Archivos de la categoría ‘Ciencia ficción’

Escribo lentamente para no desangrarme también rápidamente (como los segundos pasan) y así tener tiempo para describir lo que padezco y siento.
Cuanto más rabio, más adrenalina, la presión arterial sube y la sangre brota en obscenos borbotones casi negros por nariz, lagrimales y entre uña y carne.
Sí, todo la hostia puta de sórdido.
Así que sin apretar, lenta y sedosamente derramo en el papel mi hastío y la mezquindad humana que me pringa la piel como un mal hongo.
Hay un motivo de amor y miles de millones de odio, indiferencia absoluta por sus vidas cuando me siento bienhumorado. Como ellos la sienten por la mía, no soy especial.
Es lógico, incluso legal, sentirse agraviado por toda esa caterva de mezquinos, gritones y malolientes.
Comprendo que los dibujantes de cómics crearan primero al villano que desea destruir a la humanidad, y luego al super héroe para hacer feliz a la chusma lectora. El dibujante busca lo mismo que yo escribiendo: aniquilar la mezquina humanidad, cáncer de sí misma.
Es inevitable que casi todo mi cerebro piense en ella. Y esa pequeñísima parte de mi seso, la que controla por ejemplo, el cagar o las náuseas, piensa además en esos miles de millones sin rostro; en su erradicación como primer sueño o deseo vehemente.
Es más fácil odiar que amar. Es la razón de que el odio exija tan poco cerebro para ser gestionado.
El amor es una galaxia inabarcable en el espacio profundo que precisa la inmensa mayoría de mis neuronas para gestionarlo.
El deseo es una bestia voraz de conexiones sinápticas y quema neuronas como una tostadora averiada el pan.
Pensando en ella no sufro hemorragias, pero me desoriento en su cosmogonía y cosmología. O en la inmediatez de un “te amo” irrefrenable. Sí que pierdo el control de la realidad soñando con ella, amándola desbocadamente. Y por ello, para proteger mi integridad mental, acabo de nuevo en la casilla de salida odiando. Pero no con furia, sino fríamente. Tomando un café entrecerrando los ojos por el humo del tabaco; observando a la humanidad e incinerándola sin ningún tipo de alegría, como quien realiza su mal pagado trabajo diario. Meditando sobre el espacio que nos dejaría la extinción, su silencio y cadencia temporal.
No los necesito. Ni siquiera en mi imaginación desbordada cabe otro ser, algo ajeno a ella.
Al final te tengo a ti ocupando todo mi pensamiento y al resto del planeta para ubicarme en un lugar concreto para sobrevivir, cosa imposible en tu infinita esencia.
No debería odiar, con la indiferencia bastaría; pero no soy budista o un beato religioso y requiero cometer excesos para liberar la presión de tu posesión.

Amarte tanto, sufrir y gozar tu existencia con una esperanza inquebrantable en un destino manifiesto cósmico, tiene un fin.
Debe tenerlo, cielo.
Se me encoge el corazón al pensarlo y cuando eso ocurre, no es cuestión de fe. Es una certeza, una cicatriz que me cruza el pensamiento profundo.
Partiré a conquistar el mejor lugar del universo para un lejano día traerte conmigo.
En el momento adecuado de trascender formaremos la Galaxia Pax Amantium, rodeada de las más bellas y gigantescas nubes de gases de colores en movimiento y expansión; las volutas de la paz de los amantes como mudos suspiros interestelares.
Existir alumbrando la oscuridad es el privilegio merecido tras eones de mantener al rojo vivo un amor furioso y agotador en el proceloso Mar Eternidad, allá en la Tierra.
Sueño con lágrimas de dicha creando un cinturón de hielos, diamantes colosales girando a nuestro alrededor y un astrónomo con su telescopio sintiéndose desfallecer al observarnos a través de los milenios, como Stendhal en Florencia.
Desde el agotamiento y la desidia del amante, miro el cielo y vislumbro fugazmente mi final. Oteando el mundo, triangulándote en cada lugar y tiempo en mares y tierras. Y un coro imposible de lamentos de amor en el vacío, consolará la atroz tragedia de amar en un final hermoso y esperanzador.
Es la conclusión a todo este amor, el hermoso fin de tanto amar.
No quiero y no puede ser de otra forma.

«Las películas de Alien son muy buenas, la serie entera.
Y muy instructivas.
Con muchos conocimientos.
Útiles.
Y he aprendido que el secreto para matar a esos bichos y sobrevivir.
Está en matarlos a mucha distancia para que no te salpique la sangre que es un ácido súper potente.
El cine es una catarata de sabiduría visual llena de imágenes que se mueven y cosas fantásticas de todo tipo, con multitud de conocimientos útiles para el día a día cotidiano basados en hechos reales.»

(Entrada de blog de cualquier influencer elegido al azar en cualquier momento y patrocinado por el estado español nazi poscoronavirus y las grandes empresas cómplices con el gobierno.)

(Una noticia de política ficción no tan distópica ni lejana, incluso estremecedoramente verosímil)

El arribista es ese cerdo que trabaja en tu empresa y decide joderte lo indecible para subir por encima de ti en el escalafón, a costa de tu esfuerzo y sustento. Al que al final, deberás pegarle una buena paliza hasta que sangre por los ojos. Seguro que habéis conocido a una veintena de ellos a lo largo de vuestra vida. Son una plaga como la que, por ejemplo, ahora está de moda: las chinches.
Bien, pues el Caudillo Español actual en funciones es eso. Y si hubiera trabajado decentemente o incluso indecentemente alguna vez, ya le habrían roto la cara sus compañeros de empresa una docena de veces por año.
En la tercera década del siglo XXI, el Arribismo Ilustrado en España ha sido instaurado por el rey Sánchez I el Arribista, tras expulsar con la ayuda mora de Marruecos a Felipe VI el Disperso.
No sería extraño que el nuevo rey español del que se ríen indisimuladamente, llamándolo “el trepa», los líderes de la Europa Nazi instaurada con el coronavirus; pactara con su homólogo marroquí para crear la Liga de la Concordia y Paz Mora Árabe-hispana (Andalucía ya devuelta a los moros, cosa pactada como premisa para que le dejen ser presidente de dicha liga) llevando así su apaño, como otras cosas ha llevado también por arribismo, al Parlamento de la Unión Nazi Europea como un bien por “la convivencia mundial y la cultura global”. Todo ello presentado y azucarado por un ayatolá como orador ilustre, que el rey llevará de la mano al púlpito de las homilías europeas.
Por descontado que la corona de oro de Sánchez I el Arribista, lucirá la media luna en platino macizo como símbolo de convivencia y hermandad cultural, que será su legado histórico junto al Arribismo Ilustrado más psicópata que jamás ha visto la humanidad, a excepción de los olvidados Borgia.

Tras una larga jornada de miseria, monotonía y mediocridad cobrando una mierda, llega la hora del descanso y un sueño plagado de horrores y deprimentes mundos.
A la mañana suena el cochino hijoputa despertador, me rasco el culo y fumo, meo y fumo, cago y fumo, sorbo un café de mierda y fumo.
Salgo de la puta madriguera de pocos metros cuadrados donde vivo y me dirijo a un tren borreguero a mi granja de explotación.
Y así un día tras otro.
¿Cómo puede haber un futuro mejor si los hijos nacen condenados a mascar la misma mierda que sus padres?
Cada día se hace más necesaria y lógica la violencia y la muerte. Ellas sí que harán un futuro más esperanzador.
Un futuro mejor que el presente sólo puede existir con la extinción de los políticos gobernantes actuales y sus afines de repuesto. Incluida su descendencia.
Si no mueren, si nadie los asesina, el futuro es hoy.
Y los borregos mezquinos, aplaudidores de estafadores tiranos no se enteran de una mierda.
Son la puta mayoría votante. Es inaceptable a pesar de llevar tantos años en esta mierdosa sociedad de hijos de puta, no puedo asumirlo.
Ingenuos infantilizados y obedientes sectarios…
Pero acabarán asesinando sin saber porque ni a quién, no tienen cerebro; sólo un viejo instinto primitivo que surge cuando el oxígeno apenas llega a los pulmones. Cuando es tarde y son débiles.
Les ocurre como a las ovejas, que piensan beatas e ilusionadas ellas, que es lógico que los lobos las coman, nacieron para ser su alimento.
No es triste, es sórdida la presente realidad y su futuro próximo.
Sólo la ingenua esperanza de ver la violencia y el asesinato de los que deben morir para construir un futuro mejor es mi única ilusión, mi íntimo e indestructible paraíso de esclavo de la mierda nuestra de cada día.

La fantasía de los humanos-bestias como licántropos, sirenas, medusas, esfinges, arpías, sátiros, centauros, vampiros, etc…; en el imaginario humano adulto está íntimamente ligada con el sexo.
Imaginar, soñar o reflexionar cómo sería el acto sexual con estos seres fantásticos o mitológicos de características humanas y por otra parte la bestialidad y violencia implícitas en el acto sexual, excita escrupulosa y secretamente la libido de muchas gentes.
El sexo brutal, doloroso y peligroso, absolutamente desinhibido; en las mentes adultas supera el miedo al desgarramiento de la carne, de los huesos y los órganos. Porque en los sueños no hay límites, no debería haberlos; de lo contrario sería una patológica castración que haría de la humanidad una manada de focas esperando que las orcas las devoren en la playa donde dormitan. Apáticas, desidiosas, incapaces…
El acto sexual con estos humanos-bestias lleva implícita una sumisión o posesión masoquista de la que mucha gente no se atreve a hablar, exteriorizar y mucho menos proponer; pero avergonzados imaginan y sueñan con sufrir o provocar el dolor.
El hombre lobo arañando sus pezones, penetrándola con un pene oscuro y velludo que la golpea profundamente hasta el intestino, empalándola…
La vagina redundantemente húmeda de la sirena, sus gritos enloquecedores al penetrarla, equiparable al riesgo de follar con una mantis.
Los vampiros subyugando con hipnosis a hombres y mujeres. Un acto sexual por aspiración de la sangre y el alma. La penetración de los colmillos en la carne como el acto íntimo donde ¿quién necesita un pene o una vagina para subir al cielo orgásmico? Y el gran premio: vivir como ellos eternamente.
La bestia solo hace lo que debe, para lo que nació, comer y follar.
No es el miedo a tales bestias, no en los adultos lo que les apasiona. Es la esperanza de un sexo irracional y brutal que rompa los límites marcados con alambradas de espinos morales a su libertad y pensamiento.
En los adultos mediocres es un deseo oculto y vergonzoso, inevitablemente excitante. Porque han degradado el sexo a un mero trámite biológico y social: certificar que follan ante la sociedad y una mujer preñada que lo demuestra.
Un sexo triste, meramente funcional, que no se atreve a rebasar las normas establecidas; ante las bestias humanas que leen o miran o sueñan, son arrastrados a elaborar las fantasías más voluptuosas y violentas hasta humedecerse y excitarse.
Nunca han follado con los ojos vendados, atados, amordazados o fantaseando con juguetes, texturas, viscosidades o insultos susurrados con un follar brusco.
Se excita ante el vampiro que le muerde las areolas dolorosamente, pensando que nunca ha tenido una mano en el coño que la masturbara, que chapoteara entre sus muslos mientras conduce reprimiendo el gemido y manteniendo una estresante y paranoica atención a la marcha del vehículo.
Ser gozados, violados, poseídos en los momentos más improbables… No, los mediocres no usan de la fantasía en su follar estandarizado de ciudadano integrado.
Son pura asepsia emocional e imaginativa. Pura incapacidad para gozar como de verdad desean, con esa faceta animal que les ha sido extirpada en escuelas, universidades y trabajo. Atenuada con drogas que esconden sus humillantes incapacidades.
No son necesarios psicólogos o sociólogos para explicar lo obvio. Solo basta nacer absolutamente desinhibido y prestar la suficiente atención para retener los datos que formarán las conclusiones.
Los que sueñan escondidamente mortificados con sus monstruos sangrientos, son los grandes frustrados sexuales, aunque no lo sepan y ante la película ignoran con embarazoso rubor sus genitales removiéndose ocultos entre calzones y bragas como fieras enjauladas, ahogados en sus propios fluidos y fantasías siempre retenidas en el oscurantismo sexual ya ancestral.
Ante una vida mediocre y esclava, cancerígenamente mediocre; sólo las potentes fantasías sexuales de placer, violencia y posesión sexuales, pueden soslayar durante unos minutos esa vida deprimente de los nacidos en una cautividad que la humanidad, a lo largo de milenios ha cultivado con apatía, conformismo, cobardía, obediencia y estupidez.

Este texto aparentemente novelado, bien podría ser el prólogo de la edición especial de un tratado histórico futuro que expondría la cronología y situación actual de la sociedad o ¿civilización? pre y poscoronavirus: durante las tres primeras décadas del siglo XXI y sus orígenes en el siglo XX.
Por supuesto, en el hipotético y optimista caso de haber vencido a la actual Dictadura Global del Poscoronavirus y el Clima.


Prólogo del ensayo histórico Nazismo Homosexual Climático-sanitario del Poscoronavirus de inicios del Siglo XXI: una pandemia sanitaria, homosexual, climática y oscurantista.

Edición de mayo del 2060, mejorada, revisada y actualizada con un prólogo póstumo de Iconoclasta, por el luctuoso cuadragésimo aniversario de la plena instauración del Nazismo (pos) Coronavirus en marzo del 2020.


Tras la Tercera Gran Guerra del 2035 (inicio de la rebelión de las masas ante el asfixiante control nazi del poscoronavirus que llevó a la ruina y a la hambruna a miles de millones de personas) al 2042 que, marcó el final de la guerra y hundimiento del Nazismo Poscoronavirus globalmente instaurado en el 2020; los historiadores ya liberados de la brutal censura y oscurantismo, iniciaron la recopilación de documentación, investigación, filtrado y desarrollo de la cronología de implantación del Régimen Mundial Nazi del Poscoronavirus. Una involución político-social (de marcado carácter sectario) al fascismo destructor de las más básicas libertades e incluso de las necesidades biológicas humanas, cuyo germen, con el consenso de los historiadores actuales, data del siglo pasado: a mediados de los años sesenta, con los grandes rebaños humanos que trashumaban con cientos de miles de individuos hacia las grandes concentraciones musicales. Se trataba del movimiento jipi, máximo exponente revolucionario de libertad, sexo y drogas. Una corriente socio cultural que dio a aquellos políticos coetáneos la clave para gobernar eficientemente con pseudo democracias, cuya característica fundamental consistía en aplicar estrategias ganaderas a la organización y administración de sanidad, economía, alimentación, educación, ocio, sexo y hábitos íntimos a las masas humanas. El poderoso nazismo de Hitler que dejó a las siguientes generaciones de políticos un importante legado práctico del fascismo con su rapidez de propagación, se vio mejorado gracias a internet, la comunicación vía satélite y la velocidad de la informática aplicada a las redes sociales y consumo audiovisual. Ante todo, la prensa televisiva y en web, fue la auténtica evangelizadora y propagadora de aquel Nazismo Poscoronavirus.
Ante la gran cantidad de noticias y bulos de carácter ideológico publicados y decretados por los Nazismos del Poscoronavirus, los historiadores han precisado de cinco años de trabajo de investigación filtrando los bulos, mentiras y publicidad de aquel régimen, decididamente genocida también.
El presente ensayo histórico expone con documentación contrastada y validada por el Consejo Ético de la Historia Mundial, los principales dogmas y terrores que implantaron los líderes pseudo democráticos en la población globalizada planetariamente por los Estados del Nazismo del Poscoronavirus, para conseguir la completa erradicación de la libertad y necesidades biológicas de las clases trabajadoras con fines recaudatorios.
Hay un acuerdo total entre los historiadores por designar aquellas democracias como Estados Nazis Poscoronavirus, ya que está constatado y documentado (a pesar de los grandes bulos y crónicas de la prensa de aquellos regímenes fascistas) en la actualidad, que fue el coronavirus el medio de instauración y golpe de estado a las democracias o lo que quedaba de ellas (precoronavirus). Más tarde, englobado bajo el mismo nazismo, llegaría la extorsión del Estado (a nivel planetario) a las clases pobres o trabajadoras por cambio climático, homosexualismo y un comunismo feroz cuyo fin era la destrucción del libre pensamiento y la independencia intelectual acosando y destruyendo al individuo inquisitorial y sistemáticamente.
No se puede negar la formación de una confederación mundial y estructura dictatorial internacional de los Estados Pseudo Democráticos del siglo XXI surgidos e instaurados en la segunda década mediante un golpe de estado, de carácter carcelario infectando a la población mundial con una gripe o coronavirus: la famosa Covid 19.
Una prensa prostituida y leal a aquel fascismo e internet ferozmente censurada y bajo control nazi total, fueron las grandes bazas que en el siglo pasado hubieran dado continuidad y larga vida a Hitler. Insisten historiadores y sociólogos con perspectiva histórica, que el legado de Hitler estaba presente en aquellos Estados Nazis Poscoronavirus. El adoctrinamiento, los cánticos y aplausos de la población al régimen, son incluso embarazosos de explicar, su indignidad.
A finales del 2019 e inicios del 2020 las ya pseudo democracias se confederaron e implantaron el modelo de gobierno de la Alemania de 1933 que, elevó “democráticamente” a Hitler como aclamado jefe de estado y religioso líder de un país arruinado, con un gran déficit cultural e intelectual. Y todo el planeta se erigió así, en marzo del 2020, en un gran land actualizado de aquel Tercer Reich. El Nazismo Pre y Poscoronavirus se había implantado oficialmente a nivel planetario.
Mediante el robo de libertades e incluso la prohibición de las necesidades biológicas de la población mundial, como la prohibición de respirar libremente, la forzada inoculación de un producto que pretendía vacunar; pero era absolutamente aleatoria su diana terapéutica, cuando no degeneraba en secuelas en los inoculados o muertes repentinas.
Y el más grave y definitivamente acto fascista: negar el derecho al sustento vital. Se prohibió mediante encarcelamientos masivos domiciliarios el trabajo, base primordial de la subsistencia de la clase trabajadora. Y además, se prohibía o coaccionaba la libre compra de alimentos (policías y militares registraban las compras de los ciudadanos, en China y España principalmente) con un encarcelamiento domiciliario generalizado de la población y unas distancias del domicilio a los mercados que policía y ejército controlaba minuciosamente.
Había países de un alto grado represor e incluso genocida (China, España, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Francia…) que prolongaron la humillación y la agonía de las básicas o mínimas libertades durante más de tres años en las clases bajas o trabajadoras.
Se instauró una sanidad pública de carácter de veterinaria de producción: bozales, tomas de temperaturas policiales, identificación del ganado vacunado y sacrificio de los no vacunados (en China más que probable y España muy cerca estuvo de encerrar en campos de concentración o asesinar de hambre a no vacunados con el aplauso de una población marcadamente, de nuevo, hitleriana).
Relajadas las medidas del coronavirus y con la población ya adaptada o condicionada al nuevo fascismo y sus continuos decretos de extorsión, terror y usura recaudatoria de los Estados; comenzó el condicionamiento mental y cultural de la población mediante el bombardeo diario de ideologías inmersivas neonazis, un fascismo abiertamente poscoronavirus aceptado y acatado por las sociedades consumistas industrializadas y aterrorizadas por el Estado que, adoptó una figura paternalista y protectora de la población. La prensa siguió en sus funciones como medio privilegiado para el adoctrinamiento y control conductual de las masas o rebaños humanos. Secundario aunque no menos importante, era internet con sus redes sociales e influencers (personajes sin formación intelectual o cultural pagados por el Estado para propagar el nazismo o mantener a la masa humana distraída de la extorsión de la que era víctima). Incluso el cine y streaming (contenidos audiovisuales por internet por suscripción) se infectaron de censura nazi para evangelizar a la audiencia, aún aterrada por la pasada gripe, en los dogmas de un fascismo que tomaba fuerza por días invadiendo los cerebros de las castas sociales más desfavorecidas cultural e intelectualmente. Telenoticieros y prensa publicaban sus mensajes ideológicos usando la estrategia bélica: mentira, desinformación y hagiografía de los líderes políticos neonazis (antes presidentes de Estados de derecho).
Con un enfoque sectario sexual, el Estado pretendía contener la natalidad de la población y alentar la promiscuidad homosexual o parafílica. Se decretaron las bases para pervertir educacionalmente la reproducción biológica humana, ya desde la infancia, como dogma-asignatura. Un extraño y desalentador por lo confuso, catecismo; que se imponía con acusada virulencia en la enseñanza pública y los colegios o escuelas colaboracionistas con aquel régimen nazi actualizado y tecnificado. De hecho, entró con fuerza en las universidades para asegurar la continuidad del homosexualismo como conducta sexual privilegiada, que incluía el transexualismo y otras enfermedades mentales aceptadas como voluntades o sentimientos propios democráticos (auto apercibimiento del enfermo como macho, hembra o ni una cosa ni la otra; independientemente de su genética sexual, de sus órganos genitales y procesos hormonales y metabólicos).
Sin embargo, lo que más destacaba para los escasos individuos con una razonable capacidad intelectual o cultural, era la sistemática eliminación del individuo como creador y su independencia conductual de la masa humana globalizada y vacunada; una persecución muy agresiva en las sociedades más industrializadas y consumistas, dado su grado de decadencia e infantilismo en los adultos; algo que no ocurrió de un modo tan notorio en los países tercermundistas. El ser humano con capacidad intelectual y libre pensador, estaba siendo devorado por el oscurantismo del nazismo poscoronavirus.
Llegó la censura a la literatura, cine, y arte en general. Las grandes empresas de entretenimiento audiovisual se convirtieron en una nueva Santa Inquisición de una Nueva y Oscura Edad Media en la historia de la humanidad.
El audiolibro entró con gran fuerza en las sociedades consumistas para erradicar cualquier asomo de entrenamiento o ejercicio mental y nemotécnico en la población. El dogma, al igual que ocurría con la mascarilla o bozal nazi y la vacunación por extorsión era: “Escucha, calla y obedece”.
La lectura es un ejercicio intelectual demasiado poderoso como para no censurarlo primero, y eliminarlo después con los audiolibros y la audio enseñanza.
El oscurantismo del Nazismo Poscoronavirus marcó una nueva época recuperando la Edad Media en versión tecnológica. Escuelas, universidades, centros de formación profesional se convirtieron en mezquitas o iglesias que adoctrinaban en la aniquilación del libre pensamiento personificado en el individuo. El homosexualismo y transexualismo como una moral que aportaba toda clase de beneficios sociales, legales, fiscales y sanitarios. Y, ante todo, una perversión de la crónica histórica de la humanidad a la carta de aquel nuevo nazismo.
Con la climatología hubo un acuerdo universal entre las nuevas pseudo democracias del planeta para perpetrar terrorismo de Estado recaudatorio contra la clase baja o trabajadora globalizada. Y al igual que ocurrió con la epidemia de la gripe, en la que durante tres años, todas las víctimas mortales eran causa de la covid 19; el aparato propagandístico del terror del nazismo poscoronavirus, lanzó una campaña apocalíptica de “olas de calor por cambio climático”, en la que de repente, morían miles y miles de personas por efectos de las altas temperaturas. De hecho, aquella población condicionada por el nazismo, se lanzaba en grandes bandadas a la playa y piscinas para escapar de aquel “calor abrasador” predicado por el Nazismo Poscoronavirus, por medio de coloridos y apocalípticos titulares de prensa (incondicional y universalmente colaboracionista del nazismo poscoronavirus); de tal modo, que incluso se quintuplicó el número de ahogamientos en el agua, sin duda alguna por la gran avalancha de “flamencos humanos” en los litorales.
Realmente el planeta Tierra estaba en el punto de la elipse orbital más cercana al sol y el 2026 sería el año de más acercamiento a la estrella; a partir de ese momento, volvería a distanciarse de él; y por tanto bajar las altas temperaturas (entre cinco y siete grados por encima de la media en determinados momentos del año, no se trataba de un efecto calcinador, en absoluto). Un ciclo astronómico que oportunamente supo el Nazismo Mundial del Poscoronavirus disfrazar de cambio climático recaudatorio y represor. Posteriormente, al fin del ciclo orbital de máximo calor, el Nazismo Poscoronavirus “mostraría” triunfal al inmenso rebaño humano global que los Estados Nazis habían salvado a la humanidad de morir abrasada.
El lema subliminal del Nazismo Poscoronavirus era: “La libertad es enfermedad y muerte”.
Las siguientes generaciones de políticos fascistas, creyendo ya tener el poder absoluto, literalmente asfixiaron a la clase trabajadora hasta convertirla en esclava. Y surgió la necesidad de defender la vida y la dignidad de una forma natural e instintiva en la población. El inicio de la guerra, en el 2035, lo marcó el incendio del parlamento europeo por una gran manifestación de la clase pobre furibunda.
Éste es un pequeño resumen a modo de prólogo para una obra magna que ha llevado más de quince años de investigación y debate.
Si sirviera para que no se repitiera la historia…
Sinceramente, no lo creo.

Foto de Iconoclasta.

Este presente año 2030, celebrando la plena y exitosa implantación de la Agenda Climática elaborada por el Estado Protector del Planeta y de vosotros mismos. Aquella Agenda Climática redactada primorosamente en sus despachos residenciales y ante las cámaras de Global Visión por aquellas primeras Madres y Padres Salvadores Sonrientes y Orgullosos de las “democracias del planeta”, durante aquella “trágica pandemia de la covid 19” hace ya diez años. Os invitamos a disfrutar de una nueva forma de placer sexual limpia y cuidadosa con el medio ambiente.
Los tiempos del plástico y materiales difícilmente biodegradables han llegado a su fin. Los juguetes sexuales deben adaptarse al nuevo panorama ecológico y climático.
Te ofrecemos información de como adquirir uno de los nuevos juguetes sexuales ecológicos, duradero y de económico mantenimiento. No más baterías ni plásticos que destruyen nuestro planeta que el Estado, con gran generosidad, os permite disfrutar por breves espacios de tiempo.
Empieza por acudir al Centro de Inmigración más cercano a tu domicilio, donde muy amablemente un oficial o agente te asesorará para elegir el tamaño, color, edad y estética de tu nuevo juguete sexual. Cada individuo tiene su ficha, donde figuran sus medidas, edad (hay una amplia oferta desde los cuatro hasta los ochenta y cinco años) y lugar de origen. Si te decides por la compra presencial, si lo compras y lo transportas por tus propios medios, puedes ahorrar hasta cincuenta euros de manipulación y entrega. Sin esperas.
A través de internet o si presencialmente no tienes medio para transportarlo, el tiempo de entrega es de dos días. De razas humanas exóticas, no suele haber un gran stock en los centros de inmigración; pero a través de la web puedes programar una alarma cuando haya disponible alguno que se ajuste a tu gusto. Por ejemplo, puedes optar por un hindú macho o hembra con vitíligo, por ejemplo, y en caso de no tener alguno en inventario te enviarán un mensaje o correo electrónico a la dirección indicada cuando esté disponible.
¡Hay un gran surtido de negros, orientales, hindús, gitanos, marrones, blancos, esquimales, africanos…! Hay mestizos que lucen doble color con manchas como aquellos míticos caballos del Viejo Oeste, los Paint Horse.
Puedes elegir entre una gran cantidad de tatuajes si así lo prefieres.
¡Y buen sexo!
Hagamos que nuestra actividad sexual también sea respetuosa con el medio ambiente.
Todos esos inmigrantes almacenados en los centros de inmigración, si no los comprara nadie, serían sacrificados. Es un acto de bondad comprar un juguete sexual orgánico.
Y para que veas que sencillo es el proceso de adquirir, configurar y mantenerlo, aquí van las instrucciones y consejos generales para todo juguete sexual orgánico:
Inyéctale la jeringuilla cargada con anestesia en el ganglio izquierdo, bajo la mandíbula (ver figura 1).
Una vez destruido el cerebro con una descarga eléctrica de doscientos veinte voltios (adjuntamos el sombrerete metálico de electrocución con arnés elástico, sin necesidad de molestos ajustes, ver figura 2) durante sesenta o setenta segundos, depende del peso del sujeto; con un par de ganchos de cincuenta centímetros vacías la materia gris muerta a través de las fosas nasales como hacían los egipcios con sus faraones. Es muy fácil.
Posteriormente vacías la materia semi sólida del cráneo mediante un aspirador (no incluido en el kit) para que no huela a podrido. Si así lo deseas, puedes llenar el cráneo con el sobre de gravilla fina que adjuntamos para que la cabeza haga efecto sonajero. Necesitarás un pequeño embudo para insertarlo en la nariz (no incluido en el kit).
Y le arrancas todos los dientes, para evitar posibles lesiones en la función oral. Los dientes puedes usarlos, por ejemplo, para decorar tu acuario.
Atornillas al cráneo el servo cerebro por encima de la nuca con los tornillos auto roscantes (ver imagen 3) y con la broca del kit practicas una agujero en la columna vertebral por encima del omoplato (ver imagen 4), introduces un terminal jack del cable adjunto en la espina dorsal y el otro extremo en la toma “output” del servo cerebro. Mediante el alimentador, cargas la batería del servo cerebro durante al menos una hora y ya estará listo para su primer uso.
Como mantenimiento bastará dos veces al día llenar su comedero con leche fermentada y/o patatas podridas. El agua puedes cambiársela sin problema una vez a la semana.
Para su higiene, un manguerazo de dos o tres minutos y dejar secar a la sombra, tanto en verano como en invierno.
A tener en cuenta: en el caso de los juguetes machos, el tiempo de producción de semen tras la eyaculación dependerá de la alimentación; pero como estándar se considera entre veinte y cuarenta minutos para disponer de una nueva carga de esperma. No obstante, sin semen, es operativo sexualmente, su erección se mantendrá hasta que pronuncies la orden “lacio”.
Las hembras no requieren ningún tipo de tiempo de espera, sus fluidos vaginales son constantes.
Hembras o machos no necesitan más espacio que un pequeño cuarto trastero de dos metros de altura por metro y medio de ancho y de largo.
Aconsejamos para los machos disponer de una defensa eléctrica, no es extraño que en algún momento la erección no sea lo potente y satisfactoria que debiera. Aplica los electrodos en los testículos para excitar el pene y disfrutar de un multi orgasmo “megaeléctrico”.
Y recuerda guardar sus excrementos, el ayuntamiento los recogerá en tu casa gratuitamente y te regalarán unas semillas para que adornes tus ventanas y balcones con plantas de marihuana.
Tendrás un seguro de reposición por muerte en los dos primeros meses de la compra.
Nunca masturbarse y practicar sexo fue hacer tanto por el planeta y el Estado que te protege y cuida.
Acudid al centro de inmigración más próximo, y convenceos de las enormes ventajas del consolador orgánico que el Estado pone a vuestro alcance a precios de risa.

Iconoclasta

Fragmento de una novela de ciencia ficción, Amanecer rojo (bastante mediocre) de Pierce Brown, 2014. El personaje principal narra un breve resumen de historia que un educador expone a sus nuevos alumnos para aleccionarlos.

«Nos cuenta cómo fueron derribados los persas, y cómo los romanos se hundieron porque sus gobernantes se olvidaron de que sus padres les habían ganado un imperio. Parlotea sobre las dinastías musulmanas, el afeminamiento europeo, el provincialismo chino y el autodesprecio y la autocastración de los estadounidenses.”.

Bueno, las cuatro últimas alusiones son de rabiosa actualidad; dice lo mínimo de la realidad poscoronavirus actual, pero cierto.

La ciencia ficción tiene un buen filón con la actualidad para ofrecer una debacle de decadencia y paranoia fascista, que explique porque la civilización de aquel siglo XXI reventó desde dentro de sus tripas.

Vivimos un 1984 con un decorado distinto; pero en esencia, estamos sujetos a la perversión y manipulación de la historia y la cultura por el estado y el adoctrinamiento o lavado de cerebro respecto al “amor” y su sexualidad, en la que nada es lo que parece y necesitas un ministro para que te diga si eres hembra o macho.

Es innegable.

En Cinesuerte.