorizar.
Por no hacer caso a esta esencia, es por lo que la sociedad ha llegado a este grado de decadencia, cobardía, servilismo, inmadurez e ignorancia.
Todas las razas humanas son malas, venenosas para si mismas y otras especies, en cualquier región del planeta que habiten.
El pacifismo, al final, es la dominación doctrinal de las masas, que persigue un abaratamiento en los gastos de control.
Y no hay mejor forma de engañar y adoctrinar a la chusma para que se conviertan en cabestros que, censurar cualquier obra artística, literaria o cinematográfica que ponga de manifiesto la idiosincrasia violenta (una buena y necesaria característica para la supervivencia y evolución), repugnante, envidiosa y cobarde de la especie humana.
La envidia y la avaricia son los motores que crean y hunden civilizaciones; y solo el individuo alejado de la masa, puede ser creativo, noble y valiente.
No sé si Amazon es consciente de su alto grado de libertad y su burla al sistema al haber incluido Apocalypto en su colección cinematográfica; pero ahí va mi admiración hacia ese acto de rebeldía contra la asfixiante e hipócrita censura global que infecta todas las artes, políticas y economías.
El mensaje de Mel Gibson es de una contundencia que avergüenza a los actuales buenistas y su preocupación por el adoctrinamiento y castración globales de sus esclavos o productores.
Mi admiración a Mel Gibson y Amazon en estos momentos en los que la hipocresía y la censura son tan asfixiantes como lo eran los regímenes fascistas y comunistas del siglo pasado, desde la gestación de la Segunda Guerra Mundial a la posguerra que se extendió hasta bien entrados los 80.

Iconoclasta

Si intentas entender el espíritu insectil de las masas, no le des demasiadas vueltas.
La chusma ha demostrado definitivamente que no tiene la más mínima noción de cosas como: criterio propio, ingenio, creatividad, dignidad y mucho menos justicia.
Lo lógico es que reciban el trato que se merecen: un tuit que los entretiene y lo comparten un millón de veces en el termitero donde habitan.
Al patriotismo y la religión, que son los pilares básicos para conducir un rebaño de borregos por el camino deseado, ahora se suma la violencia de género indiscriminada y de prensa amarilla, el clima, la mariconería, el lesbianismo, el travestismo y el transexualismo para tenerlos entretenidos mientras les das de comer cucharadas de mierda que tragan relamiéndose los labios mientras miran sus pantallitas. Todo ello amenizado con cosas como la eutanasia o el coronavirus; según si es invierno o verano.
Por cierto, ahora que son carnavales: ¿para qué cojones quiero ver los espectáculos de los bujarras drags queen, cuando hay una cantidad indecente de tías buenas y deseablebleblebles, meneando con gracia y exotismo sus tetas y culos de mujer tan mujeres?
(Cuanto me alegro de que mis padres, siendo yo pequeñito, no me llevaran a esos carnavales de gallinas con plataformas y tetas de plasticolene. ¡Buf…!)
Lo cual me lleva a concluir que todo aquel que disfruta con los drags, es inequívocamente maricón o bollera. Si no lo es, roza peligrosamente los límites de Anolandia.
El problema para muchos hoy, no es salir del armario. Si no abrirse paso para salir del contenedor de setenta toneladas apilado en el puerto de Elegetebelandia y del que miles de raros allí metidos están deseosos de salir, como los africanos de las pateras ser recogidos en el mar por alguna ong de buen corazón y ansias de protagonismo y dinero.
Y ahora recordad lo que en verdad os digo: los niños de hoy educados en el buenismo, serán los lelos del mañana muy útiles como ceniceros de moto.

Iconoclasta